Cinco empresarios brasileños denunciaron haber sufrido pérdidas por unos US$ 5 millones mediante presuntas estafas, falsificaciones de documentos y apropiaciones indebidas por parte de empresas de la corredora de Bolsa Sara Goldring. Así lo indicó a El País el abogado de los empresarios damnificados, Nicolás Ghizzo.

Estos empresarios se suman a una lista de presuntos damnificados que desde hace meses llevan adelante acciones legales contra la corredora.

El 5 de julio de 2022, el Banco Central del Uruguay (BCU) intervino preventivamente y con suspensión de actividades a la empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A., propiedad de Goldring, debido a las “importantes pérdidas” sufridas por algunos clientes.

Abogados de los damnificados presentaron denuncias penales en la Fiscalía contra Goldring alegando que sus clientes perdieron unos US$ 100 millones. Sin embargo, la corredora de Bolsa negó haberse apropiado del dinero de los inversores. La complejidad del expediente y el número de damnificados enlentecieron la investigación.

Una de las denuncias de empresarios brasileños, a la que tuvo acceso El País, sostiene que, “sin pretender realizar una calificación delictual, que le corresponderá al Fiscal Letrado (fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez), los hechos que seguidamente se analizarán tienen apariencias de conductas típicas sancionadas por la ley penal, ya que atentan contra la propiedad privada pero también contra la credibilidad del mercado financiero uruguayo, con las consiguientes consecuencias que ello implica”.

En el escrito, elaborado por el abogado Ghizzo, los denunciantes norteños sostienen que celebraron un contrato con la empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A. a efectos de realizar inversiones que aseguren el incremento del dinero y con acciones que tendieran a conservar el capital invertido. Es decir, sus perfiles eran de inversionistas conservadores.

Los empresarios explican que mantuvieron una relación de confianza con Sara Goldring -accionista mayoritaria y presidenta de la empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A.

“En virtud de la menciona-da relación y de que contábamos con un capital que pretendíamos asegurar, celebramos un contrato de inversión con la misma (Goldring)”, dicen los denunciantes brasileños. Y agregan que el 18 de diciem-bre de 2018 transfirieron US$ 1.000.000 directamente a la cuenta bancaria de la empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A.

En función de que las “instrucciones y proyecto de in- versión concertado (con Goldring) se venía cumpliendo según lo acordado, en el mes de agosto de 2019 aportamos US$ 1.000.000 extra a nuestro aporte inicial”, sostienen.

Otros tres empresarios brasileños siguieron los pasos invirtiendo en la corredora otros US$ 3 millones, según Ghizzo.

La denuncia afirma que ni Goldring ni sus empleados explicaron a los inversionistas brasileños el sistema de compraventa de acciones “Puts”.

La compra de opciones “Put” se utiliza como cobertura cuando se prevén caídas de precios en acciones que se poseen, ya que mediante la compra de Put se fija el precio a partir del cual se gana dinero. Si la acción cae por debajo de ese precio, el inversor gana dinero. “Terminamos conociendo el referido instrumento cuando todo se desbarrancó, ya que de haberlo conocido nunca hubiéramos consentido el riesgo que conlleva este tipo de operaciones y en cuanto a su naturaleza que son esencialmente deuda y que generalmente están valuadas en valores muy inferiores al de mercado”, expresa el escrito.

Los empresarios brasileños también señalan a la Fiscalía que el 29 de junio de 2022 recibieron información de la empresa de bolsa indicando que el saldo de su cuenta era de US$ 299.441. Esa cifra, dicen, representaba poco más del 10% del último informe al que pudieron acceder.

“Como podrá apreciar el Sr. Fiscal, los actores nunca autorizaron de forma consciente ni debidamente instruidos ser inversores agresivos. Ello se contradice con la voluntad de buscar conservar y mantener a resguardo nuestras inversiones, tal como hicimos saber a la empresa”, advierte la denuncia. Y concluye señalando que Goldring incurrió en una “conducta intencional” con “el ánimo de perjudicar a denunciantes”. Eso “implicó nuestra ruina económica; nuestros ahorros desaparecieron”, se lamentan.