María Rosa y Juan Antonio formaron pareja hace 32 años. Vivieron en campos ubicados en la zona de Young (Río Negro). La pareja sobrellevaban a diario los vaivenes del trabajo duro del campo que comienza cuando es aún de noche y termina con el sol poniéndose en el horizonte.
Personas que conocían a la pareja afirmaron hace ya 15 años que comenzaron los problemas entre ambos. Al principio eran pequeños roces por cuestiones cotidianas. Con el pasar del tiempo María Rosa comenzó a quedar cada vez más desconforme con la marcha del matrimonio por incompatibilidad de caracteres, agregaron las fuentes.
En 2014, llegó el niño. El matrimonio continuó con su vida en el campo. Juan Antonio, portando siempre una boina y bombachas de campo, cuidaba a los animales, mientras que María Rosa realizaba otras actividades en el emprendimiento ganadero.
Según las fuentes, María Rosa tenía dos hijas con una pareja anterior.
En 2023, el matrimonio obtuvo un campo del Instituto de Colonización. Se trataba de un predio de unas 400 hectáreas en la Colonia "César Mayo Gutiérrez", ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Young y a la altura del kilómetro 285 de la ruta 3. "Son buenas tierras", afirmó una persona oriunda de Young.
Además del matrimonio, un casal también explotaba el predio mediante pasturas, criar y engordar ganado, señalaron las fuentes.
En mayo de este año el matrimonio se terminó y Juan Antonio se fue del establecimiento. El hombre alquiló una vivienda en la ciudad de Young y se ennovió con otra mujer, agregaron.
Las desavenencias entre Juan Antonio y María Rosa empeoraron. El 7 de setiembre de este año, María Rosa denunció haber sufrido "violencia física por parte de su expareja. Y agregó que Juan Antonio, durante varios días, entró a la casa, ubicada en Colonia "César Mayo Gutiérrez", pretendiendo "llevarse cosas sin permiso". María Rosa pidió medidas cautelares para su expareja, según se indicó en una resolución judicial a la que accedió El País.
A juicio de la abogada de Juan Antonio, Jacqueline Portela, su defendido no ejerció ningún tipo de violencia de género hacia María Rosa y menos delante del niño. Sin embargo, agregó la profesional, el juez del caso, Jorge Ulises De Grossi, le sacó la tenencia del niño al padre y le otorgó la custodia a la madre prohibiendo las visitas del progenitor. "Ahora el padre quiere saber porque no se escuchó al niño antes de entregarlo a la madre", dijo Portela, en alusión a a la aplicación del artículo 8 del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA).
Dicho artículo sostiene que "todo niño y adolescente goza de los derechos inherentes a la persona humana. (...) En todo caso tiene derecho a ser oído y obtener respuestas cuando se tomen decisiones que afecten su vida".
En su resolución, el juez señaló que si bien es verdad de que pudieron existir "erogaciones negativas" para Juan Antonio respecto de su derecho de propiedad y fuente laboral, en las actuaciones judiciales "deberá ponderarse" el derecho a la vida e integridad de su expareja. Y agregó que la Ley 19.580 (Ley de Género) establece que se podrá suspender el régimen de visitas entre padre e hijo por un plazo de 90 días cuando "los hechos son presenciados por menores".
Portela insistió en que no existió ninguna agresión de su defendido y menos delante del niño.
La tragedia
El juez De Grossi afirmó, en su fallo, que Juan Antonio cumplió las medidas que se le habían impuesto de prohibición y acercamiento a su expareja
Al final de la sentencia, el juez dispuso, además de la restitución del niño a la madre, que el padre pasara una pensión alimenticia a María Rosa equivalente a 1.5 BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones). Esa cifra representa unos $ 9.200. El magistrado también fijó una nueva audiencia evaluatoria para el 8 de enero de 2025.
Sin embargo, a las 7:30 horas del domingo 3 se desató la tragedia que estremeció a Young. María Rosa se roció con combustible y y se prendió fuego a sí misma y al pequeño. El niño logró escapar para pedir ayuda a sus vecinos. Poco después fue trasladado a Montevideo con quemaduras en el 80% de su cuerpo. Cuando los vecinos concurrieron a la vivienda, la mujer estaba "completamente calcinada"
El jefe de Policía de Río Negro, Jhonny Trías, dijo en una rueda de prensa que la versión del pequeño sobre lo ocurrido era "muy contundente" y que fue corroborada por el trabajo de Policía Científica.
El niño ingresó al hospital Pereira Rossell con compromiso renal, hepático y neurológico. La estabilidad de los primeros días permitió que lo ingresaran a block quirúrgico para que los cirujanos plásticos le realizaran los primeros tratamientos en las heridas.
A las 14:00 hora de ayer, el padre envió un audio a la abogada Portela señalando que los médicos le habían dicho que lo iban a desconectar porque "no había nada más que hacer. Solo le funciona el corazón", dijo Juan Antonio a Portela.
Tres horas más tarde, el niño falleció.