Los habitantes del pueblo Estación La Floresta evitan pasar frente a la Tienda Giovanni. Es que todos los vecinos conocían muy bien a la dueña del bazar, mercería y almacén, Nidia Giovanni (62) y cuánto le había costado hacer que su comercio se transformara en una referencia para la zona.
Nidia acostumbraba relatar a sus allegados y clientes que le había llevado cuatro décadas de trabajo sacar adelante la mercería.
Para los vecinos, los tres crímenes ocurridos el sábado 23 enturbiaron sus fiestas navideñas y ya nada será lo mismo.
Ayer, los pocos pobladores que pasaban en moto o en auto por el lugar, situado en las calles Paysandú y Río Negro, le dedicaban una mirada de un par de segundos a la casa y al comercio. Reflejaban consternación y miedo. “El pueblo sigue conmocionado con la muerte de esas tres personas”, aseguró Nahuel, un vecino.
A menos de 100 metros en línea recta, en la manzana ubicada al frente del comercio, vive el principal sospechoso del crimen, Claudio Andrés Cancelo (35).
La familia del hoy prófugo de la Fiscalía y de la Policía proviene de un barrio periférico de Montevideo. Cancelo tiene cinco antecedentes penales por rapiñas, hurtos y estafas. Llegó al pueblo hace unos años y se instaló en unos ranchos.
Según relataron a El País fuentes del entorno de las víctimas, Nidia Giovanni ayudó en varias oportunidades a Cancelo. Le entregaba comestibles fiado y cuando cayó preso, “dio alimentos al hijo de Cancelo. Inclusive le envió paquetes con comida y ropa a la cárcel”, dijeron.
Cuando Cancelo obtuvo la libertad, regresó al pueblo Estación La Floresta.
“Llegaba e ingresaba a la casa sin golpear. Era considerado una persona de confianza. Inclusive iba al baño como un amigo más sin pedir permiso. También retiraba comestibles fiado”, recordó una fuente.
Pasadas las 12:30 horas del sábado 23, Cancelo y otro cómplice llegaron al lugar en una moto. Sin sacarse los cascos, ingresaron por el comercio y sorprendieron a Nidia Giovanni, a su pareja Carlos (57), al hijo de la comerciante, Fabricio (37), y a Loreana (22), dentro de la casa.
Lo que sucedió después son suposiciones del entorno de las víctimas y de la Policía. Cancelo sabía que Giovanni llevaba encima el dinero de los giros que realizaba para sus clientes y de la recaudación del comercio en un morral que colgaba al frente. Nidia se sentó en una hamaca ubicada contra un muro de tacuaras que limita con el terreno contiguo. Cancelo le habría pedido el dinero y ella se negó, dijo la fuente.
Por eso fue ultimada de un tiro en la boca. El hijo de la comerciante recibió el segundo balazo. El proyectil le ingresó por un ojo y le provocó pérdida encefálica, mientras que Carlos, la pareja de Nidia Giovanni, sufrió un balazo en el abdomen en la cocina. “Es posible que Nidia lo haya reconocido a Cancelo pese a que utilizara un casco. La mató porque no querían dejar pistas que los llevaran a ellos (los dos rapiñeros)”, sostuvo la fuente.
Nidia falleció en el lugar. Sus otros dos familiares fueron trasladados en móviles policiales a centros asistenciales y murieron poco después del ataque recibido.
En el entorno de la familia Giovanni, no pueden creer que alguien ponga en duda la versión de Loreana. “Ella vio cómo mataban a su madre, a su hermano y a su padrastro. Además, tomada como rehén por los delincuentes”, señaló la fuente.
Mostrando entereza, en la misma noche del triple crimen, Loreana no quiso irse de la casa donde vivió toda su vida. La acompañó su hermana, quien vive en la ciudad de Soca y su cuñada, quien quedó viuda. Las tres mujeres se consolaron mutuamente. “Loreana no quería irse de la casa”, explicó la fuente del entorno de las víctimas.
Las historias se cruzan en ese espacio ubicado al norte de la Ruta Interbalnearia. En Estación La Floresta vivían las víctimas y el asesino. Y en Soca, ubicada a nueve kilómetros del escenario del crimen, viven integrantes de ambas familias.
Hoy formalizarían a joven detenido por participar en los asesinatos
La fiscal de Atlántida de 1° Turno, Tania Vidal Irazoqui, solicitará hoy la formalización de la investigación para un joven de 21 años detenido por el triple crimen ocurrido el sábado 23 pasado, en Estación La Floresta (Canelones), dijo una alta fuente policial a El País.
El detenido es investigado por la fiscal Vidal Irazoqui y la Dirección de Homicidios de la Policía canaria, por ir de acompañante en una moto y luego haber ingresado a la Tienda Giovanni, donde ocurrieron los tres asesinatos.
Mientras tanto, continúa la búsqueda del ideólogo de los homicidios, Claudio Andrés Cancelo.
Según la fuente, el prófugo se encuentra deambulando por zonas periféricas de Montevideo de donde es oriundo. En las últimas horas, la Policía realizó un allanamiento en la casa de un familiar de Cancelo en el barrio Monarca. La dueña de la casa expresó que Cancelo le pidió alojamiento y ella se negó.
El hoy prófugo era buscado por la Policía de Canelones desde hace 15 días por haberse tiroteado con otras personas en el balneario Las Vegas Norte, donde residen grupos de delincuentes. A través de caminos vecinales y el puente ferroviario ubicado sobre el arroyo Solís Chico, estos salieron de Las Vegas Norte y se dirigieron hacia Estación La Floresta. De ahí, al balneario Costa Azul, con fines de robo. En el puente colocaron vallas para impedir el paso de motocicletas, pero los ladrones las sortearon con facilidad.
En el regreso, cuando fueron perseguidos por patrulleros, los delincuentes dejaron tiradas sus motos en la orilla y cruzaron el puente, corriendo en dirección a Parque del Plata.