Dos personas, un hombre y una mujer, fueron imputadas con arresto domiciliario y otra fue enviada a prisión por su presunta vinculación con un tiroteo que dejó a un joven muerto y otro peleando por su vida en el asentamiento Los Reyes el pasado 14 de agosto. Si bien hasta el momento no se tienen certezas sobre el móvil del ataque, Fiscalía presume que se trató de sicariato a raíz de deudas por droga.
La fiscal de Homicidios de 4to Turno, Andrea Naupp, pidió que se formalice la investigación contra dos hombres, de 20 y 26 años —ambos con antecedentes—, por los delitos de homicidio agravado y lesiones, y a una mujer de 19 años por encubrimiento. Si bien el juez Diego González aceptó la formalización, no otorgó prisión preventiva para todos, como había solicitado la fiscal.
La resolución del juez fue que uno de ellos, el de 26 años, fuera a prisión preventiva hasta el 15 de febrero, mientras que la joven, que es su pareja, y el otro individuo de 20 años quedaron con arresto domiciliario durante el mismo plazo.
El día del homicidio
Minutos después de las 18:40 horas del 14 de agosto, un joven de 24 años y otro de 20 iban en un auto por Matilde Pacheco de Batlle y Ordóñez y Pasaje C, en el asentamiento Los Reyes. Una moto color rojo los interceptó y de ella se bajó otro hombre —el que ahora se encuentra en prisión— y disparó varias veces antes de darse a la fuga.
Los dos ocupantes del auto fueron heridos de bala. El mayor falleció en el lugar debido a los múltiples impactos, mientras que el otro fue trasladado a un centro asistencial y todavía está recuperándose en estado delicado.
El momento del hecho fue capturado por cámaras de seguridad privadas, que fueron complementadas por otras del Ministerio del Interior que ayudaron a reconstruir el recorrido. Además, testigos que pidieron reservar su identidad describieron la escena e identificaron al autor de los disparos. Lo mismo hizo el sobreviviente del ataque.
Después de la balacera, los delincuentes se dirigieron hacia una casa a pocas cuadras, la misma de la que habían salido. De esta vivienda, que es la del hombre que permanece en la cárcel, se incautaron las prendas de vestir que este había usado en el hecho. También se encontraron celulares que fueron fundamentales para terminar de establecer vínculos entre los ahora imputados.
Otros allanamientos realizados el día previo a la audiencia de este lunes, a la que pudo acceder El País, permitieron incautar la moto que utilizaron los homicidas para trasladarse, aunque esta se encontraba pintada de negro. "Parecía pintada con aerosol, pero igual se llegaba a traslucir el rojo —color original", dijo la fiscal.
La investigación todavía cuenta con elementos que no fueron analizados, así como otros que resta por recabar, por lo que algunas incógnitas no han sido respondidas. Aún así, el equipo fiscal tiene la sospecha de que se trató de sicariato, un homicidio por encargo debido a deudas de drogas.
Discusión por los roles
Lo único que no fue discutido en la audiencia fue el papel del hombre de 26 años que actualmente se encuentra en prisión preventiva, que se presume que fue quien descendió de la moto para efectuar los disparos.
Con respecto al de 20 años, Fiscalía planteó que fue quien ofició de conductor de la moto. Esto fue discutido por su defensa, y también puesto en duda por el juez González. "Lo único que puedo acreditar por ahora es que prestó su moto para que sea usada en el homicidio", dijo, ya que se confirmó que el vehículo era propiedad del joven.
Existió un extenso intercambio entre las partes con el objetivo de determinar si quien había sido registrado por las cámaras como el conductor de la moto, era efectivamente él. Fiscalía mostró imágenes previas a la balacera, en las que se lo identificaba —por características físicas e indumentaria— recorriendo la zona junto al autor de los disparos. Lo mismo ocurrió con filmaciones posteriores al hecho y otras en las que se lo veía salir desde la casa de su madre.
El punto de desencuentro fue causado porque en la imagen del momento de los disparos, la indumentaria del conductor de la moto parecía ser distinta a la de las tomas anteriores. La persona tampoco llegaba a ser identificable a simple vista.
"Es sabido que los delincuentes se cambian de ropa para no ser identificados", dijo la fiscal para argumentar que el joven pudo haberse colocado otra prenda al momento del hecho. "Utilizan la táctica cebolla, con muchas capas. Es más lógico que haya hecho eso a que alguien le hubiese cambiado la moto por el camino", agregó. La discusión tuvo que ver con que entre la última vez que se lo captó antes del homicidio, y el momento del hecho, hay algunos minutos de distancia.
"Está claro que es la persona que anda en la moto antes y después, pero no queda claro que sea el del momento" del ataque, insistió el juez. Finalmente tanto él como la mujer de 19 años fueron imputados con arresto domiciliario.
Por último, con respecto a la mujer, pareja del imputado de 26 años, Fiscalía se basó en chats extraídos de uno de los celulares incautados para confirmar su participación en el crimen.
"Fea, decile a mamá que gracias por preguntar, que estamos todos bien. Que ta, el Andrés sí fue, pero no hay pruebas ni nada. Si preguntan, que no, no se sabe nada, que según él no fue", decían algunos de los mensajes. "Por las dudas yo estoy acá, igual ya sacamos todo", escribió también.
Fiscalía apeló ambas medidas de arresto domiciliario, solicitando nuevamente la prisión preventiva para los dos. "La medida actual no es acorde a la gravedad del hecho y la plataforma fáctica", argumentó.
-
Juicio que enfrentó a Díaz y Edelman termina con fallo favorable a ella; exfiscal defendía a coautor de crimen
Un muerto tras explosión de un apartamento en Reducto; 14 vecinos resultaron intoxicados por humo
Pelea entre presos en la cárcel de Santiago Vázquez terminó con un incendio y seis lesionados