Víctor Hernández cenaba en su casa en La Paloma, Rocha. Era fines de 2012. En frente, en una casa ubicada al lado de la comisaría y que pertenece al Ministerio del Interior, un subcomisario festejaba su cumpleaños.
Hernández escuchó unos tiros y salió a la puerta a ver qué ocurría. El balazo lo impactó en un brazo y lo tiró al suelo. La bala entró por la axila, perforó un pulmón, pasó a cinco milímetros del corazón, cortó su médula espinal y le partió la columna vertebral, tal como informó el programa Santo y Seña (Canal 4) el 7 de agosto.“Yo me quedé en silla de ruedas”, dijo ayer Hernández a El País.Luego del disparo, Hernández fue asistido en Rocha y luego trasladado al Hospital de Clínicas donde fue operado e internado en el CTI.Acompañado por su hermano Daniel, Hernández comenzó a recibir visitas esporádicas del entonces director general de Secretaría, Charles Carrera y de la exdirectora de Asuntos Internos, Stella González.
En un principio, los entonces jerarcas del Ministerio del Interior propusieron a los hermanos Hernández el alquiler de un pequeño apartamento en las cercanías del Hospital Policial. Pero esa solución fracasó. El 13 de julio de 2013, Hernández fue internado en el Hospital Policial para realizar tareas de rehabilitación. Durante tres años tanto la víctima como su hermano pudieron utilizar las instalaciones sin necesidad de abonar nada, según consta en documentos a los que accedió El País.El gasto generado por el hermano en recuperación era enorme en pañales y sondas. “Carrera me ofrece dinero. En un principio me dio $ 10.000 en efectivo de su propio bolsillo. No sabemos las razones. Salió de él entregarnos ese dinero”, dijo Víctor.Mientras tanto, el entonces jerarca del Ministerio del Interior hacía gestiones para conseguirles tickets de alimentación por $ 20.000 a Víctor y a Daniel Hernández. “Al mes siguiente a la entrega del dinero, aparecieron los tickets de alimentación. Son los mismos que les dan a los policías”, remarcó la víctima.
El País: Ustedes eran civiles, ¿verdad?Víctor: Sí, Los tickets de alimentación los cobramos hasta 2016 cuando regresamos a La Paloma.Daniel: Él (Carrera) hizo la gestión por los tickets. Él entendía que era como una ayuda. Nosotros no la pedimos. Era como para cubrir parte del daño sufrido por mi hermano.En 2016, los Hernández iniciaron una demanda civil y una denuncia penal al Ministerio del Interior y la ayuda se terminó. El 20 de diciembre de 2016, una camioneta los llevó como siempre a La Paloma. Ellos no sospechaban que se trataba de un viaje solo de ida. A los pocos días, una ambulancia llevó la historia clínica de Víctor Hernández. “La demanda civil que hicimos cortó todo”, recordó la víctima.
"Lio interno"
Carrera y González mantuvieron una charla con los hermanos Hernández en el Ministerio del Interior en 2013. Uno de los hermanos grabó la conversación que fue reproducida por el programa Santo y Seña .“No hagan comentarios porque es totalmente excepcional esto que ustedes estén ahí. Porque eso nos hace lío en la interna nuestra de la Policía”, dijo Carrera. González agregó: “Si hacen muchos comentarios va a aparecer un diputado o un senador que pregunte por qué les están dando asistencia”.Carrera insistió: “Yo les pido en serio, por favor, no hablen. Nosotros los vamos a seguir apoyando porque asumimos la responsabilidad. No es acorde a derecho. Es justo por justicia. Pero no acorde a derecho porque nosotros no tenemos por qué colaborar”.