Los dos policías que en la madrugada del pasado sábado abatieron a un joven de 26 años en el Cerro declaran en las próximas horas ante la fiscal de Homicidios Adriana Edelman, mientras el Ministerio del Interior inicia una investigación administrativa para saber si hubo un "corrimiento" del procedimiento por parte de los funcionarios.

Según la versión aportada por Interior el sábado, sobre las cinco de la madrugada de ese día funcionarios policiales patrullaban en el Cerro cuando vieron a un joven en una moto en una “actitud sospechosa”. El ministerio comunicó que los policías comenzaron a perseguirlo y, en un momento, el joven giró en “u” generando que los policías le dieran la voz de alto.

El hombre habría ignorado la advertencia y continuado su marcha. La versión del ministerio señala que es allí cuando los policías efectúan un disparo al observar que el sujeto habría hecho un ademán de tener un arma.

Cien metros después del disparo, el hombre detuvo su marcha y cayó.

La versión de la familia de Santiago Barreto es diferente a la señalada en primera instancia. Según relató el tío de la víctima en diálogo con Subrayado, Luis Peñalva, su sobrino habría continuado la marcha ya que no contaba con libreta de conducir y no quería que se le retirara el vehículo.

Esta versión especifica que el joven se encontraba en la zona esperando para encontrarse con una mujer, pero que al ir hacia ese lugar se topó con el control policial y decidió evitarlo. Allí comenzó la persecución policial por la calle Gribaltar, entre Japón y Berna.

La familia agrega que el joven paró en la puerta de la casa de su abuela cuando fue herido de bala por la espalda. La versión de la familia agrega también que no fue uno sino dos disparos los que recibió.

La familia pide que los testigos de la zona declaren ante Fiscalía, aunque señalan que algunos manifestaron que tienen temor a hacerlo. En primera instancia, el caso ingresó a la fiscalía de Flagrancia. Este domingo, los funcionarios tuvieron una primera declaración y la fiscal Valentina Valenti dispuso una serie de medidas limitativas. El lunes el caso pasó a Homicidios.

El caso está en manos de la fiscal Adriana Edelman que encomendó la realización de una serie de pericias y prevé tomar declaraciones a los policías investigados y a testigos del hecho en las próximas horas.

Los efectivos que protagonizaron el episodio están libres, pero bajo medidas limitativas.

Por otra parte, en el Ministerio del Interior se informó a El País, se inició una investigación administrativa para determinar si hubo un “corrimiento” del procedimiento. Este lunes, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, dijo que si los policías “cometieron un error tienen que pagarlo”.

“Hay que estar en el lugar, hay que escuchar a los policías, estar en el patrullaje. Lo que sucedió es lo que nosotros vamos a acotar. Si hubo un corrimiento los policías van a tener que hacerse responsables”, apuntó en diálogo con Arriba Gente (canal 10), y añadió: “Todos los seres humanos cometen errores y hay errores que hacen que se pierda una vida”.

“Si uno mira el caso se pregunta ‘¿esto está bien?’ y aparentemente no. Pero yo no soy fiscal, ni tampoco soy de los que baten el parche y enjuicia con el dedo a la Policía. Espero que la Justicia actúe y la investigación administrativa investigue”, afirmó.