Fiscal de Corte Juan Gómez requerirá de un tratamiento "relativamente prolongado" y sigue internado

Se encuentra internado en el Sanatorio Americano. Desde la familia expresaron su agradecimiento a los medios de comunicación por la preocupación y al personal de salud que lo ha atendido estos días.

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Conferencia de prensa del fiscal de Corte, Juan Gómez. Foto: Estefanía Leal/Archivo El País
Fiscal de Corte Juan Gómez continúa internado y requerirá de un tratamiento prolongado
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
El fiscal subrogante de Corte, Juan Gómez, continúa internado y requerirá de un tratamiento "relativamente prolongado", según informó este viernes el director de Comunicación de Fiscalía, Javier Benech.

Benech señaló que desconoce el diagnóstico de Gómez, ya que la información clínica es reservada, y explicó que el fiscal está internado en el Sanatorio Americano. El vocero señaló que desde la familia expresaron su agradecimiento a los medios de comunicación por la preocupación y al personal de salud que lo ha atendido estos días.

Gómez fue internado por un quebranto de salud el pasado miércoles 27 de diciembre. Deberá hacer uso de licencia al menos por un mes para su tratamiento y recuperación. Durante este tiempo es subrogado por la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero.

Ella es la fiscal de mayor antigüedad en el cargo, entonces subrogará a Gómez de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 27 de la Ley n° 19.483 en la redacción dada por el artículo 406 de la Ley n° 20.075.

En su cuenta de Facebook el pasado jueves, Benech le dedicó una breve narración a Gómez, destacando una "enseñanza de vida" que el fiscal de Corte subrogante le dio.

"A pesar de ser pleno agosto aquella era una mañana primaveral. El sol entibiaba la vereda y de camino a Fiscalía pude ver como los rayos prematuros confundían a las plantas al punto que ya habían comenzado a romper los primeros pimpollos y los pájaros se cortejaban en una danza alborotada. El viaje en ómnibus transcurrió de forma monótona, así como las cuadras que separan la parada de Paraguay y Paysandú de la sede central de Fiscalía, en gran parte porque mi mente estaba absorta en las complicaciones de aquel día en el que sabía que habría una actividad superior a la habitual", comienza la anécdota publicada en el muro de Facebook del director de Comunicación de Fiscalía.

"Al llegar y traspasar la primera puerta de vidrio me sorprendió ver a dos personas de origen muy humilde conversar con la policía de guardia. La primera impresión que me dio una de ellas era que en algún tiempo había sido una linda mujer, pero que la vida la había maltratado a tal punto que las grietas en su rostro y la tinta de color cobrizo ya decadente hacían imposible adivinar su edad. A todas luces el hombre que la acompañaba se había empeñado en vestirse con sus mejores ropas para la ocasión: un pantalón gris gastado, camisa de color arena –que posiblemente haya sido blanca en algún momento– y zapatos negros de suela muy lisa pero lustrados. En su mano colgaba una chismosa –de las que recuerdo que mi madre me daba para ir al almacén cuando era chico– llena de papeles y documentos", agrega.

Fiscal Juan Gómez.
Fiscal Juan Gómez.
Foto: Estefanía Leal.

Luego continúa y recuerda el diálogo que tuvo con las personas:

- Buen día— les dije al entrar.

- Quieren hablar con el doctor Gómez— se adelantó la policía.

- Sí, no nos vamos sin hablar con él— respondió la pareja al unísono.

"Al subir la escalera señorial de la Fiscalía me dirigí directo al despacho de Gómez. Estaba desde temprano estudiando un expediente con el mate todavía sin empezar y un paquete de galletitas al agua a medio terminar", relató.

- Buen día, Juan. Tenés gente abajo esperándote.

- Sí, ya sé— me respondió sin levantar la vista de los papeles.

- Me parece bien que atiendas a la gente, pero quizás podemos fijar un día a la semana para que lo hagas y así ordenar un poco la agenda— agregué preocupado por lo repetitiva que estaban siendo esas visitas inesperadas y las complicaciones que eso suponía para la gestión del organismo.

En ese instante, Gómez levantó la cabeza y se sacó los lentes de leer. Mordió la punta de la patilla un par de segundos y me dijo:

- Javier ¿vos sabés lo que cuesta un boleto para determinada gente? Si vinieron hasta acá, ¿cómo no los voy a atender?

"En un momento que estás complicado de salud, gracias por esa enseñanza de vida, Juan", señaló Benech.

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