Redacción El País
Un Tribunal de Apelaciones revocó la sentencia de la audiencia celebrada hace tres días que determinó que la presunta vendedora de drogas de la boca en donde ocurrió el doble crimen en Pinar Norte debía esperar el juicio en prisión preventiva. Ahora, según se resolvió en este nuevo dictamen, no deberá estar en la cárcel sino en prisión domiciliaria.
La mujer deberá permanecer con un dispositivo electrónico de rastreo, luego de que el tribunal entendiera que la fiscal del caso, Sandra Fleitas, no valoró correctamente el caso al pedir el encarcelamiento de la mujer.
La imputada fue detenida producto de que, según testigos, vivía y comercializaba drogas en la casa en donde estacionó el auto que llevaba a dos adultos y cuatro menores. Uno de esos adultos, de 22 años, al igual que su hijo de dos, murieron baleados por personas que hasta el momento no fueron detenidas.
Según se desprende de la investigación, la mujer, que vive allí junto a su hijo de ocho años, es pareja de un hombre que ya había sido formalizado por vender drogas y está preso.
Otro de los imputados por este caso, el único adulto que iba en el auto y resultó ileso, confesó que había ido a esa casa a comprar droga.
En la vivienda no se encontró droga sino una balanza de precisión, un celular y chips para teléfonos móviles. En cambio, una vez detenida la mujer, en su cartera se incautaron cuatro gramos de cocaína.
Para revocar la prisión domiciliaria, el tribunal tuvo en cuenta que la mujer tiene un hijo de ocho años que quedaría solo si va a la cárcel, ya que el otro integrante de la pareja también está preso.
A su vez, la defensa de la imputada alegó que ella está embarazada, y si bien no se acreditó formalmente el embarazo con una constancia médica, alegó que la situación era evidente.