ESTAFA
Clientes se reúnen con abogados para iniciar denuncias penales y civiles; algunos llegaron a perder entre US$ 50.000 y US$ 2 millones.
A partir de ayer, el Banco Central del Uruguay (BCU) intervino preventivamente y con suspensión de actividades a la empresa Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A. debido a las “importantes pérdidas” sufridas por algunos clientes. Esto sucedió sin que el corredor les hubiera advertido en forma oportuna. Así lo señaló el propio BCU en un comunicado de prensa.
El organismo también decidió la intervención de la firma United Brokers S.A. Agente de Valores, perteneciente al mismo grupo empresarial.
El BCU designó como interventor a la Bolsa de Valores. A partir de ahí, la gestión de la empresa será compartida entre las autoridades de la compañía y el técnico que la Bolsa de Valores designará en las próximas horas, según dijeron a El País fuentes del mercado financiero.
¿Cuál es el motivo de la intervención a ambas empresas? Según dijeron fuentes bursátiles a El País, la firma corredora de Bolsa tuvo elevadas pérdidas en operaciones de alto riesgo.
En definitiva, se trata de operaciones de compras de acciones a futuro con un precio establecido de antemano. La operativa, por ejemplo, es la siguiente: se puede comprar una acción de Amazon a US$ 10 con fecha 31 de octubre de este año. Si la acción cae a US$ 3 al llegar ese día, se perdieron US$ 7 por acción. Eso ocurrió, en líneas generales, en este caso, pero por cifras millonarias.
Hace 10 días, el Banco Central detectó que unos 400 inversores habían perdido entre el 70% y el 90% de sus capitales en operaciones de alto riesgo con CVM. La mayoría de ellos son uruguayos, pero hay también algunos extranjeros.
Los abogados Pablo Donnangelo, Ignacio Durán y Eduardo Sasson lograron reunir a unos 60 inversores damnificados. Algunos de ellos perdieron entre US$ 50.000 y US$ 2 millones.
“Hay clientes nuestros que perdieron el 90% de sus capitales. Estamos armando una denuncia penal, solicitaremos medidas cautelares, preguntaremos si el Banco Central realizó o no controles a estas empresas y estamos rastreando bienes en el extranjero de la propietaria de la empresa de corredores de Bolsa”, dijo Donnangelo.
Consultado sobre el monto total de las pérdidas causadas a los 400 inversores, Donnangelo respondió a El País que, una resolución del BCU fechada el lunes, “establecía que estas rondaban los US$ 100 millones”.
Dicha resolución del Banco Central, a la que accedió El País, señala que “las importantes pérdidas” sufridas por los clientes, que operan bajo la modalidad de libre administración y que cuentan con un perfil de inversión bajo la modalidad de “agresivo”, determinan que en el período del 30 de junio de 2021 al 31 de mayo de 2022, las cuentas de los inversores pasaron de un saldo total de US$ 110 millones a US$ 18 millones.
El abogado Gonzalo Ramírez, asesor legal de otro grupo de clientes damnificados, afirmó que los perjuicios generados por la empresa corredora de Bolsa son millonarios. “Si la señora (propietaria de la empresa) dijo que hizo un salvataje de US$ 25 millones y éste no fue suficiente, y los clientes recibieron un informe de que habían sufrido pérdidas de 90%, el daño debe ser de varias decenas de millones de dólares”, expresó.
Ramírez aludió así a ofertas hechas por la propietaria de la empresa corredora de Bolsa a sus clientes con las que había intentado realizar un salvataje de las inversiones mediante un desembolso de US$ 25.654.610.
En varios encuentros con sus clientes, la empresaria ofreció el acuerdo: no reclamaba dicha inversión a cambio de que su cliente firmara un documento donde se comprometía a no realizar ninguna acción judicial en su contra ni a las dos empresas -Custodia de Valores Mobiliarios- y United Brokers S.A. Agente de Valores.
El perfil de los inversionistas son empresarios y profesionales de alto poder adquisitivo. Algunos de ellos manejaban capitales voluminosos desde hace 30 años, según supo El País.
El accionar de la empresa también generó suspicacia en los abogados del caso: no dio información a los inversores sobre las mermas de sus capitales y en un principio suspendió su sitio web donde brindaba datos sobre las evoluciones de sus inversiones a cada cliente. Finalmente, la empresa corredora de Bolsa dio de baja su página web.
