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Lo que hay detrás del cruce de la fiscal Fossati con Gómez y Díaz

La encargada del caso Astesiano cuestiona al exfiscal de Corte por dar un curso a los abogados penalistas.

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El fiscal de Corte, Juan Gómez, junto a su antecesor en el cargo, Jorge Díaz
El fiscal de Corte, Juan Gómez, junto a su antecesor en el cargo, Jorge Díaz.
Foto: Archivo El País

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Por Eduardo Barreneche
El fiscal de Corte, Juan Gómez, y la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, se conocen desde hace más de 20 años. Ambos coincidieron en las fiscalías penales de Maldonado a partir de 2001. En el correr del año pasado, el relacionamiento entre el titular de la Fiscalía de Corte y Fossati fue bueno. Pero la armonía se terminó bruscamente el 19 de noviembre del 2022. Ese día, Fossati pidió a Gómez, a través de un mensaje de WhatsApp, que la apartara del caso Astesiano porque sentía que no tenía el respaldo de la Fiscalía de Corte.

A juicio de Fossati, Gómez no cumplió con lo “acordado” de nombrarla fiscal especializada en Delitos Económicos de 1° Turno, en sustitución del fiscal Enrique Rodríguez que fue designado como fiscal especializado en Lavado de Activos. El lugar de Rodríguez será ocupado por el fiscal de Estupefacientes de 3° Turno, Alejandro Machado.

En tanto, la Fiscalía de Delitos Económicos de 2° Turno, cuyo titular era el fiscal Ricardo Lackner, quedó acéfala por unos días. Lackner fue nombrado en la Unidad Especializada en Cibercriminalidad de la Fiscalía. En su lugar fue designada la fiscal de Flagrancia de 15° Turno, Silvia Porteiro.

La respuesta de Gómez a Fossati fue clara: la fiscal debía continuar con la investigación del caso Astesiano mientras fuera la titular de la Fiscalía de Flagrancia de 12° Turno.

Con los nombramientos de Machado y de Porteiro, se le cerraron los caminos a Fossati para llegar a una fiscalía especializada en Delitos Económicos según lo que había hablado con Gómez.

Todos estos cambios fueron anunciados por la Fiscalía de Corte el 24 de enero pasado. Ese mismo día, Fossati utilizó una vez más su cuenta de Twitter para manifestar sus discrepancias con Gómez y su desazón.

“¿De verdad recibo mensajes de mi superior (Gómez) por este medio (Twitter) ?????? Plantear una contradicción entre sus decisiones y el pedido de celeridad público de senadores y el (Poder) Ejecutivo no es “capricho”. Manoseo y falta de respeto ¡no! (sic)”.

Luego Fossati se refirió en su cuenta de Twitter a un tema que planteó en varias oportunidades: la dificultad de llevar adelante una investigación de gran porte y compleja -como lo es el caso Astesiano- y cumplir con el resto de expedientes que debe atender una fiscalía de Flagrancia. En alguna ocasión, la propia Fossati señaló que tenía 510 casos para estudiar.

Hoy, para Fossati, las designaciones realizadas por Gómez en las fiscalías especializadas es un tema terminado.

A partir de mañana retomará la investigación del caso Astesiano aunque mantiene su posición sobre que una Fiscalía de Flagrancia no es el lugar conveniente para hacerlo porque ésta debe atender turnos.

“Nunca estuvimos exonerados de trabajo y de turnos. Estamos con mucho trabajo” en la Fiscalía de Flagrancia, dijo Fossati a El País en diciembre pasado.

La fiscal Gabriela Fossati. Foto: Leonardo Mainé
Alejandro Astesiano, ex custodio del Presidente Lacalle Pou, declara, Montevideo ND 20221021 foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

Clases

Ese mismo 24 de enero, Fossati también la emprendió contra la fiscal Adriana Sampayo, aunque sin nombrarla. Sampayo dirige la Unidad de Litigación de la Fiscalía y recorre el país en apoyo de fiscalías con casos complejos. Gómez pretendió que Sampayo fuera nombrada como su fiscal adjunta.

“Otra: teniendo presente que el cargo de Fiscal es full time ¿Cuántas horas semanales serían las aceptables para que dichos operadores ejercieran la docencia sin afectar el trabajo institucional?”, dijo en uno de sus tuits Fossati en alusión a Sampayo.

