“Estoy harta de ser la víctima”, confesó una de las afectadas por Operación Océano

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Fiscalía. Foto: Gerardo Pérez.
Fachada del edificio sede de la Fiscalia General de la Nacion, ubicado en la esquina de Cerrito y Misiones, Ciudad Vieja, Montevideo, ND 20181221, foto Gerardo Perez, - Archivo El Pais
Gerardo Perez/Archivo El Pais

“EL PROCESO JUDICIAL FUE DOLOROSO”

La chica repitió su historia ante Fiscalía diez veces durante 18 meses y sufrió estrés post traumático.

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Una de las afectadas en el marco de la Operación Océano dijo, en conversación con El País, que sufrió estrés post traumático debido a su caso de abuso y agregó que el proceso judicial amplificó su dolor dado que tuvo que concurrir más de 10 veces a la Fiscalía para declarar y conversar con diversos técnicos. “Fui a repetir lo mismo que me había pasado a diferentes personas, personas que me miraban de diferente manera y reaccionaban de diferente forma a las cosas que yo decía”.

Por eso, decidió “desentenderse” lo más posible de las noticias relacionadas a la investigación. “Al día de hoy ni siquiera sé en qué está el caso”, expresó. La angustia y nerviosismo provocó que no quisiera “ni tocar el celular” por temor a que le solicitaran volver a declarar o hablar del tema en la Fiscalía. “El proceso judicial fue híperdoloroso y entiendo que empeoró por la pandemia”.

Mencionó un caso puntual que sucedió en 2020 cuando un psicólogo de la Fiscalía le hizo una pericia que duró cuatro horas para verificar que la adolescente pudiera declarar y por el malestar emocional que le generó, decidió no ir a la siguiente.

Aseguró que “no fue la persona que la pasó peor” entre las víctimas, aunque durante ese año y medio tuvo que ingerir antidepresivos porque “no me podía levantar de la cama”. La joven no entiende por qué le insistían en volver a contar lo sucedido si en la Fiscalía ya habían grabado su narración, “nunca lo supe”, señaló.

La Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía le ofreció un certificado que le permitía ausentarse de la universidad y de su trabajo porque estaba en un proceso judicial, pero ella no lo utilizó. “Sentía que me reexponía y ni siquiera lo quise aceptar”, comentó.

Ni la Fiscalía ni su defensa le podían decir cuándo se iba a terminar el proceso y eso fue un gran obstáculo para que ella superara lo sucedido. La chica, que hoy tiene 21 años, contó que la situación fue “muy delicada” y ella misma se llegó a presionar más de lo que lo hizo el resto de las personas involucradas. Ella fue una de las perjudicadas en el marco de la Operación Océano -el proceso judicial por explotación sexual de adolescentes- por agresiones de un profesor que trabajaba en el colegio al que ella asistía cuando tenía 17 años.

La chica sufrió abusos por parte de otras personas anteriormente, pero en 2020 fue la primera vez que lo dijo e hizo algo al respecto. “Sentí la responsabilidad de salir adelante y de hablar de la situación porque el no haberlo hecho antes me generó impotencia”. Para superar el trauma, se tuvo que apoyar mucho en la psicóloga con la que realiza terapia dado que sentía que la solución “no podía recaer en nadie”. “Yo empecé a declarar y no le dije a nadie; mi madre se enteró de lo que estaba pasando meses después”, rememoró.

Otro aspecto que empeoró la situación de esta involucrada en la Operación Océano, es que el agresor vive a cinco cuadras de su domicilio. “La mayoría de los ómnibus que tengo para volver de donde estudio o trabajo, pasan por la puerta de su casa, entonces es horrible”, dijo la chica. Pero lo que más la deja intranquila es que el imputado sabe donde vive.

La mujer de 21 años accedió a hablar con El País porque ella no supo reconocer, por su edad, que estaba siendo víctima de una situación de abuso. “Si esto llega a alguien que no se está dando cuenta de lo que está viviendo, quizá (mi testimonio) le abra los ojos”. “Yo ya sufrí mucho y estoy harta de ser la víctima, es un peso que no quiero cargar”, manifestó la chica con la voz quebrada. Y agregó que para dejar de estar en esa posición cree necesario reflexionar sobre los motivos por los cuales sufrió los abusos para, el día de mañana, saber qué tiene que “cambiar para evitar determinadas situaciones”.

“Esto me afectó toda la vida y estoy cansada de estar en esta situación en la que me pone el exterior porque después de que le contás estas cosas a otra gente, te ven como la víctima. Y entiendo que es desde el lado de la empatía, pero también es muy agotador”. De todas formas, quiere que se haga justicia, “por eso seguí declarando hasta el final”, afirmó, y añadió: “Pero no quiero que esto me coma toda la vida”.

11 personas a juicio oral y 13 serán sobreseídos

El fiscal de Corte, Juan Gómez, ofreció el viernes 13 una conferencia de prensa para informar sobre la presentación de la acusación fiscal de la Operación Océano. Dijo que se ha trabajado “con determinación y compromiso” para cumplir con la promesa de hacer “lo que fuera correcto”. Finalmente, 20 personas han sido responsabilizadas por la trama; nueve de ellas mediante un proceso abreviado y otras 11 irán a juicios orales. Fueron acusadas por el delito de retribución o promesa de retribución a menores para que realicen actos sexuales.

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