Un hombre fue condenado a pagar más de $ 500.000 a una joven y su familia por haberla atropellado con un auto. Su objetivo era dañar a su expareja, que iba como acompañante en la moto manejada por la demandante. El padre del hombre también fue condenado, ya que era el dueño del vehículo con el que su hijo atacó a las víctimas. Existían antecedentes por violencia doméstica, además de otros delitos.

El Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 3er Turno se pronunció a comienzos de este mes sobre este caso, que ocurrió en abril de 2022 en el departamento de Treinta y Tres. La madre de la adolescente fue quien se presentó ante la Justicia, ya que su hija era menor de edad al momento de los hechos.

En la demanda explicó que la joven se encontraba conduciendo una moto por la Avenida Artigas cerca de la medianoche, con una amiga como acompañante, cuando el ahora condenado comenzó a seguirlas. De un momento para el otro frenó, las dejó pasar y aceleró hasta chocar. La moto fue derribada por el impacto y el atacante huyó de la escena.

El hombre había sido pareja de la chica que iba como acompañante en la moto, y tenía orden de restricción debido a reiterados delitos de violencia doméstica, desacato y lesiones contra ella, por lo que había sido condenado a 10 meses de prisión.

En la demanda que fue presentada ante la Justicia por parte de la familia de la conductora de la moto reclamaron daño moral por las lesiones físicas que sufrió y que “afectaron su vida personal”. Esto último, debido a que el ataque le provocó “miedo a salir en moto, depresión y angustia”, según surge de la sentencia a la que accedió El País.

Esos daños fueron estimados en $ 400.000 por los denunciantes, que fijaron el mismo monto por daño moral para la madre de la víctima debido al “estrés generado por la situación vivida por su hija menor, lo que repercutió en su salud”.

A su vez sumaron $ 60.000 por daños a la moto y $ 140.000 por pérdida de ingresos por no poder trabajar por una semana, así como gastos de taxi para transportarse.

Si bien tanto el juez de primera instancia como el Tribunal acogieron parte de la demanda, el monto estuvo lejos de ser el reclamado por la familia de la víctima.

En una primera instancia, un juez estableció el monto a pagar en $ 460.000 dividido entre los diferentes reclamos, y desestimó que el padre del agresor haya intervenido, por lo que lo dejó por fuera de la condena.

Ante esta resolución, los demandantes resolvieron apelar, por lo que el caso estuvo siendo estudiado varios meses por el Tribunal de Apelaciones, hasta que finalmente presentó su definición en las últimas semanas.

Los jueces del Tribunal dieron la razón a la familia sobre la vinculación del padre del agresor, ya que era el dueño del vehículo utilizado para embestir a la joven. “En consecuencia se presume que ostenta la guarda de la cosa”, dice la sentencia.

Debido a que la demanda no fue contestada por los indagados, estos no pudieron demostrar que el vehículo haya sido transferido de forma legal de padre a hijo.

“Es responsable del siniestro y debe ser condenado en forma conjunta con su hijo”, continúa el documento.

El monto total fue otro de los cambios luego de la resolución del Tribunal y así se llegó a la cifra de $ 560.000.

Foto: Darwin Borrelli/Archivo El País.

El juez de primera instancia había entendido pertinente fijar los daños a la conductora de la moto en $150.000, igual que a su madre. El total de la pena, sumando otras cifras de dinero que surgían del resto de los reclamos, quedó en $ 460.000. Pero esto cambió luego de la reciente resolución del Tribunal de Apelaciones. Ante el recurso presentado por parte de los demandantes, el análisis de los jueces del tribunal resultó en un aumento de $ 100.000, ya que consideraron que lo que se estaba pagando por daño moral a la joven conductora, víctima del siniestro, era insuficiente. El resto de las partes que conformaron la pena fueron confirmadas por el tribunal, ya sea el dinero a pagar a su madre, como los daños del vehículo y el lucro cesante, significando un total de $ 560.000.