Redacción El País
Los padres de Nicolás Bruzzone, hombre de 45 años asesinado en setiembre de 2023 en Empalme Olmos, escribieron una carta cuestionando la decisión de la Justicia de revocar la prisión preventiva para el homicida Humberto Radiccioni. El Tribunal de Apelaciones revocó la cárcel para el exempresario, que a fines de febrero fue condenado a 20 años de cárcel, y dispuso su arresto domiciliario. Además de Bruzzone en ese hecho fue asesinado Jorge Percovich (de 30 años).

En la misiva, a la que accedió El País, los padres de Bruzzone señalaron que "cada vez que se dispone o ratifica la prisión domiciliaria, que han sido varias, es como si lo volvieran a matar. No hay forma de describirlo". "El tribunal dispuso que el asesino volviera a prisión domiciliaria porque la sentencia de primera instancia había sido apelada y por lo tanto no estaba ´firme´. De esta manera, los abogados del asesino, que no habían podido mantener la prisión domiciliaria fundados en las supuestas enfermedades de su defendido, la obtuvieron mediante un tecnicismo legal, provocado por ellos mismos", agregaron.

Además, los padres de una de las víctimas indicaron que "al apelar una sentencia que no puede ser más que condenatoria (vaya a saber con qué argumentos, ya que el doble homicidio está probado, y ellos en ningún momento lo negaron) logran que la misma no esté firme, y como no hay sentencia firme el acusado debe esperarla en libertad o como en este caso en prisión domiciliaria". "Eso en la jerga forense recibe el nombre de chicana, maniobra meramente dilatoria destinada a ganar tiempo, porque es sabido que la sentencia a recaer no puede ser otra que condenatoria", cuestionaron.

En ese sentido, en la carta cuestionaron que "los recursos que presentan los abogados hacen que la sentencia no esté firme y con ese argumento el tribunal lo reintegra a la prisión domiciliaria, logrando que durante el tiempo que demore el tribunal en dictar sentencia el asesino continúe en prisión domiciliaria y no vaya a la cárcel, y mientras tanto quien sabe si no le aparece alguna enfermedad que le permita continuar con la domiciliaria".

Por último, expresaron: "¿Hasta cuándo los padres, familiares y amigos de Nicolás debemos soportar esta verdadera denegación de justicia? Que el doble asesino se pasee impunemente, como dicen que lo han visto en Atlántida y en Empalme Olmos, pero claro nadie se anima a declararlo".

Foto: Francisco Flores/Archivo El País.

En la demanda acusatoria, se expone que luego de cometer el crimen, Radiccioni —padre del exdiputado nacionalista Javier Radiccioni— le dijo a policías que lo detuvieron que había habido una "fuerte discusión" porque las víctimas "tenían una deuda de dinero pendiente con él".

El acusado sorprendió a las víctimas cuando estaban trabajando en un ómnibus que funcionaba como oficina de la fábrica de ticholos. Radiccioni vivía en el mismo terreno, en una construcción al frente.

Así fue que, según la Fiscalía, discutió brevemente con las víctimas y les disparó desde una distancia de dos o tres metros. Después salió del ómnibus, llamó al 911 y alertó que le había disparado a dos personas, pero luego intentó esconder el arma cerca del portón de ingreso al terreno.

Mientras tanto, Percovich, que todavía estaba vivo, tomó su teléfono y llamó al 911 pidiendo auxilio. Esa llamada fue divulgada públicamente y en ella se escuchan disparos de fondo.