La jueza María Noel Odriozola concedió la extensión de la medida cautelar para Gustavo Penadés y Sebastián Mauvezín. Estarán presos preventivamente hasta el 6 de febrero, cuando habrá una nueva audiencia en la que se debatirá si es necesario continuar con la medida.
Odriozola argumentó que la semiplena prueba no ha disminuido para ninguno de los dos y que, para Penadés, incluso ha aumentado. A su vez, sostuvo que los riesgos de que se entorpezca la investigación y los riesgos para las víctimas siguen vigentes.
La abogada de Penadés, Laura Robatto, dijo que no iba a apelar "porque no hay garantías" y se refirió a la transmisión en streaming de la audiencia: “Que la gente vea cómo funciona la Justicia en Uruguay”.
La Fiscalía que lidera Alicia Ghione había pedido que la medida se extendiera por seis meses más. Argumentó que los riesgos para el proceso seguían vigentes y que Penadés y Mauvezín, desde sus casas, podían frustrar la causa o fugarse. El riesgo de fuga fue descartado por la juez.
Las defensas de ambos imputados se opusieron y solicitaron que fueran a arresto domiciliario. Insistieron en que las víctimas ya declararon —por lo que no puede frustrarse esa etapa— y que Penadés ya no es un poderoso senador como era en marzo de 2023, sino que es un ciudadano que fue sometido al "linchamiento mediático". Sumaron que ninguno de los participantes de "la trama" estaría en condiciones de auxiliarlo.
Una vez terminó de hablar la abogada Robatto, se arrimó Penadés y le acarició el brazo, lo que suscitó que el exsenador comenzara a llorar. Su colega, Homero Guerrero, siguió con la alocución y solicitó que se le concediera el arresto domiciliario con tobillera y custodia, lo que luego fuera descartado.