HOMICIDIO

El caso por el que un joven mató a su amigo con una chumbera de aire comprimido en Tacuarembó a principio de este año impactó a todo el país. El litigio para determinar qué tipo de responsabilidades hubo en la tragedia continúa y tuvo como último suceso la presentación por parte de la Fiscalía de Tacuarembó de un recurso de casación ante la Suprema Corte de Justicia.

La presentación del recurso se da luego de que el Tribunal de Apelaciones de 1er Turno en lo penal, modificó la tipificación del delito por el que Fiscalía formalizó al agresor.

Para esta última, se trató de un homicidio doloso -es decir con intención-; mientras que para el Tribunal se cuenta con evidencia de un homicidio culposo -sin intención.

Adicionalmente, el Tribunal decidió revocar el fallo que había enviado a prisión preventiva al agresor y decidió modificarlo por una medida de prisión domiciliaria.

Según manifestaron fuentes de la investigación, que Fiscalía haya presentado un recurso de casación ante un cambio del Tribunal de Apelaciones de esta índole, “no tiene precedentes”.

La acción de Fiscalía, encabezada por la fiscal Mabel Brites, es respaldada por la defensora de los familiares de la víctima, Karen Pintos. La abogada asegura que hay evidencias claras que permiten avanzar hacia un juicio, formalizando al agresor de su defendido por un homicidio especialmente agra-vado.

El homicidio según Pintos se sustenta “en pruebas ya diligenciadas” en la reconstrucción de los hechos. Allí se supo que el agresor disparó primero a Facundo, luego cargó el arma y disparó a otro amigo en el brazo. Este segundo disparo lo hizo mientras Facundo estaba tirado en el suelo.

Por otra parte, la abogada señala que también se pudo identificar “que el homicidio se cometió con la presencia de un menor”, lo que representa un agravante “dispuesto en el artículo 311, inciso 5° del Código Penal”.

Ante estas pruebas la abogada espera que la Suprema Corte de Justicia falle a favor de la Fiscalía y se pueda avanzar hacia una pronta resolución.

“Nada va a devolverle la vida a Facundo, ni la paz a la familia; pero la falta de justicia ante este hecho recrudece el dolor de toda una sociedad”, indicó.

Facundo Cuadrado, a quien hace mención la abogada, fue el protagonista de la tragedia que ocurrió en febrero de este año. El joven de 18 años, estaba en un campamento con cuatro de sus amigos, cuando fue baleado por uno de ellos a título de “broma”. Así lo describieron los otros tres testigos de los hechos, quienes aportaron insumos claves para la investigación.

Producto del disparo el joven estuvo internado más de un mes, por muerte cerebral. Transcurrido este tiempo murió en el hospital de Tacuarembó.

Según se extrajo de la reconstrucción de los hechos, el grupo había armado una carpa a unos 20 minutos de caminata de la casa principal de la chacra y en un momento de la noche se quedó sin alcohol. Ante esto el agresor de Facundo decidió ir hasta la casa a buscar más cerveza. Lo hizo acompañado de otro joven del grupo.

Este último agarró varias cervezas. El agresor le dijo: “Andá que me voy a cambiar de botas” y el muchacho comenzó a caminar solo hacia el campamento. En ese momento el agresor agarró una chumbera con amortiguador de nitrógeno y se dirigió en dirección a donde se encontraban los otros amigos. Cuando llegó al campamento, se parapetó detrás de unos arbustos y comenzó a disparar.

El primer disparo golpeó a Facundo; el segundo efectuado, a otro de los amigos en el brazo. Por este último hecho, al agresor se le formalizó también en todas las instancias por un delito de lesiones graves.