Una mujer fue condenada por realizar estafas a través de Facebook, donde por medio de una página ofrecía indumentaria que supuestamente importaba desde Estados Unidos, recibía el pago por parte de los clientes, y luego los bloqueaba. Reconoció los hechos y firmó un acuerdo abreviado con Fiscalía, por lo que cumplirá con una pena en libertad a prueba.
El pasado martes se realizó una audiencia donde se la formalizó y se firmó un acuerdo abreviado. Allí, la fiscal de Canelones de 2do Turno, Lujan Gómez, presentó evidencias sobre las maniobras de la mujer, y según dijo a El País, se venían llevando adelante "de forma esporádica" desde hace años, existiendo registros desde 2021.
En total fueron descubiertas 16 maniobras de estafa. Debido a que la imputada reconoció los hechos, se firmó un acuerdo en el que se estableció una pena de 18 meses en libertad a prueba y seis de trabajo comunitario. Para el acuerdo se tuvo en cuenta: haber colaborado con la investigación, no tener antecedentes penales y que los montos apropiados no fueron elevados.
Su modo de operar
Las maniobras las llevaba a cabo por Facebook. A diferencia de la mayoría de los estafadores que utilizan perfiles falsos, la ya condenada hacía las publicaciones tanto en su cuenta personal como en la página, que según declaró durante la audiencia de este martes era un comercio real, aunque esto no pudo ser comprobado por la fiscal.
En sus posteos, ofrecía ropa y calzado que decía importar desde Estados Unidos, y para la que pedía un pago anticipado por parte de los clientes. Al recibirlo, se justificaba con que tenía que esperar que los productos lleguen al país. La espera se prolongaba al punto de que los clientes volvían a contactarla para reclamar, pero ella no les respondía, y en algunos casos los bloqueaba.
En todos casos los montos fueron catalogados como "bajos" por el equipo fiscal, ya que los depósitos eran desde $1.000 hasta casi $7.000.
Según declaró en audiencia la autora de las maniobras, en algunos casos habría devuelto el dinero a los compradores, aunque según dijo la fiscal Gómez a El País, "no consta en la carpeta". Lo mismo ocurrió con el comercio, que la mujer aseguró que se trata de una tienda real, pero no presentó pruebas que lo comprueben.
Si bien en muchos casos de estafa se continúa investigando debido a que se trata de redes organizadas, los investigadores llegaron a la conclusión de que no existieron otras personas involucradas.
"Por lo general se imputa primero a intermediarios de estafas que son dirigidas por terceros, o incluso desde el exterior", dijo la fiscal Gómez a El País, aunque confirmó que "no consta" la participación de otras personas en este caso.