DURAZNO
Andrés Ojeda, abogado del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom) indicó a El País que “es muy duro el mensaje” que se dio tras la imputación de los efectivos.
El 9 de agosto de 2020 Santiago Cor, de 20 años, estaba almorzando con su novia y unos amigos en una casa ubicada en la localidad Santa Bernardina (Durazno). Terminaron de comer y Cor le pidió a uno de ellos si podían ir en su moto a dar una vuelta por el lugar. Cor iría manejando y su amigo de acompañante.
Durante el viaje tomaron una calle llamada Avenida Churchill y, en determinado momento, vieron a dos efectivos de la Policía de Tránsito estacionados. No les prestaron demasiada atención, pero a los pocos metros, según la investigación de la fiscal Bárbara Zapater, se dieron cuenta que atrás de ellos iban estos agentes persiguiéndolos.
Ambos funcionarios policiales comenzaron a seguirlos, también en sus motos, porque habían notado una infracción de tránsito. Esta, según declararon, fue que la moto tenía el caño de escape con tronador, lo que genera un fuerte ruido y está prohibido por la legislación departamental.
Los efectivos se acercaron y dieron la voz de alto para que detuviera la marcha. El joven, según indicó la fiscal Zapater en una audiencia realizada ayer a cuyo contenido accedió El País, “continuó” andando y “apresuró la apacible velocidad que traía ya que se había asustado por el actuar policial”.
Cor, agregó la Fiscalía, “intentó acelerar para que estos depusieran de su actuar, ya que no entendía qué ocurría”.
En determinado momento, según el argumento presentado por Zapater, los efectivos alcanzaron a la moto ubicándose un policía a la izquierda de Cor y otro a su derecha. Allí comenzó un intercambio de “manotazos” entre el joven y uno de los policías que pretendía que se detuviera.
En ese entonces el joven aceleró el vehículo y logró sacarle unos metros de ventaja a los efectivos. Estos, comenzaron una persecución para poder detenerlo. Para la Fiscalía, la misma fue a “una velocidad excesiva”.
En el marco de esa situación, Cor perdió el control del vehículo y terminó chocando contra un árbol. A raíz de las heridas que sufrió en la colisión a los pocos días murió.
“Los funcionarios policiales imputados iniciaron una persecución policial a un ciudadano por más de 300 metros a una velocidad excesiva en una zona que no lo permite por ser de paseo, altamente arbolada y con una curva pronunciada, sin motivación valida alguna”, argumentó ayer Zapater ante la Justicia.
A raíz de lo sucedido, la representante del ministerio público solicitó que ambos efectivos que participaron de la persecución fueran imputados por un delito de homicidio a título de dolo eventual en reiteración real con un delito de abuso innominado de funciones.
La Justicia, entonces, hizo lugar a la formalización de la investigación penal contra los efectivos.
Andrés Ojeda, abogado del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom) indicó a El País que “es muy duro el mensaje” que se dio tras la imputación de los efectivos.
“Los policías simplemente lo siguen, me parece desmedida (la resolución) y creo que es un mensaje muy peligroso. Si esto se sostiene en un juicio oral tendremos que decirle a cada policía de nuestra República afiliado a nuestro sindicato, que nuestro mensaje y recomendación es que no sigan a nadie más, no importa lo que hayan hecho”, reflexionó el abogado de los policías.
El caso se resolverá durante un juicio oral
a Justicia hizo lugar ayer a lo que solicitó la Fiscalía y se decretó el inicio de la investigación penal contra ambos efectivos. Estos esperarán el juicio oral en libertad. En esa instancia judicial se determinará si son responsables de la muerte del joven de 20 años o no. Para el abogado Andrés Ojeda “si el Policía pide la detención (de la marcha del vehículo) la persona debe detenerse”. “Si no se detiene y la persona se da a la fuga, ¿la Policía tiene que permitir que se vaya o seguirlo hasta detenerlo?”, reflexionó.
La imputación de los policías despertó la polémica ya que la Justicia entendió que había elementos para comenzar a investigar a los efectivos por un homicidio simple a título de dolo eventual. Sin embargo, la defensa de los policía insiste en que lo persiguieron porque se fugó.