“La Manada” de Valizas: “No hubo coacción” a chica por sexo

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Balneario Valizas, en Rocha. Foto: Archivo El País

JUSTICIA

La Fiscalía incurre en “preconceptos” y “concepciones arcaicas”, dice la defensa.

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Es una atrapante, pero inverosímil historia de la buena y decente chica abusada por tres machos de oscuros deseos y otros ingredientes de novela policial. Así comienza la defensa de los tres hombres acusados de violar a María V., una joven de 26 años en las primeras horas de este año en el balneario Valizas.

A principios de septiembre pasado, la Fiscalía de Rocha, cuyo titular es el fiscal Jorge Vaz, acusó a los tres hombres de violar a una mujer en la madrugada del 1º de enero en una carpa ubicada en el camping “Melo” del balneario Valizas. La acusación, a la que tuvo acceso El País, señala que los tres individuos incurrieron en un delito de abuso sexual especialmente agravado y, por lo tanto,solicita para ellos una pena de ocho años de prisión.

El escrito de la defensa, presentado ayer en la Justicia de Rocha, señala: “Parece que la fiscalía prejuzga al entender que por ser tres hombres hay abuso de poder. Se desconoce por la misma la libertad sexual que poseen las mujeres de mantener relaciones pluriparticipativas”.

Y agrega: “se entra (la Fiscalía) en un terreno de preconceptos que más que un perfil de género parecen tener tantas concepciones arcaicas y patriarcales y tantos prejuicios como los que hoy los distintos movimientos feministas tratan de desbaratar”.

El escrito de la defensa, elaborado por las abogadas Karen Pintos, Dahiana Abracinskas y el penalista Martín Frustaci, expresa que dos testigos, cuyas declaraciones se encuentran en la carpeta fiscal, afirman haber sido “invitados”, “motivados” y “seducidos” por María V. en horas de la tarde, sin alcohol de por medio, “a mantener una relación sexual grupal”.

El documento, al que accedió El País, expresa que estos testigos “sorprendentemente” no fueron tomados en cuenta por la Fiscalía al momento de realizar la acusación contra los supuestos violadores.

Barra de Valizas. Foto: Archivo El País
Los tres jóvenes imputados estaban alojados en el camping de Valizas; la víctima consumió alcohol y la obligaron a ingresar a una carpa. Foto: Archivo El País.

“Lo que hace pensar que esta acusación fiscal puede calificarse de miope, pues solo visualiza una parte de los hechos, ignorando testigos fundamentales, los descargos y argumentos de los formalizados”, sostiene la defensa.

Y advierte que la Fiscalía tampoco toma en cuenta el testimonio de un cuarto hombre que acompañó el grupo hasta un carpa ubicada en el camping y se retiró del lugar antes de que comenzara la relación sexual.

Según la defensa, la víctima María V. es tan consciente de la situación que estaba ocurriendo dentro de la carpa que hasta solicita a sus tres acompañantes el uso de preservativos.

Los abogados de los hombres acusados señalan que lo que la Fiscalía debe hacer es una correcta valoración de los hechos y advierten que no se puede hablar del consentimiento o no de María V. cuando fueron ellos los invitados por esta a mantener sexo grupal como lo fueron anteriormente los dos testigos.

Sexo pactado.

La defensa sostiene que para configurar el delito de violación que se les imputa a los tres hombres es fundamental probar el no consentimiento de la que hoy se presenta como víctima, cuestión que ni el propio Ministerio Público logra establecer en forma precisa.

La acusación fiscal, dicen los abogados de los acusados, no prueba la ausencia de consentimiento de la víctima a mantener sexo grupal.

“En ningún momento hubo una coacción (de los tres jóvenes hacia María V.) para mantener relaciones sexuales”, dice el escrito.

Y sostiene que, si se resumen los testimonios recabados por la Fiscalía, “queda demostrada” que lo que ocurrió en la carpa en enero de este año fue una “relación preconsensuada”, “pactada” y sin dejar de lado detalles como el uso de preservativos. “No surge que haya sido una relación obligada”, insiste la defensa de los acusados.

Luego de concluido el sexo grupal, la supuesta víctima se retiró de la carpa. Y los tres jóvenes involucrados permanecieron en el camping, sin ninguna conducta típica esperada de supuestos violadores y solo al ser señalados al día siguiente por una amiga de María V., es cuando toman conciencia de los alcances interpretativos del episodio que vivieron, sostiene el documento.

La defensa destaca que uno de los testigos, en la mañana del 1º de enero de 2019, cuando se conocieron los hechos y frente a una multitud de personas indignadas, relató que la joven estaba dispuesta a mantener relaciones sexuales grupales, ya que le había dicho tal extremo el día anterior. Es decir, el testigo hizo el mismo relato que luego diría a la Fiscalía, incluso exponiéndose a represalias de varias personas en ese momento.

El testigo también afirma que, al día siguiente de la supuesta violación, vio a María V. entrar al camping con su amiga de manera natural y sin parecer afectada, agrega el escrito.

“Todas estas declaraciones se encuentran en la carpeta fiscal y no fueron tomadas en cuenta por el Ministerio Público, quien la ignoró”, dice el documento.

La supuesta víctima María V. rechaza las afirmaciones de los testigos. Pero, según la defensa de los tres hombres, hay que tener en cuenta que María V., niega haberse besado camino a la carpa con los involucrados, mientras que en el informe psicológico realizado en el Círculo Católico consta que admite haberlos “chuponeado” en el trayecto. “Ha mentido en reiteradas oportunidades”, dice la defensa.

Coacción.

El escrito de los abogados subraya que el Ministerio Público se equivoca al afirmar que los tres acusados hicieron prevalecer su superioridad numérica para penetrar a la supuesta víctima. Y expresa que no surge cómo llega la Fiscalía a esta conclusión. “Se preguntan estas defensas si el criterio de la Fiscalía es que, por el solo hecho de ser tres hombres y una mujer, es que se entiende que hay intimidación o simplemente por existir la superioridad numérica”, dice el escrito.

En la acusación, la Fiscalía argumenta nuevamente que dentro de la carpa María V. es penetrada sin su consentimiento, cuestión esta que “no pudo ser probada fehacientemente”.

La pericia forense constató que María V. es una mujer sexualmente activa y había mantenido relaciones sexuales, pero de “ningún modo” esos signos son producto de forzamiento en la relación sexual, dice el escrito. Y agrega: “Si relacionamos este informe forense con las declaraciones de la víctima que afirma que se “congeló” adoptando una actitud pasiva, tenemos que pensar que debió existir algún tipo de resistencia física o rigidez de partes sexuales o contracción orgánica que hubieran dejado algún signo visible al examen médico forense”.

“No es delito tener relaciones orgiásticas”

El escrito de la defensa de los tres acusados entiende que “no es delito” tener relaciones pluriparticipativas como tampoco lo es bajo los efectos del alcohol siempre que las mismas hayan sido consentidas. “La Fiscalía parece hacer hincapié en los extremos mencionados sin detener el foco en probar, en forma clara y fehaciente, la falta de consentimiento de la víctima y descontextualizando la situación que llevó a que el suceso se produjera”, dice el documento de la defensa. Y considera que “tiene fisuras” el testimonio de la víctima en la pericia psicológica en donde argumenta tener miedo a salir a la calle o de lo que pudiera pasarle mientras “se encontraba de fiesta en un parador” a una semana de haber acontecido los hechos.

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