Redacción El País
La causa judicial que busca dirimir quién mató a Cecilia Fontana en 1978 atraviesa un momento que podría ser crucial. La jueza Silvia Urioste dispuso que este jueves hubiese una audiencia en la que declaró, en calidad de testigo, Fernando Heber, uno de los hijos del matrimonio de Fontana y Mario Heber.

A la salida del juzgado de la calle Bartolomé Mitre, Heber declaró a la prensa que se limitó a responder las preguntas de la jueza y que ahora tiene “esperanza de que se logre la verdad”. “Hace 40 años que concurrimos a los juzgados”, lamentó el hermano de Luis Alberto Heber, ministro del Interior.

Su abogado, edil del Partido Nacional Javier Barrios Bove, declaró que la jueza dispuso tres nuevas audiencias que tendrán lugar en octubre, en donde declararán como testigos o indagados tanto civiles como efectivos policiales de la época, y que también se dispuso “una serie de nuevos peritajes”.

Esto porque “la Fiscalía está trabajando en dos líneas de investigación” que se consideran “firmes”. Una pesa sobre la exfuncionaria policial María Lemos, señalada por presuntamente haber escrito las tres cartas que acompañaron a las tres botellas envenenadas que en la noche del 29 de agosto fueron enviadas a la casa de Luis Alberto Lacalle Herrera para ser regaladas a él, a Heber y a Carlos Julio Pereyra.

También hay una línea de investigación sobre el comisario Ricardo Zabala, señalado en su momento porque una pericia encontró sus huellas dactilares en una de las botellas. El expolicía había sido procesado en 2012 como cómplice del asesinato del maestro Julio Castro en 1977, pero luego la Suprema Corte de Justicia lo absolvió.

Con las pericias y las nuevas audiencias, la familia de Fontana espera dar con los autores materiales. Barrios Bove dijo que la jueza “solicitó nuevas pericias a esas tarjetas que acompañaban las botellas”.

“Esperemos que esas pericias, las declaraciones y la rigurosa investigación en esas dos líneas de investigación den resultados y podamos dar con los autores materiales”, sentenció.

El fiscal del caso, Ricardo Perciballe, especializado en delitos de lesa humanidad, dijo por su parte que “hubo avances” en la investigación y que “la tecnología ha permitido avanzar” en la determinación de responsabilidades con las pericias.

“Con las últimas medidas que dispuso la doctora Urioste se va a poder cerrar la causa y la Fiscalía estará en condiciones de tomar una posición”, apuntó.