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Fiscal: Sara Goldring hizo perder más de US$ 20 millones a 40 inversores

El fiscal Enrique Rodríguez pidió a la jueza María Helena Mainard que trabara embargo y solicitara, mediante exhortos internacionales, la inmovilización de cuentas bancarias de Sara Goldring en EE.UU.

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Fiscalía General de la Nación
Fiscalía General de la Nación.
Foto: Estefanía Leal

El próximo miércoles quedó fijada la audiencia en el Juzgado Especializado de Crimen Organizado de 2° Turno, donde se discutirá la formalización de la investigación contra la corredora de Bolsa Sara Goldring (74), por un eventual delito de apropiación indebida.

“La imputada, en su calidad de presidenta del Directorio de Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) se apropió, convirtiéndolo en provecho de un tercero, de los activos que le fueron confiados y entrega- dos por muchos de sus clientes y respecto de los cuales tenía una obligación de restituir o hacer un uso determinado de los mismos”, señaló el fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, en el pedido de formalización de la investigación contra Goldring.

Las pérdidas generadas a unos 400 clientes por ese eventual ilícito oscilan entre US$ 50 millones y US$ 100 millones, según abogados denunciantes.

En un escrito de 12 páginas dirigido a la jueza especializada de Crimen Organizado de 2° Turno, María Helena Mainard, el fiscal Rodríguez afirmó que de las evidencias recolectadas durante la investigación quedó probado que los denunciantes sufrieron pérdidas millonarias mediante la utilización de “opciones put” en el mercado bursátil. Una “opción put” es un contrato que le da al comprador el derecho de vender un activo a un precio determinado antes de una fecha de vencimiento estipulada por ambas partes.

“(Las opciones put) se trataban de un producto de inversión de mucho riesgo que podría determinar, como finalmente ocurrió, importantísimas pérdidas para los clientes de Custodia de Valores Mobiliarios”, explicó el fiscal Rodríguez en su pedido de formalización al que tuvo acceso El País.

Para poder operar en Estados Unidos, Goldring utilizaba las llamadas “cuentas ómnibus” que concentran el dinero de un grupo de inversores. Ello permite operar en el sistema financiero de Estados Unidos.

Según el fiscal, los primeros clientes que sufrieron pérdidas considerables con las caídas de la acciones fueron aquellos que tenían un perfil agresivo en la empresa Custodia de Valores Mobiliarios.

Para asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los inversionistas de la empresa Custodia de Valores Mobiliarios, una entidad financiera ubicada en Estados Unidos exigía mantener una garantía en dinero o en valores.

Sin embargo, en ningún momento la firma Custodia de Valores Mobiliarios, a través de su directora Sara Goldring, exigió a esos inversores que presentaran una garantía para el caso de que el capital que habían invertido no fuera suficiente para cubrir las pérdidas generadas por las ventas de “opciones put” en las que incursionaron, insistió el fiscal.

Rodríguez dijo, en su escrito, que las pérdidas de los inversionistas agresivos, que carecían de garantías y habían invertido en “opciones put”, arrastró a otros que estaban en la “cuenta ómnibus” y que tenían un perfil que se podría calificar de moderado.

Goldring utilizó “en forma indebida e inconsulta” los fondos de los inversionistas llamados poco agresivos para “solventar” las pérdidas sufridas por los clientes que sí habían invertido en “opciones put” de mayor riesgo, agregó la Fiscalía. “Es decir, la imputada (Sara Goldring) se apropió, convirtiéndolo en provecho de un tercero, de los activos que le fueron confiados y entregados por muchos de sus clientes y respecto de los cuales tenía una obligación de restituir o de hacer un uso determinado de los mismos”, afirmó Rodríguez.

El fiscal insistió sobre el punto al señalar que en los contratos que la empresa Custodia de Valores Mobiliarios suscribía con sus clientes “en ninguna de sus cláusulas” se les advertía a estos que su dinero podía ser empleado para cubrir las pérdidas de terceros en inversiones en las que nada tenían que ver.

De tal magnitud fueron las pérdidas, que Goldring reconoció en la Fiscalía que para que no se produjera una corrida de clientes al enterarse de lo que estaba ocurriendo, “les ocultó a estos información”.

En el pedido de formalización de Goldring, el fiscal citó un informe del Banco Central del Uruguay, fechado el 3 de mayo de 2023: “Los valores y efectivo disponible (de la imputada y sus empresas) en los bancos no son suficientes para devolver sus saldos a los clientes con posiciones positivas”.

Según el escrito de la Fiscalía, el Banco Central del Uruguay advirtió que “existe un faltante” para devolver a los clientes que tienen cuentas en efectivo de US$ 23 millones. En esta situación, dijo el fiscal, hay más de 400 clientes.

Asimismo, agregó, más de 40 clientes tienen un saldo de efectivo negativo por las pérdidas en las inversiones que realizó Goldring, que según estimaciones del Banco Central del Uruguay y la Liga de Defensa Comercial (Lideco), asciende a una cifra que supera los US$ 20 millones.

El fiscal recordó que Goldring procuró un “salvataje” para minimizar las pérdidas de los clientes que implicó la utilización de patrimonio propio y de las empresas por unos US$ 25 millones.

El fiscal Rodríguez calificó de “incorrecta”, “irregular” y “desviada” la actuación de la empresa Custodia de Valores Mobiliarios a través de su presidenta.

Además

Se ocultó pérdidas a clientes, dice fiscal

El fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, informó a la Justicia que quedó “acreditado” en la investigación que en los estados de cuenta que se remitían por la empresa Custodia de Valores Mobiliarios “no se reflejaban” las pérdidas ni la realidad económica de cada cliente. Ello, agregó, redundó en que los mismos al no enterarse de los “graves” perjuicios económicos sufridos, “no pudieran” tomar decisiones o dar instrucciones a la corredora para evitar que se siguiera dando la fuga de su capital en defensa de sus propios intereses. O sea que Goldring “falseaba” los estados de cuenta que enviaba a sus clientes, dijo el fiscal Rodríguez. Y agregó tal extremo beneficiaba a Goldring y a su empresa porque de “esa forma artificial” evitaba que se le fueran los clientes y que retiraran el saldo del capital que aún les quedaba.

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