Luca le dijo a su madre que esa sería la última noche que saldría a bailar. Con 25 años, padre de un niño de cuatro, este lunes empezaría el turno nocturno como maquinista de una fábrica de nylon.

Para despedirse, el viernes pasado fue al boliche Remix. Lo había invitado uno de los organizadores de la fiesta, que se realizó en el complejo PYG de la rambla de Parque Rodó, según su familia.

Luca bailó, tomó, se sacó fotos. Pero a las cinco de la mañana, a partir de una serie de hechos que la Fiscalía aún investiga, cayó desde la terraza y no ha salido del coma desde entonces, como informó Subrayado.

“Entró caminando y salió directo a CTI”, denunció su padre, Humberto, en diálogo con El País.

La familia asegura que alguien lo empujó y demanda justicia, pero pide que no se divulgue el apellido de Luca para mantener cierta privacidad. Como el joven cayó de cara contra el pavimento, si despierta del coma no saben siquiera si recuperará la memoria, justificó Humberto. Tampoco cómo le afectará emocionalmente el accidente y si estaría de acuerdo con que se supiera su identidad.

Ayer Luca estaba estable, internado en una sala de cuidados intensivos de un centro privado de salud. Su padre y su madre, con quienes vive, pudieron hablar con los médicos. Humberto contó que estaban atentos al potencial daño neurológico y a la respiración, aún asistida artificialmente. Los profesionales dijeron que, si bien aún era pronto para hablar de cirugías plásticas, serían necesarias para reconstruir sus facciones.

“Más allá del horror, es un milagro que esté vivo”, ponderó el padre, que sostiene que hubo un “intento de homicidio”.

Las circunstancias del incidente no están claras. Ayer la Fiscalía informó que había “versiones encontradas” y que un joven de 22 años estaba emplazado por la Justicia, después de que fuera detenido portando un arma de fuego en el boliche.

El Ministerio Público aún investiga si a Luca lo empujaron o si la caída fue una consecuencia del caos generalizado, sin intención.

Pero mientras el joven permanece internado, sus dos hermanas han hablado con otros participantes del evento para reconstruir lo que pasó. Su padre dijo que algunos cedieron videos donde se ve la caída.

De acuerdo a los testimonios que recopiló la familia, todo comenzó con una pelea en el primer piso del boliche, mientras Luca estaba en la sala VIP.

“Mi hijo no estaba en el lío”, subrayó Humberto.

Según esta versión, en la planta baja la pelea se descontroló y quienes la provocaron subieron al segundo piso, donde estaba la terraza. Algunos jóvenes portaban armas. Varias personas sufrieron lesiones por la turba generalizada. Se escuchó un disparo y se tiraron botellas, según la familia.

En ese contexto, uno de los que participaba en la pelea izó a Luca del tronco y otro lo agarró de los tobillos. Según la familia, entre los dos lo empujaron.

De todos modos, Humberto lamentó que les falte un testimonio central: el de su hijo, para esclarecer lo que ocurrió y determinar si había un vínculo previo entre él y los agresores.

“No sabemos si se va a recuperar. Estamos siguiendo el día a día con un dolor tremendo”, agregó.

El País se comunicó con los responsables del Boliche Remix -que no contestó- y del compejo PYG, que por ahora declinó hacer declaraciones.

En Facebook, amigos y allegados comenzaron a hacer circular un mensaje exigiendo responsabilidades. “Alguien tiene que dar una respuesta de por qué se llegó a esta situación y no había seguridad como la gente. Hasta el momento nadie se hizo cargo y Luca se encuentra grave. Tiene un hijo y una familia sana que lo ama y que no merecen estar pasando este momento. Esto no va a quedar impune”, se lee.