Redacción El País
Dos policías fueron enviados a la cárcel tras recibir una condena por tráfico de municiones. Ambos llegaron a un acuerdo abreviado, lo que implica reconocer el delito a cambio de obtener una pena menor a la prevista originalmente.
El fiscal Raúl Iglesias consiguió que ambos funcionarios policiales sean enviados a la cárcel durante seis meses. Pero la audiencia, que tuvo lugar este jueves, se vio demorada porque los dos pidieron que no se los traslade a determinados centros penitenciarios debido a que su labor como policías podía exponerlos ante otros presos. Finalmente, la jueza del caso trasladó la decisión al Instituto Nacional de Rehabilitación.
En diálogo con la prensa, Iglesias sostuvo al término de la audiencia que la investigación la inició la Policía, incluso "trabajó personalmente el jefe de Policía" de Montevideo, Mario D´Elía.
"Se pudo determinar que había toda una maniobra en la que trabajaban estos policías hoy condenados y también otro condenado el mes pasado por el mismo delito", describió. De todas formas, no llegó a comprobarse la coordinación entre los tres.
El delito imputado implica que los funcionarios vendieron las armas, y resta saber quiénes las compraron. "Podría haber más policías involucrados", indicó Iglesias.
Uno de los funcionarios condenados trabajaba en el depósito de municiones de la Policía y vendía balas que sacaba de allí. Su abogado, Pablo Casas, indicó a la prensa que "él era encargado del depósito, tenía un contralor de las armas que estaban en el depósito", y a raíz de un ingreso y posterior faltante de municiones, la investigación recayó sobre él. Según informó, "tiene más de 20 años de carrera" y en esa actividad de contralor llevaba pocos meses.
La presunción de la Fiscalía es que ambos colaboran con un grupo criminal de Colonia.