Redacción El País.
Ignacio Álvarez dedicó el capítulo de este domingo de Santo y seña (Canal 4) a responder a las denuncias que le formularon la semana pasada Romina Celeste y también la fiscal Alicia Ghione, quien lo acusa de "extorsión".

En el caso de la magistrada, el periodista aventuró que "va a ser relevada" del caso Penadés y eventualmente sancionada por un vínculo al parecer "confianzudo" con las víctimas presuntas del exlegislador. Según capturas que mostró en el programa, la fiscal compartió con una de las víctimas su impresión de que una "logia" masónica estaría involucrada en el caso y además, sospechas de teléfonos "pinchados ilegalmente".

"No es un club de amigos. Esto habla de revelar datos que deben ser reservados. Por eso va a ser sancionada, por eso me está denunciando a mí como manotazo de ahogado", dijo el periodista.

"Va a ser apartada del caso Penadés. No debería ocurrir otra cosa. Porque le erró y le erró feo. Yo no creo en los monstruos. Ella no es un monstruo. Sé que hay fiscales más embanderadas que ella. Sé que ella siente que sus víctimas son como sus hijos o nietos... y ese puede ser el peor error que puede cometer una fiscal", añadió Álvarez.

Una de los argumentos que manejó Ghione en su denuncia a Álvarez refiere a una comunicación que el periodista tuvo con Javier Benech, responsable de la comunicación en Fiscalía, donde pide un pronunciamiento de la Fiscalía sobre las actuaciones de Ghione. Álvarez pasó el audio en su programa y preguntó si configuraría una "extorsión".

En la editorial al comienzo del programa, el comunicador dijo que "no quería ser un héroe". "Esperemos que de una vez por todas se tomen las medidas para que tengamos un mejor país, para que no haya fiscales militantes, para que se haga algo desde el sistema político", expresó.