ESCUCHAS TELEFÓNICAS

Cuando Jorge Vaz, fiscal de 2° Turno de San Carlos, comenzó a leer las pruebas que tenía paraimputar al ahora excoordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado, el nombre del ministro de Turismo, Germán Cardoso, apareció en su lectura.

El jerarca policial fue imputado ayer por cinco delitos, entre ellos, el abuso de funciones. Este último ilícito lo cometió en varias oportunidades a partir de pedidos de Cardoso. Vaz enumeró en la audiencia de formalización los contactos entre el jerarca policial y el ministro.

“Existieron gestiones (por parte del policía) realizadas para terceras personas”, dijo Vaz en la audiencia a cuyo audio accedió El País, y agregó: “En efecto, hay gestiones que le solicita el señor Germán Cardoso, actual ministro de Turismo”. Ambos, agregó, tenían un diálogo fluido y un vínculo de amistad. En ese contexto el representante del ministerio público detalló las llamadas que existieron entre Cardoso y el efectivo imputado.

Cardoso llamó al jerarca policial porque un vecino suyo del edificio había acosado a la mujer que prestaba servicios en el lugar y quería que la atendieran debido a que ella lo había llamado llorando. El jerarca le dijo al ministro que iba a llamar para que derivaran el caso a la comisaría de la mujer. Luego se comunicó con el jefe de la Zona Operacional 1 y le explicó la situación. A las 11:18 el jerarca llamó al encargado de la Unidad de Violencia Doméstica y de Género de Maldonado y pidió que le dieran atención especial a la mujer. La actitud del jerarca, a juicio de la fiscalía, configura un abuso de funciones ya que “ejerciendo el cargo jerárquico forzó a que el asunto fuera derivado a una unidad particular de la Policía y con una atención personalizada a la denunciante”, argumentó Vaz.

Cardoso llamó al jerarca preguntando por una camioneta incautada producto de una investigación de droga, con el interés de utilizarla para le Ministerio de Turismo. Más tarde, el 21 de diciembre, Cardoso volvió a llamar preguntando por los vehículos incautados y le preguntó si la Junta Nacional de Droga los podía pedir. El jerarca, entonces, le solicitó al ministro que le consiguiera los datos de la camioneta de interés para pedírselos a la Junta. El 28 de diciembre el policía, en su rol de jerarca, llamó al director de la Brigada de Narcóticos del departamento, le dijo que Cardoso estaba interesado por la camioneta y le pidió los datos de padrón y matrícula. El director de Narcóticos se comunicó con el fiscal y le comentó la situación, diciéndole que no podía darle información a terceros sobre bienes embargados de investigaciones en curso.

El policía llamó al jefe de la Zona Operacional III y pidió que enviaran un móvil a la Ruta 39 porque habían roto el vidrio del auto del ministro con una piedra.

Cardoso llamó al policía y le dijo que su madre había sido víctima del “cuento del tío”. El ministro le pidió entonces al jerarca el número de teléfono desde donde el estafador se había comunicado con su madre.

El policía llamó al ministro recomendándole que por el Día de la Policía enviara un mensaje por parte del ministerio, porque era un “lindo gesto” e iba a caer bien a los uniformados.

El ministro llamó al policía por unas “picadas de motos, música y escándalo” frente a su casa de Punta del Este para que interviniera algún móvil. El jerarca mandó rápidamente una patrulla al lugar.

Cardoso le contó al jerarca policial que estaban usando su nombre para hacer estafas y le preguntó cómo era mejor hacer la denuncia. El policía respondió si quería que le enviara un policía a su casa o si prefería ir él directamente a denunciar el hecho a una seccional. Si bien no enviaron funcionarios a la casa del ministro, el solo hecho de sugerir mover el aparato policial por un hecho personal, a juicio del fiscal, también configura el delito.

El efectivo policial llamó a un comisario de Punta del Este preguntándole por una mujer que había chocado contra una columna. El interés por este caso, dijo el jerarca policial al comisario, era porque lo había llamado Cardoso ya que quien había protagonizado el accidente era conocida de su pareja y de él, y quería saber si le habían hecho una espirometría porque había “ido a tomar algo previamente”.

El comisario le contestó al jerarca que sí, que ya le habían realizado la espirometría. “Se trató de un vehículo que protagonizó un vuelco en la rambla. Una vez más entendemos que (el jerarca policial) abusando de su cargo solicitó información reservada para dárselo a un tercero sin un fin de interés público”, argumentó el fiscal.

El hermano del ministro Cardoso llamó al jerarca, se presentó y le preguntó si hablaba con “El Chino”, apodo del imputado. Dijo que era el hermano del ministro y le preguntó por un siniestro de tránsito que había tenido una amiga de él y de su hermano el 19 de enero. Allí preguntó cómo iba la investigación ya que “tenía las de perder” y las “abogadas estaban arregladas”. El jerarca le pidió que pasara el número del evento policial.

El 1 de marzo el hermano de Cardoso lo volvió a llamar para ver si había novedades y le dijo que quería ver las pruebas que tenía la Policía. El jerarca dijo que eso había que hablarlo con el fiscal. “Si bien no surge una clara revelación de secreto, sí consta que se interiorizó en un asunto policial en la solicitud de un tercero, lo cual a nuestro entender es un acto abusivo de su cargo”, argumentó Vaz.