Redacción El País
El juez de Crimen Organizado de 1er Turno, Fernando Islas, condenó al empresario uruguayo Jorge Pérez Bentancor por un delito de asistencia a las actividades del narcotráfico, a dos años de prisión.
Su condena se dio en el marco de la Operación Titanes, por la que se incautaron más de 265 kilogramos de cocaína en un operativo que se realizó en julio del año pasado.
Aunque no ocupaba el rol de liderazgo en la organización, su participación tomó especial relevancia por su profesión de empresario y el hecho de que vivía en el barrio privado La Tahona, donde llegó a concretar almuerzos de negocios con algunos de los otros señalados por la Justicia.
Esta condena se alcanzó mediante un acuerdo abreviado entre la Fiscalía de Estupefacientes de 1er Turno, representada por la fiscal adjunta Gabriela Fernández, y el defensor del empresario Pérez, Gonzalo Zabaleta. A través de este mecanismo, el imputado asumió su culpabilidad y fue condenado, a cambio de una rebaja de hasta un tercio de la pena.
El empresario ya contaba con antecedentes penales por un caso similar que ocurrió en el año 2012. En ese entonces el Pérez Bentancor quedó relacionado a un cargamento incautado que había sido de 323 kilogramos de cocaína.
Operación Titanes
El operativo, que se realizó en julio del año pasado luego de semanas de investigación, permitió constatar una modalidad conocida en Brasil pero que nunca había sido detectada en Uruguay. La cocaína -los 265 kilos- fue incautada en tablas de encofrado. La droga se acopiaba en una casa en el barrio Cerro Norte, en Montevideo, pero el destino final era Europa.
El hallazgo se logró luego de diversos allanamientos realizados en la capital, Canelones y Rivera. Entre los detenidos, hubo uruguayos, pero también ciudadanos colombianos. Dos de ellos ya contaban con antecedentes penales en el país, producto de la Operación Atlántico Sur (2010), en la que se incautaron 25 kilogramos de cocaína.
Desde el momento de las detenciones, ya sobrevolaba la figura del narcotraficante Sebastián Marset, dado que, según explican los investigadores, el tráfico se dio por la ruta que presuntamente maneja él. Sin embargo, a casi un año de las detenciones, no hay elementos contundentes en su contra. Al momento, Marset no cuenta con causas abiertas en Uruguay y su requerimiento es de la Justicia de Paraguay.
