Llevan a la Fiscalía caso de mujer de 41 años que quedó en coma luego de una operación de rutina

La defensa de la víctima señala que la paciente sufrió "lesiones gravísimas" y que hubo irregularidades y omisiones durante y después de la cirugía.

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Fiscalia General de la Nación
Madre denuncia a equipo médico del SMI por dejar en coma a su hija en una operación.
Foto: Estefanía Leal

Rosario Barrera, madre de Soledad Barrera, una mujer de 41 años que quedó en coma tras someterse en octubre a una operación de rutina en el hospital del SMI, presentó una denuncia penal contra el equipo médico que atendió a su hija.

El escrito fue presentado ayer en Fiscalía por su abogado, Diego Bais, según informaron a El País fuentes judiciales y confirmó el propio representante legal. La denuncia, para la cual todavía no hay un fiscal asignado, apunta específicamente contra el cirujano y la anestesista que intervinieron en esa operación de vesícula el 25 de octubre a la noche, y a un tercer médico del centro de salud.

El escrito denuncia que la víctima -sana y sin complicaciones médicas previas, como coinciden varias fuentes hospitalarias, según relevó El País el pasado 30 de diciembre- sufrió “lesiones gravísimas”, sin perjuicio que, de la evolución que pueda tener la paciente, el delito denunciado pueda ser homicidio.

Asimismo, Bais incluyó en la denuncia referencias a algunas irregularidades, como “inconsistencias” en la ficha de control anestésica: en concreto, presuntas modificaciones realizadas a ese documento días después de la intervención médica.

Sobre este último punto, el coordinador suplente del CTI de este hospital, el intensivista Gonzalo Solari, aseguró en una carta que envió en diciembre a la dirección técnica de la mutualista que los cambios realizados a esa planilla “además de la adulteración de un documento médico-legal, implica una intromisión inaceptable en la unidad que quien habla tenía a cargo”. Además, escribió que la “pregunta” que le surgía era que “si todo estaba tan correctamente establecido y no había nada que ocultar, ¿por qué alguien falsifica días posteriores los controles que faltaban?”.

Consultado al respecto por El País, Bais confirmó la presentación de esta denuncia, y agregó algunos comentarios. Dijo que “pese a los obstáculos presentados, se ha recabado información suficiente que permite concluir la existencia de omisiones gravísimas desde el punto de vista asistencial, las cuales fueron determinantes en el estado de salud que hoy presenta Soledad Barrera”.

Bais subrayó además la importancia de que, con la investigación que ahora pidió que se abra en Fiscalía, “adicionalmente” se indaguen “otros eventos que ocurrieron luego de la cirugía” y que a su criterio “merecen ser investigados”, como lo sucedido en la ficha anestésica.

“Y quiero agregar que, muy lamentablemente, pese a la gravedad de los hechos denunciados, a casi cuatro meses de lo sucedido la familia no cuenta con respuesta algunas por parte del prestador de salud”, declaró también el abogado.

Los descargos

Al publicar este relato semanas atrás, cuando Barrera y su abogado preparaban esta denuncia, El País consultó a los principales involucrados en el episodio.

El director técnico de SMI, Roberto López, señaló entonces que había una “investigación” en curso y que, mientras durara ese proceso, no tendrá mayores detalles para comentar. Sí dijo que para ese momento se había “tomado declaración a mucha gente” y que si se constataba “alguna responsabilidad”, se actuaría en consecuencia.

El cirujano que operó a Soledad no quiso hacer declaraciones, mientras que la anestesista -que finalmente fue separada del cargo a comienzos de enero en forma preventiva- se enfocó en la discusión sobre el verdadero impacto del paro cardíaco que sufrió Soledad, y que la dejó en el estado estuporoso en que se encuentra hoy.

En este sentido, la anestesista dijo que en las cirugías laparoscópicas, que es la de este caso, pueden ocurrir “mil cosas fisiológicas” en el paciente que, a su entender, son capaces de explicar el daño cerebral extendido que sufrió la paciente. Es decir, cosas que pueden suceder en paralelo al paro cardíaco que se produjo durante la operación.

Esto no es en absoluto compartido por Solari -intensivista que, además, estaba de guardia cuando recibió a Soledad al salir de la fallida cirugía-. El médico había señalado a El País que “el resultado clínico, neurológico, eléctrico e imagenológico de la paciente” no se correspondía “con un paro presenciado y reanimado a los dos o cuatro minutos”, que fue la versión que dio la anestesista en una primera instancia. El paro, agregó, tiene que haber sido “prolongado”. “Para que el cerebro de una persona joven y sin patología previa, como era este caso, quede con un agravio de este tenor, el paro debe durar bastante más que cinco minutos; si hubiera sido un paro presenciado, de reanimación rápida y exitosa”, no habría “pasado nada en el paciente”, concluyó.

Además

Acusaciones de la denunciante

Cuando El País contacto a fines de diciembre a Rosario Barrera, la madre de la víctima se mostró decidida a todo. “Ya hicimos la denuncia ante el Ministerio de Salud Pública y voy a seguir con todo lo que se pueda para adelante. Denuncia penal, civil, todo”, había advertido. “Yo le prometí a mi hija que iba a hacer que pagaran por lo que le hicieron. No es justo que le destrocen la vida así nomás”, reclamó entonces. Rosario exigió a las autoridades de la mutualistas que le dieran alguna respuesta y, sobre todo, apuntó contra la anestesista, quien desde el día de la operación le pidió que se comunicara “solo con ella”.

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