El caso de Milagros Chamorro, la mujer de 29 años que se suicidó el 25 de octubre poco tiempo después de haber denunciado una violación grupal, está lejos de cerrarse. Los abogados de la familia accedieron recientemente a la carpeta investigativa y buscarán que sea reabierto. También evalúan iniciar acciones penales y civiles contra personas que intervinieron en la atención médica de Milagros, así como la propia mutualista.

"Durante 14 años la mataron en vida tanto privados y públicos, y se les suicidó en la cara", dijo a El País Santiago Mirande, que junto a Dahianna Romero e Ignacio Barlocci llevan adelante la defensa de la familia de Milagros.

Hace pocos días accedieron a la carpeta investigativa y mantuvieron reuniones con la familia para definir los primeros pasos, aunque debido a que se trata de "un tema delicado", "se va a avanzar con mucha cautela", dijo Mirande.

Si bien todavía están evaluando cuáles serán las próximas actuaciones, la defensa podría acudir a varias instancias. La primera es intentar reabrir la causa por una violación grupal que Milagros denunció cuando tenía 15 años y que fue archivada por Fiscalía.

"Esto pone en la discusión pública el hecho de si debemos dejar que los delitos sexuales prescriban o no. La sociedad no debe permitir que pase. Hay una menor y un tema de salud mental de por medio", aseguró el abogado.

Por otra parte, la defensa evalúa llevar adelante acciones penales a partir de la muerte de Milagros, así como civiles por la reparación de daños hacia la familia.

En estos casos, "hay que ver quiénes actuaron mal, desde médicos, administrativos, así como la propia mutualista y el Estado", explicó Mirande que también mencionó a Fiscalía ya que el caso fue archivado en primera instancia, pero reafirmado por un segundo fiscal.

Las conclusiones de la defensa todavía son primarias ya que el acceso a la investigación es reciente, pero creen que hay pruebas suficientes como para que el caso sea reabierto, así como para impulsar estas nuevas acciones.

Foto: Agustín Carballo.

Desde la organización Proyecto Ikove convocaron a una manifestación en la Plaza Cagancha de Montevideo el lunes 4 de noviembre, en la que intervinieron el espacio con carteles, y distintas muestras de apoyo hacia la familia. A pesar de la lluvia que azotaba con fuerza, decenas de personas se reunieron para pedir justicia y recordar a Milagros.

"Estamos convocando en primera instancia buscando Justicia por Milagros y también en reivindicación de la necesidad de la reparación, la prevención y la Justicia de la violencia sexual en Uruguay", dijo a la prensa Victoria Marichal, de Ikove, y apuntó a que para eso "hacen falta varios cambios".

Los puntos enfatizados por Marichal fueron aprobar una ley de imprescriptibilidad para delitos sexuales a niños, niñas y adolescentes y que se refuerce el sistema de salud "para que las víctimas y sobrevivientes puedan acceder a salud mental de calidad".

"Yo fui violada por cinco hombres estando inconsciente", escribió Milagros años atrás cuando se animó a denunciar. En el escrito comenzó explicando que, a sus 15 años, no supo "poner en palabras" lo que le había pasado y que recién entonces encontró el "coraje de decirlo".

Milagros contó que 12 años atrás había sido invitada por un compañero de su clase de inglés a la casa de otro amigo en Punta del Este y que allí se encontró con otros tres chicos. Según su relato, sus atacantes tenían alrededor de 17 años y solo uno era mayor de edad. Todos menos su compañero de inglés.

"Al llegar me ofrecieron alcohol, lo cual me shockeó. Lo siguiente que recuerdo es entrar al baño, sentirme mareada y con poco control de mi propio cuerpo. En ese momento entra uno de ellos, yo me desvanezco", continuó el relato de Milagros. "No solo fui violada, sino que fui fotografiada y filmada sin mi consentimiento", denunció entonces.

"Yo me quiero sacar la culpa y la vergüenza que viví por tantos años, porque yo no fui responsable de lo que me pasó", afirmó Milagros en una entrevista que concedió entonces al medio local FM Gente.

La joven planteó que probablemente sus agresores no serían imputados a nivel penal ya que el caso había prescripto para la Justicia, pero buscaba reabrir la causa.