TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES
Detectan cargamento de drogas en barco que partió con arroz uruguayo.
"Hay que prestar atención a las exportaciones de carne; ya se metieron con la lana y ahora con el arroz", dijo ayer un operador portuario al enterarse que la aduana de Hamburgo (Alemania) detectó un cargamento de 400 kilos de cocaína en un embarque de arroz que partió desde el puerto de Montevideo.
Los granos tenían como destino el puerto de Free Town, Sierra Leona. En los registros de la Administración Nacional de Puertos, a los que accedió El País, se consigna que una empresa uruguaya exportó hacia ese destino durante el mes de marzo.
Un embarque de arroz, procedente del departamento de Treinta y Tres, fue utilizado para trasladar la droga desde Montevideo hacia Europa, según informó la aduana alemana.
De esta forma se confirma que Montevideo es parte de la ruta que conecta América Latina con Europa en el tráfico de cocaína a gran escala.
La droga estaba distribuida en 17 bolsos colocados encima del cereal. Fuentes policiales señalaron que esta droga podría costar 10 millones de dólares si se la coloca en el mercado negro de Europa.
La carga alimenticia estaba repartida en catorce contenedores de 20 pies cada uno, con un peso total de 350.960 kilos. Fue embarcada desde el recinto 1.650 del puerto de Montevideo en el buque carguero Grande Francia de bandera italiana.
Es el mismo barco donde en agosto del año 2018 efectivos de la Policía Federal de Brasil dieron a conocer la incautación de un cargamento millonario de cocaína.
La detención se produjo en el puerto de Santos tras haber salido del puerto argentino de Zárate y haber pasado por Montevideo, según consignó la publicación argentina Minuto de Cierre.
Se trató de dos contenedores, uno embarcado en Argentina y otro en Uruguay, que llevaban arroz hacia distintos destinos. La autoridad policial brasileña detectó entonces 1.322 kilos de cocaína. Estaba dividida en 1.202 tabletas distribuidas en 41 bolsas, en dos de los contenedores que llevaba el carguero Grande Francia.
La policía alemana define este método de envío de droga como una “estafa”, dado que no tienen conocimiento de la operación el remitente y el receptor, según la cadena estatal de radio y televisión de Alemania Deutsche Welle.
Los investigadores han demostrado que las mafias del narcotráfico de América Latina redujeron los envíos en pequeñas cantidades y se concentraron en los grandes volúmenes, lo que les permite ingresar en mejores condiciones a Europa.
La utilización de los cargueros implica maniobras en el interior de los recintos portuarios que conectan con los principales puertos europeos como Amberes, Hamburgo y Rotterdam.
Lana
En los primeros días de septiembre de 2018, la aduana uruguaya detectó 417 kilos de cocaína en un embarque de lana sucia que llevaba como destino el puerto de Amberes, Bélgica. La cocaína estaba en el interior de un contenedor de 40 pies.
Esta investigación, a cargo de la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero, provocó que 4 personas terminaran presas. Entre ellas, una funcionaria que omitió hacer los controles, un empleado de una empresa portuaria que ingresó meses atrás a la compañía y un viejo conocido del mundo portuario apodado como “El Turco”.
El hombre tiene antecedentes penales desde 1973. Y al momento de ser detenido tenía un local comercial en un área contigua al Mercado del Puerto.
En el año 2006 fue señalado como responsable de un embarque de 93 kilos de cocaína hacia Europa. El envío, disfrazado como una carga de garbanzos, fue descubierto en Lisboa, Portugal. Al momento de ser detenido se encontraba en el departamento de Flores.
El gerente de Control y Riesgo de la Dirección de Aduanas, Fernando Wins, dijo en aquel momento que los narcos están probando continuamente las aduanas para diseñar rutas alternativas para la droga.