Junto al exfiscal de Corte Jorge Díaz, Sampayo participó en un curso brindado por una universidad privada a abogados penalistas. También dieron clases en ese curso la ministra del Tribunal de Apelaciones, Gabriela Gatti, el fiscal Carlos Negro y el abogado penalista Juan Raúl Williman, dice la página web del centro de estudios terciario.

Para Fossati, Díaz y Sampayo, entre otros operadores judiciales que participaron en el curso, pudieron dar información a abogados penalistas sobre la fragilidad del sistema fiscal.

“Este es un buen medio (Twitter) para reflexionar: ¿es aceptable que quien se formó (Sampayo) con $ público y es asignado a un rol de apoyar la preparación de juicios a los fiscales, prepare a la parte contraria (abogados) en grupos dirigidos por quien era su jefe (Jorge Díaz) en ámbitos privados?”, se preguntó Fossati en otro tuit.

Fossati entiende que, aunque sea de manera sutil, se puede revelar información sobre el funcionamiento de fiscalías a abogados penalistas.

El exfiscal de Corte, Jorge Díaz, declinó hacer comentarios sobre los tuits de Fossati. En tanto Sampayo dijo que los cursos de litigación no fueron pagos por fondos públicos sino que fueron abonados por ella.

Responsabilidad

El 27 de enero de este año, Fossati utilizó otra vez su cuenta de Twitter para quejarse por enterarse por la prensa sobre aspectos vinculados a su cargo. La Diaria publicó que Gómez estaba dispuesto a no derivarle más casos para que se concentrara en el caso Astesiano.

“Las condiciones (de trabajo) las debe generar la ‘cabeza’ (de la Fiscalía de la Nación) y no ser pedidas todos los días por los trabajadores. No es bueno desconcertar al funcionario todos los días por enterarse de ‘noticias’ inciertas que parecerían emanar del superior. No quiero creer que así sea”, escribió la fiscal.

Gómez dijo a El País que esa información no es real. “Cada fiscalía es responsable de los casos que le corresponden, con independencia de que éstos puedan ser muchos o pocos”, agregó el fiscal de Corte.

“No puedo cambiar a la fiscal ahora”

El fiscal de Corte, Juan Gómez, reconoció que el año pasado le hizo un planteo a la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, sobre la posibilidad de que pasara a ocupar una fiscalía especializada en Delitos Económicos. “Yo lo dije. Pero cambiaron las circunstancias. Cuando dije eso no sabía la evolución que tendría el caso Astesiano. No puedo cambiar la fiscal cuando se está en pleno proceso de investigación”, explicó Gómez. Y agregó: “El caso Astesiano es muy importante para una fiscal. Lamento por ella (Fossati) que debe quedarse al frente de la Fiscalía de Flagrancia de 12° Turno”.

A fines del año pasado, cuando surgió la posibilidad de que pasara a una Fiscalía Especializada en Delitos Económicos, Fossati dijo a El País que el caso Astesiano podría ser estudiado por esa sede.

Además, Fossati consideró que una fiscalía especializada cuenta con más herramientas investigativas que una de Flagrancia.

Gómez tiene otra opinión. “No es de estilo que un fiscal se lleve lo casos cuando es trasladado a otra fiscalía. Además, los delitos que se investigan en el caso Astesiano no son de la competencia de una Fiscalía de Delitos Económicos”, expresó.

El 26 de septiembre del año pasado, el juez suplente Matías Porciúncula imputó a Alejandro Astesiano, excustodia presidencial, por el delito continuado de suposición de estado civil en reiteración real con delito de asociación para delinquir y tráfico de influencias y le aplicó 30 días de prisión preventiva. La medida fue postergada hasta el 23 de marzo de este año.

El mandatario volvía ese domingo de una breve licencia en el exterior cuando, ya en el aeropuerto de Carrasco, se enteró que en la residencia presidencial lo esperaba un jerarca de Inteligencia de la Policía para llevarse detenido a Astesiano, quien estaba con él en ese momento y lo había acompañado durante sus días de descanso.

Lacalle Pou se enteraría pocos minutos después, al llegar a la residencia de Suárez y Reyes, que Astesiano iba a ser detenido por estar implicado, presuntamente, en una trama delictiva por la que se falsificaba documentación para facilitar pasaportes uruguayos a rusos.

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