En mayo de 2007, un hombre de avanzada edad contrató y abonó en su totalidad un contador para su vivienda ubicada en la calle Aranguá, en el barrio Peñarol.

Trece años más tarde, vecinos suyos hicieron el cambio de titularidad de dicho contador “sin tener derecho”, según declaró él ante la Justicia, y tras esto le cortaron el agua.

“Tuve cortado el servicio de agua potable necesario para la vida por negligencia de OSE, que cambia de titularidad de un contador cuando cualquier persona lo solicita”, expresa la demanda iniciada por el hombre, de iniciales L.C.

El usuario sostuvo que el corte lo obligó a acarrear tarrinas con agua, tanto para cocinar como para su baño, lo que “es antihigiénico”.

Y añadió: “A esto se suma que soy una persona mayor, y a que incluso debí contratar todos los días fletes para trasladar las tarrinas”.

Según el demandante, OSE pretendía que volviera a abonar el contador y la correspondiente conexión, que ya había pagado, para volver a conectarle el servicio.

Ello obligó al demandante a contratar a un abogado y abrir una causa que demoró seis meses antes de resolverse.

Tras esto, OSE realizó una inspección para constatar la situación y finalmente resolvió restituir el servicio sin costo.

En su demanda ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de 3er Turno, L.C. reclamó por daño moral la suma de US$ 40.550. Además, pidió US$ 5.000 por gastos de abogado y US$ 4.500 por los fletes.

El 11 de marzo de 2022, OSE contestó la demanda y allí reconoció que lo que había pasado era que L.C. había suscripto un contrato de servicio con el ente que abastecía a dos unidades. Cuando su vecina pidió un contador para ella, fue que se suscitó la confusión.

Según consta en el contrato de servicio de agua fechado el 25 de septiembre de 2020, una mujer de iniciales S.R. contrató con OSE el servicio de agua potable para la calle Aranguá. A partir del 25 de septiembre de 2020, la cuenta de L.C. -el luego demandante- “quedó en estado de baja dejando de ser el titular” de los servicios de suministro de agua.

“OSE no realizó el corte de agua del señor L.C., sino que el corte se debe a un problema de vecinos. El servicio de S.R. sigue abasteciendo a dos unidades habitaciones”, dice el organismo estatal en su defensa.

Y advierte que “ninguna responsabilidad” cabe a OSE, ya que “no se configuran” los elementos que generan culpa al Estado. Tras reiterar que no existió daño alguno al demandante, el ente solicita a la Justicia que desestime el reclamo.

El juez de lo Contencioso Administrativo de 3er Turno, Javier Gandini, consideró que OSE sí dio de baja el servicio de L.C., dejando de ser este el titular, lo que luego ocasionó que no tuviera agua potable, ya que el servicio estaba a nombre de otra persona -la vecina que realizó el cambio de titularidad.

“En primer lugar OSE dio de baja el servicio de L.C. sin que el mismo haya manifestado su voluntad; sin su consentimiento dejó de ser el titular del servicio que él había contratado y abonado. No se le notificó ni avisó ni se dio vista de que se iba a dar de baja a su servicio ni se le informó que otra persona había solicitado el cambio de titularidad de su servicio”, expresa el fallo.

El magistrado recordó que OSE demoró seis meses en volver a restablecer el servicio de agua a “una persona que nunca manifestó la voluntad” de darlo de baja.

Según Gandini, OSE “ha incumplido” el contrato oportunamente firmado entre las partes. Por ello, el ente deberá resarcirlo por los daños causados por “el mal funcionamiento” del servicio.

El magistrado hizo lugar a a una indemnización por daño moral para L.C. de US$ 4.000 y por los gastos de fletes para cargar agua la suma que deberá pagar el organismo será de US$ 4.500. OSE podrá apelar el fallo.