Femicida de Natalia Lagos renunció a declarar y lloró durante la audiencia; este mes se define el caso

Este jueves se realizó la última audiencia en la que las partes podían presentar sus pruebas y estaba prevista su declaración; también se mostraron capturas de pantalla e imágenes del hecho.

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Natalia Lagos

La declaración del femicida de Natalia Lagos, joven asesinada en agosto del año pasado, estaba prevista para este jueves, en el marco de la última de las audiencias en las que las partes podían presentar sus pruebas antes de que sean analizadas por el juez. En la misma audiencia, se tomó la declaración de un perito que entregó pruebas materiales, entre ellas capturas de pantalla de mensajes entre Natalia y sus amigos, en los que denunciaba violencia física por parte de su expareja.

La instancia judicial comenzó cerca de las 15:00 horas, segundos después de que el femicida de Lagos ingresara a la sala esposado de pies y manos. El hombre de 30 años llegó y permaneció durante toda la audiencia con un chaleco de Policía colocado. "Se hace a veces por precaución", dijeron fuentes vinculadas con el caso a El País.

Si bien se esperaba que el hombre declarara en esa audiencia, primero fue citado el jefe de Policía Científica de Canelones, Lucio Álvez, quien aportó pruebas, entre ellas fotografías e informes, que fueron admitidas por el nuevo juez del caso, Sebastián Puñales.

Luego de los aportes de Álvez, se realizó una pequeña pausa, tras la cual se iba a llevar adelante la tan esperada declaración, ya que hasta el momento el femicida se había negado a hablar.

Al retomar la audiencia, el juez dio lugar a la defensa del imputado, quien había ofrecido su declaración como prueba, aunque finalmente anunció que renunciaban a ese derecho. Para ese entonces el acusado se encontraba mirando hacia abajo —no levantó la cabeza desde que comenzó hasta que terminó la audiencia— y llorando. De la misma forma se retiró del Juzgado de Atlántida, negando con la cabeza dentro de un patrullero policial.

Los alegatos de clausura de las partes serán el próximo jueves, donde si bien el hombre de 30 años tiene la posiblidad de hablar, ya no será tenido en cuenta como prueba para el juez, quien contará con 15 días para tomar una resolución.

El equipo fiscal, encabezado por Ignacio Montedeocar, pidió la máxima pena posible en Uruguay, siendo de 30 años de prisión junto con 15 años de medidas eliminativas, lo que significa un total de 45 años.

Por parte de la familia de la víctima estuvo presente la abogada Valeria Campos, que integra el equipo defensor con Rafael Silva y Nicolás Pereyra.

En total declararon más de 30 personas, entre familiares, amigos, policías y distintos peritos.

Edificio del Juzgado de Atlántida. Foto: Eduardo Barreneche

Capturas de pantalla y fotos

La presencia del jefe departamental de Policía Científica permitió conocer pruebas fotográficas sobre el hecho, tanto en la primera escena —casa donde se quedaba Natalia—, como en el peaje de Soca, donde finalmente falleció.

Las primeras imágenes mostraron la casa en la que se encontraba Lagos junto con un amigo, ubicada en las calles 6 y W de Parque del Plata. La documentación fue realizada desde la parte de afuera, donde se veía una reja, hasta el interior. "Se hace desde lo general a lo particular", aportó Álvez.

Adentro de la vivienda, las pertenencias se encontraban desordenadas, y sobre un colchón se alcanzaba a observar una gran mancha de sangre, perteneciente al amigo de Natalia que fue apuñalado por su expareja al momento de irrumpir para llevársela. En el piso también se apreciaban salpicaduras.

Con respecto a la escena del peaje, Álvez fue consultado sobre la visibilidad y condiciones de circulación y pavimento, a lo que respondió que en ambos casos eran buenas.

Tanto en el carril en el que se trasladaba el auto como en los próximos se veían partes de un auto que quedó completamente destrozado en su parte frontal. Adentro del vehículo se encontraban el cuerpo de la víctima y dos cuchillos con una hoja de casi 30 centímetros. Uno de ellos tenía sangre, ya que fue el utilizado para apuñalar al amigo de Natalia.

Por último, en las capturas de pantalla presentadas, la víctima hablaba con personas cercanas sobre la violencia que recibía por parte de su ex pareja. "Me cagó a palo cuando llegué", "ayer me llamó y me amenazó" y "me dijo que me iba a matar si no hablaba con él", decían algunos de los mensajes.

El crimen

Lagos mantuvo un noviazgo de casi un año con su homicida. Luego de terminar el vínculo en julio de 2023, lo denunció por varios episodios de violencia, así como acosos y amenazas posteriores.

Por las noches era acompañada por familiares o amigos para que no pasara sola, dado al miedo que le generaban las amenazas de su expareja.

En las primeras horas del 2 de agosto del año pasado, el ahora imputado llegó a la vivienda donde se encontraba Lagos. Ella estaba con Franco Aranda —un amigo que la acompañaba esa noche. El agresor “tiró la puerta abajo”, golpeó a Aranda y lo apuñaló en el abdomen, mientras que le decía a su exnovia: “Si no es conmigo, no va a ser con nadie”.

Luego se llevó a Lagos en el auto de Aranda, quien quedó tirado y ensangrentado —aunque consiguió sobrevivir. Aceleró el vehículo a la altura del peaje de Soca ubicado en la ruta 8, en el kilómetro 50,5, e impactó contra una protección de hormigón. Lagos falleció en el momento del choque, mientras que quien había sido su pareja tuvo heridas leves.

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