Redacción El País
Los vecinos de Río Negro llevaban meses reclamando que los radares del departamento les cobraban multas excesivas, lo que derivó en que la Intendencia resolviera agotar el contrato con la empresa y, por ende, solicitar su retiro.

En este sentido, el intendente Omar Lafluf explicó a El País que no rescindieron el contrato, sino que le comunicaron a la empresa que se había agotado "el recurso económico de la licitación abreviada por la cual se adjudicó", por lo cual solicitaron el retiro de los radares cuatro días atrás.

No obstante, Lafluf aseguró que 20 días antes se había hecho una inspección del LATU y otra de técnicos de Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) y ambas concluyeron en que no había errores de medición.

En el día de ayer, un grupo de vecinos denunció "irregularidades en este sistema de fiscalización y control a través de la foto multa tanto de las cámaras como de los cinemómetros", según dijo el fiscal de 2° Turno, Joaquín Suárez, a Subrayado (Canal 10). Y hoy la presencia de dos hombres retirando los radares los inquietó, por lo que presentaron nuevas denuncias al no estar seguros de si esas personas estaban autorizadas para retirarlos o manipularlos.

Como medida cautelar, se registró la camioneta y se incautaron los radares que habían retirado. "A efectos de que se realice un correcto y total relevamiento y en primera instancia determinar si había autorización o no para el retiro de los mismos", añadió Suárez. Posteriormente, confirmaron con la Intendencia que la medida estaba autorizada.

La denuncia de los vecinos incluye una inquietud respecto al origen de los radares, ya que sospechan que podrían haber ingresado por contrabando. Consultado al respecto, Lafluf dijo que la denuncia por la importación de los equipos excede a la Intendencia y que, en todo caso, corresponde a Aduana.