Fernando Cristino enfrenta el riesgo de terminar en la cárcel

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Fernando Cristino cuando enfrentaba una conyuntura menos complicada que la actual. Foto: Archivo

JUSTICIA

El relacionista público fue acusado ayer de tres delitos y declaró como imputado en una causa por emitir cheques sin fondos.

El periplo de ayer del relacionista público, Fernando Cristino, estuvo muy lejos del glamur que conoció en días y noches puntaesteñas. Fue dado de alta del hospital Vilardebó luego de una crisis generada el miércoles 1 por un altercado con un funcionario de un hotel de Punta Carretas.

La discusión entre Cristino y el empleado del hotel se debió a que el relacionista público quería alojarse en el lugar cuando tenía una supuesta deuda.

Un patrullero lo recogió ayer del hospital Vilardebó y lo trasladó a otro centro para que lo revisaran. De ahí, lo llevó hacia la Seccional 10° en Pocitos, el mismo lugar donde Cristino fue derivado en la noche del miércoles 1 luego del episodio en el hotel.

En dicha comisaría también generó un escándalo con amenazas y golpes a un policía en esa noche tumultosa. Ayer Cristino pasó unas horas en la seccional tranquilo y de semblante sereno.

Tras recibir la orden del fiscal Diego Pérez, quien investiga los incidentes en el hotel, los policías trasladaron al relacionista de la comisaría a la Fiscalía para ser interrogado. A las 16:00 horas de ayer, Cristino llegó a la Fiscalía en un patrullero con vidrios polarizados. El interrogatorio de Pérez duró más de dos horas. Cristino, asesorado por el abogado Darwin Graña, hizo un relato de lo ocurrido. Señaló que había realizado el pago de lo que adeudaba al hotel, pero que éste no había sido acreditado. Y declaró ante el fiscal Pérez que golpeó a un comisario de la Seccional 10° porque éste lo había insultado.

“Lo hice porque me faltaron el respeto. Se burlaron de mí”, contó horas más tarde Cristino en rueda de prensa.

“Me discriminaron (en la seccional) y eso no lo voy a permitir a nadie. Nunca. Ellos eran tres y yo era uno. No voy a permitir que nadie me falte el respeto a mí ni a ninguna persona ni gay, ni lesbiana, ni nadie. Yo antes que nada soy persona”, expresó.

Luego de testificar en la Fiscalía, Cristino fue trasladado al Juzgado Penal donde fue acusado por el fiscal Pérez por los delitos de violencia privada y lesiones personales por la agresión al funcionario del hotel y un delito de atentado por golpear a un policía de la Seccional 10°.

El fiscal llegó a un acuerdo con el abogado de Cristino para la suspensión condicional del proceso. Se le impuso al relacionista público la obligación de constituir domicilio, la prohibición de acercamiento al hotel donde se generó el incidente en un radio de 200 metros y la obligación de presentarse semanalmente a la seccional de su domicilio. Cristino también deberá realizar tareas por un plazo de dos meses bajo un régimen de cuatro horas por semana.

En una fecha y lugar a determinar, Cristino y Graña brindaran una conferencia de prensa donde el relacionista público dará su punto de vista personal sobre los incidentes en el hotel y en la Seccional 10° y el abogado explicará los detalles del expediente penal.

Los cheques.

Cristino enfrenta otras dos causas generadas por la emisión de tres cheques sin fondos que rondan los US$ 20.000. El librado de dos cheques diferidos sin fondos es investigada por Pérez y de un cheque al portador rebotado es indagado por el fiscal Leonardo Morales.

Pérez dijo que seguramente ambas causas se iban a unificar y agregó que Cristino ya fue indagado por una de ellas. En caso de que se le impute el delito de libramiento de cheques sin fondos, Cristino corre riesgo de ir a prisión porque ya tiene antecedentes penales por la formalización de ayer. Puede, en caso de tener dinero, pagar los montos de los cheques y esas causas quedan sin efecto.

El viernes 19, Cristino presentó en la Fiscalía una denuncia penal por supuestas amenazas de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón.

La llamada al fiscal por la salud del relacionista

El fiscal de Flagrancia, Diego Pérez, dijo ayer que, en sus 25 años de carrera, es la primera vez que recibe una llamada de la Institución Nacional de los Derechos Humanos interiorizándose por la salud mental de un imputado. “Me parece algo muy loable”, dijo el fiscal en alusión al gesto de la Institución Nacional de los Derechos Humanos. No obstante, lamentó que dicho organismo no se preocupara por muchos casos que ocurren a menudo.

“Pero celebro esa política de la Institución y espero que ésta se siga aplicando con los múltiples imputados que tenemos en esas condiciones” , señaló Pérez. Consultado sobre cuál fue el planteo de la Institución, Pérez dijo que la preocupación de la entidad apuntó a que se brindara a Fernando Cristino las garantías pertinentes a una persona con una crisis. “Aparentemente había dudas de que se brindaba esas garantías. Nuestra fiscalía se precia de ser muy garantista y preocuparse de todos los extremos”.

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