El fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, investiga a cinco compañías cuyos directorios estaban integradas por el empresario Gonzalo Aguiar-ultimado el 26 de febrero de este año- y dos ejecutivos canadienses. Aguiar recibió al menos US$ 27 millones en transferencias bancarias de los ejecutivos canadienses con el propósito de que pusiera en funcionamiento la planta de producción de cannabis medicinal Boreal S.A., ubicada en el departamento de Salto. También trascendió que Aguiar utilizó unos US$ 3,5 millones de fondos de los inversionistas denunciantes para crear una zona franca en la zona de Bella Unión.
La intención del fiscal Rodríguez es saber qué se gestó en Uruguay con los dineros enviados por los inversionistas canadienses. Ambos damnificados denunciaron penalmente que Aguiar se había apropiado en forma indebida de unos US$ 19 millones.
Los US$ 8 millones restante, el empresario hoy fallecido los utilizó para lograr que Boreal S.A. pudiera producir y exportar cannabis medicinal, señalaron fuentes del caso.
Según supo El País, Aguiar y los inversionistas canadienses figuraban como titulares de las empresas. Por eso, el fiscal Rodríguez envió oficios al Banco Central del Uruguay (BCU), a la Dirección General Impositiva (DGI) y a la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) solicitando que informaran sobre las actividades de las empresas.
El fiscal ya recibió un primer informe del Banco Central sobre esas compañías y espera más datos detallados.
En forma paralela, Rodríguez se contactó con los abogados de los inversionistas canadienses, Bruno Gaiero y Rodolfo Perdomo, para pedirles que aportaran documentación sobre esas empresas. Es decir, la Fiscalía pretende saber si estas empresas tuvieron algún tipo de actividad o fueron creadas por Aguiar para darles alguna finalidad.
La información sobre la actividad de esas empresas tampoco la posee el fiscal de Delitos Económicos, Gilberto Rodríguez, quien investiga eventuales delitos de estafas y falsificaciones de documentos. En este expediente se encuentran investigados la expareja de Aguiar y personas allegadas al empresario asesinado.
La investigación del fiscal Gilberto Rodríguez, que ya lleva un año, incluye el casamiento de Aguiar con su expareja Romina Camejo. El evento fue fraudulento porque el empresario fallecido estaba casado con una salvadoreña radicada en Canadá.
Las irregularidades no se detuvieron ahí, según el escrito presentado por los denunciantes canadienses representados por Gaiero y Perdomo. Aguiar, según el documento, se apoderó en forma indebida de unos US$ 19 millones, los que “licuó” en transferencias a cuentas off shore ubicadas en paraísos fiscales y en Uruguay mediante compras de inmuebles y el uso de testaferros.
En la denuncia, los inversionistas canadienses pidieron a la Fiscalía la medida de no innovar sobre esos inmuebles y autos de alta gama que había adquirido Aguiar antes de ser ultimado por su expareja. Es decir, que esos bienes no se puedan transferir a otras personas. Solo en La Maison, una de las principales residencias de Punta del Este, Aguiar invirtió más de US$ 5 millones.
Después de peleas y reconciliaciones, Aguiar fue ultimado en la madrugada del 26 de febrero de este año por Camejo.
Según el abogado defensor de Camejo, Camilo Silveira, Aguiar ingresó por la fuerza a la casa de Camejo, que quedaba a pocos metros de La Maison. Agregó que luego se suscitó una discusión y su defendida le disparó en “defensa propia”.
El 27 de febrero de este año, a instancias del fiscal Sebastián Robles, la Justicia ordenó medidas limitativas para Camejo. No podrá salir del país ni tener contacto con los testigos del caso por 150 días.
Entre persecuciones, amenazas y guardias
La investigación sobre la muerte violenta del empresario Gonzalo Aguiar sigue abierta. Hay por lo menos cuatro testigos que vieron lo que sucedió en la madrugada del lunes 26 de febrero de este año en la casona donde vivía Camejo. La discusión no comenzó dentro de la casa. Hubo gritos y amenazas desde antes, según indicaron desde el entorno de la expareja. Los informantes aseguraron que Aguiar logró entrar a la casa armado. En un momento, Aguiar llevó su mano al bolsillo, agregó la fuente. Enseguida se escucharon los disparos efectuados por Camejo con una pistola automática. Aguiar cayó malherido y murió minutos más tarde.
La fuente dijo que Camejo se sentía amenazada por Aguiar. “Ella vivía bajo un acoso permanente. En una ocasión, cuando ella dijo a Aguiar que iba a salir a bailar estando separada, él puso a un guardia de seguridad en cada baile para controlarla”, dijo el familiar.
Y afirmó que Camejo sufrió episodios similares al acoso de un psicópata. “Él la perseguía todo el tiempo. Quería que ella volviera con él”, explicó la fuente.
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