La Justicia resolvió enviar a prisión preventiva a los tres hombres implicados en el secuestro de una mujer y la privación de libertad de un hombre. Contemplando otros delitos que se tipificaron y la gravedad de estos, el juez Sebastián Amor determinó que los implicados deban cumplir 150 días de prisión preventiva, a pedido del equipo de Fiscalía de 4° Turno en Maldonado.
Ignacio Montedeocar, fiscal a cargo de la investigación, especificó durante la audiencia de formalización realizada ayer que los imputados participaron en dos hechos ocurridos en diferentes días, pero conectados entre sí.
Uno de los secuestradores fue una presunta víctima de estafa por lo que junto a los otros dos implicados decidieron tomar represalias.
Privación de libertad a presunto estafador
La serie de hechos por los que se acusa de varios delitos a los tres hombres comenzó el pasado 15 de junio. Los implicados -junto a otro hombre aún sin identificar- salieron desde Montevideo en busca de quien sería responsable de una estafa contra uno de ellos.
El grupo de hombres sabía el nombre y apellido del presunto estafador, a quien se le había abonado la suma de US$ 3.000 para que trabajara en la ampliación de una cabaña. El contrato que habían firmado especificaba la construcción de dos dormitorios, una cocina, un baño y una barbacoa. Lo que alegan los imputados es que el hombre no realizó el trabajo y se quedó con el dinero.
Sin haber hecho una denuncia, y con el objetivo de ejercer justicia por mano propia, los implicados se acercaron hasta un refugio en Maldonado en el que presumían se encontraba su objetivo. No estaba allí, por lo que se acercaron hasta un centro asistencial de la zona donde estimaban podría estar un compañero suyo.
El hombre trabajaba en el lugar como portero y se encontraba en aquella tarde de junio, en el vestuario del lugar. Cuando los cuatro atacantes llegaron no mediaron palabra con él y lo sacaron a la fuerza de su lugar de trabajo. Desde allí lo metieron al auto en que se transportaban y comenzaron a alejarse hacia las afuera del departamento.
Según las pruebas que extrajo la Fiscalía de los teléfonos celulares de los implicados, allí lo golpearon y lo amenazaron. “Te vamos a matar”, le decían. Mientras tanto, lo obligaban a asegurar que se les iba a reembolsar su dinero; incluso, lo bajaron del vehículo y lo golpearon con un bate de béisbol.
Más tarde lo liberaron sobre una zona oscura de la ruta, no sin antes robarle su ropa, los championes y un teléfono celular. Según declaró, la víctima tampoco hizo la denuncia por miedo.
“Tuvieron un arranque de impotencia”
Marcela, la madre de uno de los imputados -el hombre estafado- aseguró que el accionar de su hijo y el resto de los implicados en el secuestro fue “un arranque de bronca, impotencia y falta de pensamiento”.
Según el relato de la mujer, lo que sucedió no es justificable de todas formas, porque el grupo “obró mal”. De todas formas habla de una Justicia que “deja libres a personas que estafan sin control, porque cuando se encontraron con mi hijo la mujer y el hombre, seguían arruinando a la gente”, sentenció la mujer.
Se trata de una postura que compartió la abogada del joven, al asegurar que este “entendió que si hablaba con ellos, en términos fuerte, iba a tener su dinero”. Sin embargo, la Fiscalía valoró que el accionar de los tres imputados tuvo objetivos ilícitos y careció de remordimientos en tomar medidas que pusieran en riesgo la vida de las víctimas.
Fue con estos argumentos que además solicitó la prisión preventiva, bajo el entendido de que los implicados podrían poner en riesgo la investigación al intentar comunicarse con los damnificados, fugarse del país o impedir determinadas pericias a la Fiscalía actuante. Durante la audiencia de formalización Montedeocar aseguró: “Si hicieron esto por US$ 3.000, qué no harán para evitarse varios años de cárcel”.
Días después, secuestraron a la pareja y pidieron rescate
El segundo incidente ocurrió cinco días después, el 20 de junio, cuando los implicados contactaron a la supuesta empresa que los había estafado. Para esto crearon un perfil de Facebook falso y coordinaron una reunión con dos responsables de esta.
La cita era en el camino La Pataia, a pocos kilómetros de la Ruta 12, hasta donde se acercó una mujer y un hombre. Ambos se presentaban miembros de un emprendimiento que construía cabañas. Cuando llegaron fueron interceptados por los cuatro hombres, quienes comenzaron a reclamarle su dinero.
Estaban armados y preguntaban por el dueño de la empresa, a quien reconocían como su estafador. La mujer que se acercó al lugar aseguró ser pareja de quien buscaban los secustradores y se ofreció a contactarlo para resolver los problemas.
Los implicados accedieron, pero para esto decidieron secuestrar a la mujer de 35 años y dejar en libertad al hombre de 40. Este último debía ir a buscar el dinero, pero en su lugar realizó la denuncia ante la Policía.
La Justicia pudo conocer, a través de las conversaciones telefónicas, los pormenores del secuestro.
Los hombres enviaban audios extorsivos donde reclamaban el dinero a cambio de la vida de la mujer.
“En media hora quiero la plata acá”, decían en uno de los audios. En otros se amenazaba con que si no aparecía el dinero estaban dispuestos a asesinar a la mujer.
El rápido accionar policial permitió dar con los implicados a bordo de una camioneta gris doble cabina. Junto a ellos se encontraba la mujer secuestrada, quien rápidamente fue puesta en libertad.
A los implicados se los detuvo y luego trasladó a Fiscalía donde se les tipificaron varios delitos, además del secuestro, como privación de libertad agravada por la violencia ejercida; rapiña; hurto y violencia privada.
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