Por Eduardo Barreneche
Los senadores del Frente Amplio, Charles Carrera y Mario Bergara, negaron ante la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, haber sufrido algún episodio de violencia o de “apriete” como consecuencia de la denuncia penal que presentaron contra integrantes del gobierno por otorgar la concesión de una terminal portuaria.

El 1° de diciembre del año pasado, Carrera y Bergara, acompañados por la coordinadora de bancada del Frente Amplio, Liliam Kechichian, denunciaron ante el fiscal de Corte, Juan Gómez, la existencia de un presunto “espionaje político” encargado al excustodia presidencial, Alejandro Astesiano.

“Se buscaba formar carpetas personales nuestras a los efectos de apretarnos para que retiráramos esa denuncia. Nosotros hemos sido las caras visibles de la denuncia por la entrega del puerto y lo que buscaban es que retiráramos esa denuncia. Eso fue lo que vinimos a presentar ante el Fiscal General de la Nación”, explicó Carrera a la salida del encuentro con Gómez.

Como la denuncia de ambos legisladores del Frente Amplio estaba vinculada al caso Astesiano, la misma recayó en el despacho de la fiscal Fossati.

El 9 de diciembre del año pasado, Carrera fue citado a declarar por Fossati en carácter de víctima. Acompañado por su abogado, Juan Manuel González Rossi, Carrera afirmó que los hechos denunciados “son graves” porque buscan “atentar” contra su investidura parlamentaria y su rol como legislador opositor. “Se encomienda la realización de una ficha personal (de dos senadores). Es un “apriete” de tinte mafioso para que no desarrollemos nuestra función legislativa y de contralor. Eso nos ha molestado muchísimo”, afirmó Carrera en la audiencia con Fossati según supo El País.

Carrera agregó: “Queremos solicitar a la Fiscalía que se investigue para saber quién mandató a la empresa Vertical Skies; quién la contrató para que hiciera un “apriete” (a dos legisladores) para no seguir con la denuncia de entrega del puerto” realizada por el gobierno de la coalición.

Fossati expresó a Carrera que la Fiscalía hizo una “investigación de urgencia” para detectar si ambos senadores corrían peligro.

“No tengo evidencias ni indicios que me permitieran sugerirle que se cuide. Esta funcionaria carece de elementos para decirle que usted está en una situación de riesgo”, señaló Fossati a Carrera.

La fiscal dijo al parlamentario que citó y dialogó con una funcionaria policial que accedió a datos personales de Carrera a través del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP).

La policía, dijo Fossati, argumentó que había ingresado a información sobre Carrera en el SGSP para confirmar si el apellido de la hija del senador frenteamplista estaba bien escrito o no.

En la audiencia con Fossati, Carrera insistió en que “podría haber una vinculación” entre su denuncia contra la concesión en el puerto y los chats de Astesiano donde se mencionaba la creación de fichas personales de él y de Bergara. Ello llevó a Fossati a preguntarle: “¿Usted tuvo algún incidente o algún elemento de riesgo o llamada telefónica extraña?”

Carrera respondió que, a partir de marzo del año pasado, vivió una “serie de episodios” por un hecho de hace 10 años ocurrido en Rocha provocado por una acción “indebida” de la Policía. “Se trató de ayudar a la víctima (de un balazo proveniente desde una comisaría) desde el punto de vista sanitario para que esa familia pudiera sustentarse en Montevideo”, expresó.

Según una denuncia penal presentada por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, Carrera hizo gestiones para que la víctima del balazo cobrara tickets de alimentación por $ 20.000 mensuales durante tres años, para que adquiera pañales y sondas. Esos tickets de alimentación solo los reciben policías y no civiles.

La denuncia de Heber agrega que, durante tres años, la víctima estuvo internada en el Hospital Policial en una habitación privada que ocupó junto a su hermano.

Carrera explicó a Fossati: “Esa es una causa armada; una especie de pesquisa por orden del ministro (Heber)”.

Fossati insistió: “¿Nunca tuvo una llamada de alguien a su teléfono y que le cortaran?”.

Carrera respondió: “No. De todas formas, para nosotros sería una tragedia si hay una figura del gobierno vinculado a estas empresas para hacernos un ‘apriete’ de tipo mafioso en una democracia”.

En otro tramo de la audiencia, la fiscal explicó a Carrera: “El hecho de que quieran averiguar información de alguien de relevancia -no es que quiera minimizar el caso sino que pretendo darle tranquilidad- es algo de cada día. A mí, que soy una mera fiscal, me ha pasado todo el año. Quieren saber quienes son mis hijos, dónde vivo”. Pese a ello, Fossati señaló que seguía su vida con total normalidad: camina en el barrio y concurre a trabajar en su auto. “El problema es cuando hay elementos para justificar si hay un riesgo para la persona”, explicó la fiscal.

El 13 de diciembre del año pasado, acompañado por el abogado González Rossi, Bergara declaró ante Fossati que, según los chats de Astesiano, se pretendía generar “fichas personales” de dos senadores para extorsionarlos y que retiraran una denuncia penal.

La fiscal preguntó al legislador si recibió algún mensaje que considerara extraño o llamativo. Bergara respondió: “Cada tanto escucho ruidos en el teléfono. Pero nuestra vida, todos estos meses, transcurrió con normalidad. No hay ningún episodio que se pudiera asociar a esto (la denuncia)”.

Al igual que con Carrera, la fiscal informó a Bergara que una investigación de urgencia realizada descartó cualquier riesgo para ambos legisladores

“Tenemos la misma percepción”, le respondió Bergara.