JUICIO ORAL
La fiscal del caso pidió una pena de cinco años y siete meses de prisión para dos uniformados; defensa de policías habla de “disparate”.
¿Homicidio o tragedia? Eso es lo que se intentará dirimir cuando comience el juicio oral por la muerte de Santiago Cor, de 20 años, quien falleció en el marco de una persecución policial al impactar contra un árbol.
La fiscal del caso Bárbara Zapater presentó la semana pasado el pedido de acusación para los dos policías involucrados en la persecución que derivó en la muerte del joven. Zapater entiende que se trató de un caso de abuso de funciones “en reiteración real con un homicidio a título de dolo eventual” y pidió una pena de cinco años y siete meses de prisión para ambos policías.
La defensa de los uniformados, llevada adelante por el penalista Andrés Ojeda, entiende que de confirmarse el pedido de la representante del Ministerio Público “marcaría un antes y después en el accionar policial”.
Durazno
La muerte de Cor tuvo lugar en la localidad de Santa Bernardina (Durazno), luego de un almuerzo con amigos. Según el pedido de acusación de Zapater, al que accedió El País, el pasado 9 de agosto de 2020 el joven de 20 años, “al igual que otros domingos” se juntó a comer con amigos en la casa de su novia. Sobre las tres de la tarde decidieron ir al Parque de la Hispanidad. Lo hicieron en dos vehículos. Santiago le pidió a su amigo, que se había comprado una moto nueva, que lo dejara manejar. Se subieron y atrás de ellos, en otra moto, se trasladaba la novia del Cor que, según se explica en el texto presentado por Zapater, le sacaría fotos mientras conducían.
Por otro lado, ese mismo día, dos policías pertenecientes a la Dirección de Tránsito de la Jefatura de Durazno trabajaban en el control y prevención del tránsito. En determinado momento, los efectivos estaban “apostados sobre el puente viejo del río Yí” y las dos motocicletas pasaron por el lugar.
Los uniformados comenzaron a seguir a la moto de Cor y su amigo hasta que lo alcanzaron y se colocaron uno a cada lado del vehículo. En ese momento, según la acusación de Zapater, los funcionarios policiales “sin identificarse y mediante gritos y golpes en el brazo de la víctima le ordenan que se detenga”.
“Ante el desconcierto que ello provoca en Santiago, este decide acelerar ya que se asusta por la forma de cómo es abordado por los policías”, argumenta la fiscal. Y a partir de ese momento comenzó una persecución. Para la representante del Ministerio Público, el joven de 20 años decidió acelerar porque se vio “sorprendido” por el “accionar arbitrario e injustificado” de los policías.
Para la defensa de los uniformados, en cambio, el joven era consciente de que los dos funcionarios del Ministerio del Interior lo estaban siguiendo para que detenga su marcha. “No es sostenible decir que no sabía que estaba siendo parado por policías, opinó el abogado Ojeda.
Lo cierto es que en el marco de esa persecución policial, que duró unos 400 metros, Cor perdió el dominio de la moto y terminó impactando contra un árbol y falleció a los pocos días. La fiscal intentará demostrar (en el juicio oral) que se trató de un abuso de funciones y eso derivó en un homicidio. La defensa de los policías, en tanto, argumenta que el factor determinante en la muerte de Cor es que “este escapó de la Policía” y que el procedimiento “fue correcto”. “Jurídicamente hablando, este pedido (de la fiscal) es un disparate”, opinó Ojeda.
En la acusación fiscal, Zapater argumenta que ambos uniformados actuaron de forma “abusiva y arbitraria en el ejercicio de sus potestades como funcionarios policiales” , que la persecución fue “infundada” y que la actitud de los efectivos “excedió con creces la actividad que debían cumplir”. Es por esto entiende la fiscal que “era previsible”, dado el contexto, que se “ponía en riesgo la vida” de Cor, razón por la cual le tipificó el homicidio a título de dolo eventual.
Para el abogado defensor de los policías, en cambio, se trató de “una tragedia por donde se lo mire”, pero “no reporta responsabilidad de la Policía”. Ojeda advirtió que “si hay una condena (por parte de la Justicia) básicamente derogarán la capacidad de perseguir de la policía”.
“Eliminarían las persecuciones policiales. Ningún policía podría seguir a más nadie”, sentenció. Ahora la defensa deberá contestar la acusación de la Fiscalía y luego de un juicio oral, la Justicia deberá expedirse si se trató de un homicidio en el marco de un abuso de funciones o si el accionar policial fue correcto y lo que terminó sucediendo fue una tragedia.