Eran las 5 de la mañana del 22 de julio de este año cuando Carlos Bidondo (53), alias "el Colo", salió de su casa en el pueblo Santiago Vázquez para ir a trabajar en la sede del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Bidondo solo debía caminar unos 250 metros que separaban su hogar de la parada de ómnibus situada frente a la plaza del pueblo en la avenida Luis Batlle Berres.

Dos horas más tarde, sus compañeros del ministerio no lo vieron llegar. Eso les extrañó porque Bidondo no era un funcionario faltador y tampoco había avisado que estuviera enfermo. Uno de ellos llamó al celular de Bidondo; le dio apagado.

Al otro día, Bidondo tampoco fue a trabajar. Como los amigos y sus compañeros de trabajo se conocían de los asados que éste organizaba en su casa, uno de los funcionarios del MTOP llamó por teléfono a Mario Benetti, un empleado del Banco de Previsión Social (BPS) y amigo de Bidondo desde la infancia, para avisarle sobre sus inasistencias.

Benetti y su hermano concurrieron a la casa de Bidondo, ubicada en la intersección de las calles Betete y Pasaje de la Vía en el pueblo Santiago Vázquez. En la vivienda se encontraba el padre, que es no vidente, y una hermana de Bidondo. La mujer dijo a los dos hermanos que "el Colo" había salido a trabajar esa madrugada como todos los días. La tarea de Bidondo era pintar fachadas y paredes de los edificios que construía el Ministerio de Transporte -donde llevaba 30 años como funcionario- en el marco de convenios con otros organismos: liceos, escuelas, facultades y comisarías, entre otros.

El último asado que reunió a Bidondo y sus amigos se hizo el domingo 14 de julio, una semana antes de su desaparición. En la reunión "el Colo" dijo que estaba preocupado por su padre no vidente. "Estuvo un rato con nosotros, volvió a su casa a hacer la cena para su padre y volvió al asado. Eso era lo más habitual en él. Siempre estaba atento a lo que pasaba con el padre", djio Benetti a El País.

Días antes de ese asado, "el Colo" se hizo un chequeo médico. Los exámenes señalaron que sufría de hipertensión. A partir de ahí, comenzó a cuidarse en las bebidas y en la sal. A menudo pedía a la madre de su amigo de la infancia que le tomara la presión.

"El Colo' se cuidaba. Siempre nos decía que si le pasaba algo, nadie iba a asistir a su padre. Como su padre era 100% dependiente, Carlos no se alejaba mucho tiempo de su casa. Por eso (los amigos) descartamos la hipótesis del suicidio", opinó Benetti.

El 24 de julio pasado, dos días después de la ausencia del "Colo", Benetti y su hermano recorrieron todas las emergencias públicas y privadas con la esperanza en encontrarlo internado por un accidente. Pero el esfuerzo fue en vano.

También concurrieron a la mutualista de su amigo y pidieron para hablar con los médicos para saber si éste enfrentaba una enfermedad terminal que lo hubiera llevado al suicidio. "En su historia clínica solo constaba que sufría de hipertensión", dijo Benetti.

Marcelo Figueiras, secretario del Sindicato de Trabajadores del MTOP, tampoco cree en la hipótesis del suicidio de Bidondo. "Él tiene a su papá, que es no vidente, a su cargo. No lo puede dejar solo", relató el dirigente gremial a El País.

El martes 12, trabajadores del MTOP manifestaron frente a la sede del organismo reclamando la aparición e investigación policial para dar con el paradero de Bidondo.

Figueiras dijo que los funcionarios del MTOP movilizados pretenden que la búsqueda de Bidonde se realice con mayor intensidad. "Necesitamos saber que se lo está buscando. Por eso mañana (por hoy) tendremos una entrevista con el subsecretario del Ministerio del Interior (Pablo Abdala)", dijo el gremialista.

La búsqueda de Carlos Bidondo continúa, dijeron fuentes policiales a El País. Las hipótesis manejadas por los investigadores policiales son amplias: van desde el suicidio hasta que se haya ido.

Según las fuentes, las cámaras de videovigilancia muestran que Bidondo ingresó al puente viejo, que une el pueblo de Santiago Vázquez con el departamento de San José, y no se lo vuelve a ver.