Interior había avisado a jueza por salidas irregulares de narco que se fugó; iba al aeropuerto, a Casavalle y al Prado

Le dieron domiciliaria luego de que presentara documentos falsos; solo podía ir desde su casa a su mutualista, pero se trasladaba sin impedimentos

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Aeropuerto de Carrasco
Aeropuerto de Carrasco.
Foto: Leonardo Mainé

Redacción El País
La Oficina de Supervisión de Libertad Asistida (OSLA) avisó en julio a la jueza de Crimen Organizado de 2° Turno, María Helena Mainard, que el narcotraficante Juan Antonio González Bica no estaba cumpliendo con las condiciones de su prisión domiciliaria. El delincuente tenía permitido ir hasta su mutualista y regresar a su casa, pero el seguimiento que se hizo de su tobillera electrónica mostró que realizaba recorridos diferentes, incluso yendo en varias oportunidades al viejo y al nuevo aeropuerto.

Mainard había otorgado la prisión domiciliaria a González Bica en mayo. Lo hizo luego de que se le entregaran tres informes: unos del Instituto Técnico Forense (ITF), otro del comisionado parlamentario para el sistema carcelario Juan Miguel Petit y otro de sus supuestos médicos tratantes. Todos ellos eran falsos: advertían que el narcotraficante tenía problemas renales y no podía dializarse en el Penal de Libertad.

Pero más allá de esto, según documentación a la que accedió El País, la OSLA, dependiente del Ministerio del Interior, envió un escrito el pasado 20 de julio a la jueza Mainard que decía que González Bica había incumplido al menos dos veces con las condiciones de prisión domiciliaria.

La primera vez fue el 13 de junio. Ese día salió de su domicilio a las 14:53, a las 15:41 llegó a su mutualista y las 18:26 se fue. Debería haber retornado a su casa, pero no lo hizo. Se dirigió rumbo la Ruta 101 y luego ingresó al viejo aeropuerto de Carrasco. A las 19:20 se fue y llegó a su hogar a las 19:46.

El 19 de junio, en tanto, salió de su casa a las 11:21 horas. A las 12:12 estuvo en un domicilio en Casavalle, a las 12:18 salió de allí y a las 12:32 arribó a otra vivienda en el Prado. Se fue dos minutos más tarde y a las 13:09 recién llegó a su mutualista. Se retiró a las 14:32 -lo que generó sospechas puesto que su proceso de diálisis debía durar unas tres horas- y a las 14:42 atravesó la puerta del Montevideo Shopping. Salió 14:51 y regresó a la mutualista, a la que llegó 15:01. A las 16:50 se volvió a ir y a las 17:17 ingresó de vuelta al aeropuerto viejo; salió 17:24, un minuto más tarde paró en una estación de servicio, volvió a partir a las 17:31 y a las 17:33 estuvo en el estacionamiento de la rotonda de ingreso del nuevo aeropuerto. A los 25 minutos continuó su viaje y llegó a su casa a las 18:51. El delincuente, hasta su fuga, vivía en La Floresta.

¿Quién es?

González Bica tiene 38 años. Luego de varios ingresos a prisión por crímenes relacionados con el tráfico de drogas, el 18 de junio de 2022 fue formalizado en el marco de la Operación Pitágoras, que terminó con la incautación de 423 kilogramos de droga (251 kilos de pasta base y 172 kilos de cocaína), además de varios vehículos, armas y dinero en efectivo. Él y su banda fueron detenidos cuando transportaban la droga en una camioneta que simulaba ser una ambulancia.

Es un “golpe muy duro al narcotráfico”, aseguró el ministro Luis Alberto Heber en conferencia de prensa tras la detención. En los últimos días el ministro ha sido uno de los más críticos en cuanto a la prisión domiciliaria para narcotraficantes. Incluso este tema se incluiría en un artículo de la Rendición de Cuentas, que hace que los jueces pidan la historia clínica de los prisioneros antes de beneficiarlos con prisión domiciliaria por temas de salud.

En su momento, González Bica recibió primero una medida cautelar de prisión preventiva hasta el 30 de setiembre de 2022, a cumplirse en el Penal de Libertad. Fue en febrero de 2023 que fue condenado a más de cuatro años de prisión por delitos vinculados al narcotráfico. En mayo de este año fue que la defensa del narcotraficante solicitó a la jueza que pasara a un régimen de prisión domiciliaria por una enfermedad renal por la que requería recibir tratamiento de diálisis. Fuentes del caso dijeron ayer a El País que todavía no está claro si Bica en realidad estaba enfermo, y “tampoco se sabe si cuando estaba con prisión domiciliaria, cuando iba a la mutualista, entraba o se quedaba en la puerta”.

Bica se fugó tras romper su tobillera. No se sabe el día exacto en que esto pasó, sí que fue en el mes de agosto. La Policía fue a su casa, no lo encontró y así se enteró del escape.

El falsificador

El domingo 17 pasado, El País informó que el falsificador Matías Campero no solo consiguió, a través de los documentos apócrifos, la excarcelación de González Bica, sino que también hizo lo mismo con Antoni Suárez, un líder narco de Villa Española. Este, que estaba en el Penal de Libertad, logró que lo trasladaran a una clínica para adictos. Al conocerse la maniobra, el delincuente volvió a la prisión.

El viernes 22, en tanto, El País consignó que una investigación de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid) constató que otro jefe narco, Miguel Leal, estuvo solo tres meses y 15 días en la cárcel cuando debía cumplir una condena de cuatro años y siete meses de penitenciaria. Gracias a certificados médicos falsos, que también habrían sido suministrados por Campero, Leal consiguió que le dieran prisión domiciliaria. El narcotraficante fue detenido luego, momentos antes de realizar una entrega de estupefacientes.

El método de Campero era simple pero eficaz: pedía en el juzgado el expediente del narcotraficante que lo contrataba. En una distracción, arrancaba una hoja y la sustituía por otra con datos falsos, como ser historias clínicas -todos los narcos que sacó tenían supuestas enfermedades renales o cardíacas. El cambio pasaba desaparecido por los funcionarios judiciales que tomaban la información como válida.

Campero estuvo en dos ocasiones en la cárcel por estafa. Salió la última vez hace cinco años. Es probable que ahí “descubriera” que podía hacer dinero fácil con el ejercicio de la abogacía. Campero falsificó un carnet de abogado y salía a conseguir clientes entre los presos y sus familiares. Decía que estaba inhabilitado para ejercer y solicitaba a abogados conocidos que firmaran los expedientes a cambio de dinero.

Además

Instan a que jueces pidan historia clínica

A propuesta del Partido Nacional, y en medio de la polémica por la fuga de narcotraficantes, se agregó en la Cámara de Senadores un artículo a la Rendición de Cuentas que insta a los jueces a tomar mayores precauciones antes de resolver sobre prisiones domiciliarias de delincuentes.

En concreto, lo que se busca es agregar un inciso al artículo 228 del Código de Proceso Penal (CPP). Este diría que: “En todos los casos y previo a decidir, el Juez deberá solicitar siempre la historia clínica al prestador de salud” del prisionero.

Esto corre para todos los casos en que la defensa solicite la prisión domiciliaria de la persona ya condenada.

El inciso fue impulsado por el senador Rodrigo Blás, que presentó la iniciativa tras los reclamos del Ministerio del Interior por las liberaciones que se han hecho en los últimos tiempos a narcotraficantes.

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