Ramírez señaló que “era imprescindible” que el BCU adoptara la decisión de intervenir a ambas sociedades y nombrara a la Bolsa de Valores como interventora porque la situación era de una extrema gravedad.
“Llegó la hora de la transparencia. El Banco Central del Uruguay y la Bolsa de Valores tienen que dar acceso ilimitado a los inversionistas para que conozcan la naturaleza de las operaciones llevadas a cabo, las causas de las pérdidas y las responsabilidades civiles o penales que pudieran corresponder a las empresas corredoras de Bolsa, sus directores y personal superior”, advirtió el abogado.
Luego, Ramírez apuntó a la decisión de la empresa corredora de Bolsa por no informar a los inversores sobre el dinero que habían perdido. “No tenía ningún sentido que una empresa que ocultó a los inversores las pérdidas continuara manejando fondos ajenos, impidiendo que los inversores recuperen el manejo de su patrimonio. A partir de ahora se sabrá si hubo negligencia (por parte de la empresa corredora de Bolsa) o negligencia y dolo”, dijo.
Sasson, abogado junto con Donnangelo y Durán de 60 inversionistas damnificados, dijo que éstos confiaron en la sociedad de Bolsa porque existía una relación que se arrastraba desde hace años.
“De la información que hemos podido recabar de nuestros clientes, la maniobra radicaría en utilizar el dinero de todos los inversionistas para asegurar inversiones con riesgos altos en el exterior”, sostuvo. Y agregó: “En este tipo de operativa se debe establecer de forma expresa el perfil de riesgo que se asume y hemos verificado situaciones en que nunca se determinaba, o directamente se hacía caso omiso al consentimiento por parte de los clientes”.
Un grupo financiero
La empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A. forma parte de un grupo financiero que tiene más de tres décadas de actividad bursátil en Uruguay. La firma integra un mismo conjunto económico con United Brokers S.A., otro intermediario de valores y corredor de Bolsa, ambos ubicados en Aguada Park. Las dos empresas comenzaron actividades al mismo tiempo, comparten asesores profesionales y además son controladas por las mismas personas físicas.
“Se inició derrumbe de precio de acciones”
El 17 de junio pasado, la empresa Custodia de Valores Mobiliarios Corredor de Bolsa S.A. (CVM) por intermedio de su presidente y principal accionista informó al Superintendente de Servicios Financieros del Banco Central del Uruguay (BCU) que se avecinaba una tormenta sobre las inversiones de sus clientes.
“Como es de público y notorio conocimiento, en el mes de noviembre de 2021 se inició un derrumbe en el precio de las acciones en los mercados internacionales. El colapso en el precio de las acciones afectó severamente el valor de la cartera de inversiones que CVM ha venido realizando por cuenta y riesgo de los clientes con mandato de libre administración y perfil de inversión agresivo. CVM se encuentra abocada a asignar los efectos de este quebranto en la cartera administrada de libre administración y con perfil de riesgo agresivo. Una vez realizada esa asignación, CVM informará a cada uno de sus clientes”. Asimismo se aclaró en dicho comunicado que aquellos clientes que no hayan otorgado un “mandato de libre disposición” ni tengan un “perfil de inversión agresivo”, “podrán seguir operando con normalidad, manteniendo la libre disponibilidad de sus cuentas”.
El 21 de junio de 2022, CVM envió un comunicado a los inversionistas reiterando esta información y agregando que “Frente a esta situación extraordinaria, (la propietaria de la empresa) aplicó fondos propios a efectos de mitigar el impacto de las pérdidas provocadas por la caída de los mercados internacionales. Pese al intento de salvataje (de la propietaria) con su patrimonio personal, el colapso en el precio de las acciones afectó severamente el valor de la cartera de inversiones que CVM ha venido realizando por cuenta y riesgo de los clientes, más aún en aquellos con mandato de libre administración y perfil de inversión agresivo. Estos efectos negativos podrán verse incrementados en la medida en que existen operaciones de venta aún vigentes y pendientes de liquidación”. Con anterioridad a la comunicación y publicación del relevante hecho, CVM le había dado de baja a la página web donde los inversionistas consultaban sus fondos.