CLIENTES DAMNIFICADOS
Fiscalía recibió cuatro denuncias por estafa; la próxima semana entrarán otras siete. Las pérdidas de estos últimos denunciantes oscilan entre US$ 100.000 y US$ 700.000.
La conocían de toda la vida. Sara Goldring era famosa por sus inversiones y sus ganancias elevadas. Su nombre era sinónimo de solidez, garantía, solvencia y honradez. Hasta el orfebre que elaboró sus anillos de casamiento hace más de 40 años le entregó sus ahorros y los perdió.
Otros clientes fueron sus amigos de toda la vida: compañeros de colegio, de la colectividad, amigos de familiares. Goldring recibió dinero para la compra de acciones que fueron regaladas en casamientos o que un padre entregó a su hijo para que los dos tuvieran inversiones en una misma compañía. Cuando vino la debacle, la amistad de décadas quedó al costado. Sara Goldring durante semanas ocultó a sus clientes que habían perdido los ahorros de toda una vida. Así lo señala el abogado Nicolás Ghizzo, asesor legal de 17 damnificados.
El perfil de las víctimas es variado: profesionales o comerciantes que, con el correr del tiempo, fueron depositando en manos de Goldring sus ahorros a sabiendas de que obtendrían un dividendo superior a que si lo colocaran a plazo fijo en un banco.
Ninguno de ellos es millonario. Son personas que previeron su futuro o la jubilación de sus padres e inclusive, hay un caso de un matrimonio fallecido que tenía colocado un millón de dólares en la empresa corredora de Bolsa para mantener los gastos de su hijo discapacitado.
Para Ghizzo, a sus clientes solo los une la modalidad delictiva, el engaño, el ardid para no entregarles sus inversiones y evitar una corrida. Pero sus perfiles son distintos, dice Ghizzo, ya que algunos de ellos firmaron acuerdos con Goldring de libre administración, otros firmaron y la corredora de Bolsa llenó los documentos, otros recibieron información falsa e incluso la corredora llegó a retirar dinero de la casa del cliente.
“Reitero, mis clientes tenían confianza de larga data con Sara Goldring. Los inducía a error y trataba de cualquier forma de mantenerlos como clientes. Ella quería evitar una corrida”, dice Ghizzo.
El 5 de julio de este año, unos 400 inversores de la Bolsa de Valores recibieron una noticia desalentadora. El Banco Central del Uruguay (BCU) informó que el Directorio del organismo había decidido intervenir preventivamente con suspensión de actividades a las empresas Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A. y a United Brokers S.A. Agente de Valores. Ambas compañías -una corredora de Bolsa y otra agente de valores- pertenecen a la empresaria Sara Goldring. El BCU había advertido irregularidades en el manejo de las inversiones. Los perjuicios superan los US$ 100 millones.
Según abogados de los damnificados, la empresaria comenzó primero con pérdidas, luego trató de recuperarlas mediante el apalancamiento y volvió a perder. Para realizar el apalancamiento, colocó como garantía inversiones de personas que no tenían perfil agresivo. Al volver sus inversiones a tener pérdidas, los bancos custodias de los apalancamientos se quedaron con las garantías. Esa es la hipótesis del abogado Ghizzo sobre lo ocurrido. “Por eso consideramos que dispuso de dinero en forma indebida”, explicó el penalista.
El jueves 4, el BCU trasladó toda la información sobre Goldring a la Fiscalía Especializada en Delitos Económicos, cuyo titular es el fiscal Enrique Rodríguez.
A su vez, Ghizzo solicitó un embargo genérico contra Goldring, el cierre de fronteras para la empresaria y para uno de sus hijos.
El 27 de julio pasado, la inversionista fue citada a declarar en la Fiscalía. También fue convocado un cliente de la corredora de bolsa que perdió los ahorros de más de 30 años -US$ 300.000-. Goldring presentó un certificado médico alegando elevado estrés y cuadros de angustia. El fiscal prorrogó la citación por 20 días.
Ghizzo dijo que iba a promover ante el fiscal Rodríguez que cite a declarar a Sara Goldring para dentro de dos semanas -el 27 de agosto-, ya que hasta esa fecha fue el plazo otorgado por el Ministerio Público.
El penalista agregó que en la próxima semana presentará siete denuncias de clientes, cuyas pérdidas oscilan entre US$ 100.000 y US$ 700.000.
Al ser consultados por El País, los abogados de la corredora de Bolsa, Gonzalo Fernández, Renato Etcheverría y Marcelo Domínguez, declinaron hacer declaraciones.
Embargos
El abogado Ignacio Durán, del estudio Donnangelo, Durán y Sassón, presentó un escrito en la Fiscalía donde solicita medidas de cierre de frontera y embargo de bienes de Sara Goldring. En el documento, Durán también pidió el cierre de fronteras para un hijo de la corredora de Bolsa, por entender que está involucrado en maniobras fraudulentas más allá de que no figure como director o accionista de CVM.
Según el penalista, esta persona estaría por abandonar el país y radicarse en Argentina donde posee varios negocios e inmuebles. “Esta intención de abandonar el país ha llegado a mi conocimiento por varios allegados, y lo mismo ha sucedido con un gran número de damnificados en esta causa en función de que el señor AA ya comunicó a las autoridades de un colegio, que sus hijos no seguirán escolarizados y que debido a la problemática generada por las denuncias, abandonarán el país en las próximas horas”, señala el escrito.
Según supo El País, otros abogados también pidieron medidas similares al fiscal, que estudia si da lugar o no.
Una extraña visita de una hora a una sucursal bancaria
El escrito elaborado por el abogado Ignacio Durán pide a la Justicia el levantamiento del secreto bancario y que se intime a la institución que informe acerca de cualquier contenido económico o documental que se encuentre en cofres fort a nombre de la empresaria Sara Goldring, esposo o hijos.
El documento sostiene que familiares de Sara Goldring habrían trasladado bolsas negras desde las oficinas de la empresa CVM al banco y habrían estado una hora en la institución. “Ello sin dudas debe ser investigado, en aras de que esta conducta permite inferir, sin hesitaciones, la intención inequívoca de ocultar evidencias fundamentales para esta causa, entorpeciendo el accionar de la Justicia”, dice. Y agrega que se presume, dado el tenor del informe del BCU, que “estamos en presencia de varias maniobras delictivas” por el accionar de las personas vinculadas a la empresa CVM. Por ello, el escrito de Durán pide que se intime al banco a que informe dónde fueron alojadas dichas bolsas o el contenido de las mismas y que proporcione las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que se pueda ver los movimientos de los familiares de Goldring.