De estafador millonario a cortar el pasto en Cuchilla Alta: la caída del turco Fatih Aydin

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ferrari turco

PEDIDO DE CAPTURA DE INTERPOL

Hoy se realizará la audiencia de control de detención de Fatih. A partir de esta jornada, Turquía tendrá 30 días para enviar a Uruguay el pedido de extradición del ciudadano turco.

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Era enero de 2018 y una Ferrari de color blanco paseando por Malvín Norte llamó la atención de la Policía. Luego, la foto del auto, rodeado de hombres sin camiseta y algunos descalzos, se hizo viral. Investigadores policiales comenzaron aindagar sobre el dueño del lujoso vehículo y se enteraron que el dueño era un supuesto empresario turco que había venido al país a visitar a su novia. Su nombre era Mehmet Aydin.

Los policías también supieron que en Montevideo se encontraba un hermano de Mehmet, Fatih Aydin.

Pocas semanas más tarde, llegó desde Turquía un pedido de extradición para Mehmet y su hermano por participar en una estafa por 2.000 millones de liras turcas (US$ 500 millones). Había sido realizada a 80.000 ciudadanos de ese país siguiendo el “Esquema Ponzi”, señaló la Suprema Corte de Justicia al dictaminar la extradición de un tercer ciudadano turco.

Mehmet era considerado el líder de la organización y Fatih su mano derecha. La banda fundó en 2016 una compañía que poseía granjas virtuales.

Según Turquía, la organización hizo parecer que tenían instalaciones e inversiones que en realidad no existían, ganando así la confianza de la gente que invirtió. El dinero que se había recaudado mediante este sistema fue transferido a cuentas personales de integrantes de la familia Aydin, y desde allí a otros países.

En Uruguay, los dos hermanos vivían como sultanes. Poseían una mansión ubicada en la Marina Santa Lucía, la Ferrari blanca y unos valiosos terrenos en Punta del Este. El valor de esos bienes superaba los US$ 8 millones.

Al saberse buscado, Aydin abandonó a su novia de Malvín Norte y escapó hacia Brasil.

En un principio, los investigadores de Interpol supusieron que Fatih había seguido los pasos de su hermano, quien luego terminó entregándose en la embajada de Turquía ubicada en la ciudad de San Pablo.

Pero pasó el tiempo y el paradero de Fatih era una incógnita para los policías de Interpol. Sobre él pesaba un pedido de extradición desde Turquía “clave rojo”, que llegó al despacho del fiscal especializado en Delitos Económicos encargado de la investigación penal, Enrique Rodríguez.

En la mañana de ayer, efectivos de Interpol realizaban tareas de patrullaje en el balneario Cuchilla Alta cuando avistaron a un hombre con una descripción similar a la de Fatih. Los policías lo detuvieron y le pidieron documentos. El ciudadano turco les mostró un documento de identidad brasileño que se notaba que era apócrifo. Fue detenido.

Según dijo a El País una fuente del caso, Fatih se instaló en una casa en Cuchilla Alta donde vivía con una pareja y dos hijos producto de su relación de los últimos dos años.

Agregó que Fatih no logró recuperar la fortuna que invirtió en Uruguay junto con su hermano, ya que se dedicaba a cortar el pasto en la zona. “Cuando llegó a la audiencia de la Fiscalía, vestía harapos”, dijo la fuente.

Hoy se realizará la audiencia de control de detención de Fatih. A partir de esta jornada, Turquía tendrá 30 días para enviar a Uruguay el pedido de extradición del ciudadano turco. En la audiencia, un magistrado escuchará los planteos de la Fiscalía, de la defensa y luego definirá si corresponde o no acceder al pedido de extradición.

Otro ciudadano turco, Osman N., que tenía una barraca en las afueras de Las Piedras por la Ruta 5, fue acusado por la Justicia de ser autor de un delito de lavado de activos.

Los abogados de Osman N. llevaron el caso hasta la Suprema Corte de Justicia que mantuvo la acusación, dijo a El País el fiscal Rodríguez.

Después que cumpla con su condena en Uruguay de cuatro años y seis meses de penitenciaría, Osman N. será extraditado a Turquía si así lo dispone la Justicia uruguaya.

Rodríguez habilitó el remate de los bienes incautados -la mansión en la Marina de Santa Lucía y la Ferrari blanca-, y de un yate que pertenecía a un uruguayo que realizó negocios con los hermanos Aydin.

Estafa con granjas virtuales.

El gobierno turco informó a Uruguay que Mehmet y Fatih Aydin, Osman N. y otros integrantes de una banda perpetraron una estafa piramidal en ese país que provocó pérdidas a miles de ciudadanos por el equivalente a US$ 500 millones. Según la Policía de Turquía, el esquema era simple: se trataba de un negocio virtual que ofrecía intereses altísimos a los supuestos inversores. Sin embargo, la empresa no generaba rentabilidad alguna. Los nuevos “inversores” pagaban la cuota y ese dinero iba a los que habían ingresado poco antes. Los estafadores se apropiaron del dinero de miles de incautos y escaparon hacia América del Sur.

Según la agencia de noticias IPA, Mehmet Aydin y Osman N. crearon un juego llamado “Banco Granja”, donde los participantes invertían dinero real a cambio de la promesa de grandes dividendos.

La prensa turca señaló que unas 80.000 personas entregaron dinero a la organización. Poco después, los creadores del sistema huyeron con una fortuna aportada por los jugadores, al mismo tiempo que empezaron a llover las denuncias.

Estafas con el esquema Ponzi

El Esquema Ponzi se denomina así por Carlo Ponzi, un italiano que estafó a muchas personas en los años 20 en Estados Unidos. La estafa consiste en que una persona ofrece gran rentabilidad en inversores y así consigue convencer a la gente para que le preste capital. Los intereses del dinero depositado son pagados con el dinero que invierten los nuevos clientes.

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