El hombre que entró a robar a la casa de una fiscal adscripta de Homicidios se llevó únicamente la computadora de la Fiscalía y un reloj. Bastante más a la vista que esos dos objetos, estaba una computadora personal de una marca más cara y otras cosas de valor, que decidió no llevarse. Eso, y el hecho de que llegó a la escena en auto, son algunos de los elementos que hacen que la fiscal Lucía Nogueira, que investiga el hecho, crea que “no fue un hurto más”, sino que fue “por encargo”, según dijo en la audiencia de formalización. El presidente del gremio de los Fiscales, Willian Rosa, en tanto, confirmó a El País que Inteligencia trabaja en el caso para determinar quién está detrás del hecho.

Lograron llegar a esta persona tras un intenso análisis de cámaras de seguridad que hay cerca de la casa de esta fiscal. Así, determinaron que había llegado al lugar en un auto Citroen, el que estacionó a la vuelta de la casa de la víctima.

Cuando lograron dar con el vehículo, vieron que estaba a nombre de la Cooperativa de Obreros de Taxímetros Unidos y uno de sus referentes informó que ese auto había sido vendido dos meses antes por el valor de US$ 5.700. Así llegaron al imputado, que tiene varios antecedentes penales.

A su vez, cotejaron con las cámaras que se trata de él, por su aspecto y por su forma particular de caminar.

La investigación determinó que ingresó en tres oportunidades a la casa de la fiscal, con un intervalo de pocos minutos entre sí. Esto fue así debido a que no encontró la computadora que buscaba con facilidad.

La primera vez, tomó una mochila negra que tenía en su interior un par de lentes, un perfume y auriculares inalámbricos. Pese a que tenía todos esos objetos que podrían considerarse de valor, salió con ella y la tiró en el frente de la casa. No tenía, según la Fiscalía, lo que buscaba.

Así fue que volvió a entrar en dos oportunidades y dio con otra mochila negra —muy similar a la primera— que sí tenía la computadora en su interior. Estaba sobre una silla que, al estar pegada a una mesa, no quedaba a simple vista.

Otra cuestión que llamó la atención de la fiscal Nogueira fue que, una vez fue detenido el delincuente, su abogado Pablo Casas manifestó que un pariente del imputado le había entregado a él una computadora que presuntamente era la robada. El imputado —quien defiende que el hurto fue “al azar”— tenía el elemento robado y no lo había vendido ni se había deshecho de él a un mes del robo.

Además, justificó Nogueira, tenían estudiados los movimientos de la fiscal puesto que ingresó a la vivienda en un momento en que no estaba ella ni otras personas.

En estas horas, las autoridades se encuentran periciando la computadora para confirmar que efectivamente sea la robada y para intentar determinar si alguien intentó acceder a información sensible. Desde la Fiscalía General de la Nación, se informó semanas atrás que este tipo de dispositivos tienen sistemas de encriptación y que nadie podría acceder a los datos de las investigaciones.

Cedida a El País

La fiscal que fue víctima de este hecho participa de la investigación de casos de alta sensibilidad, que involucran guerras entre bandas de narcotraficantes de mediano porte y homicidios por ajustes de cuentas. A la luz de eso, es que Inteligencia intenta determinar quién estuvo detrás de este hurto por encargo y si está directamente vinculado a sus investigaciones, confirmó el presidente de la Asociación de Fiscales a El País.

Como gremio, los fiscales expresaron preocupación por los hechos y pidieron que se genere un protocolo de seguridad para este tipo de episodios.

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