Dentro de 17 días, la jueza de Libertad, María Gabriela Alaniz, fallará sobre un polémico caso que involucra a una mujer policía que disparó en 2021 por lo menos cinco tiros contra un adicto a la pasta base en Ciudad del Plata, quien hoy padece lesiones graves que dejarán consecuencias de por vida.
La agente posee experiencia en unidades especializadas como la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas y la Dirección General de Inteligencia Policial.
En una audiencia judicial, la funcionaria policial fue acusada por las fiscales de Libertad, Bettina Ramos y Judith Rodríguez, de cometer delitos de lesiones gravísimas por el uso de armas de fuego, simulación de delito -haber “plantado” un arma a la víctima- y reiterados delitos de violencia privada. La Fiscalía pidió para la agente una pena de cárcel de 10 años.
El abogado de la víctima, Esteban Luca, coincidió con la teoría del caso de la Fiscalía.
Por su parte, el defensor de la funcionaria, Alberto Rojas, sostuvo que se trata de un caso de legítima defensa porque la mujer policía era hostigada por la víctima que recibió los balazos.
“Un mes antes de este hecho, el hombre se le paró adelante de mi defendida y le sacó un cuchillo. No vio que había dos policías esperándola en un auto que la ayudaron”, expresó el abogado penalista.
Agregó que las pericias forenses realizadas a su defendida mostraron que padecía alteraciones provocadas por la persecución que sufría de parte del hombre.
En declaraciones a El País, la funcionaria policial (que prefirió mantenerse en el anonimato) alegó que, en forma continua, trataba de evitar los encuentros con Esteban García (31), un consumidor de drogas conocido como “el Feo” en Ciudad del Plata.
“Él me hacía la vida imposible”, dijo la agente.
Dolor
La casa del “Feo” está ubicada en el barrio “Parque Postel”, situado al costado del vertedero de Ciudad del Plata y a un par de kilómetros de la Ruta 1 Vieja.
El cronista y el fotógrafo esperaron a García en un pequeño living. Llegó en una silla de rueda vestido de short y con el torso desnudo. Una pequeña manta cubría sus piernas.
Su rostro hace honor a su apodo. Sin embargo, “el Feo” hablaba con resignación sobre lo que le ocurrió y que le marcará de por vida. “Yo era consumidor”, dijo a modo de presentación. Tiene seis antecedentes penales y múltiples indagatorias por delitos.
Y luego empezó su relato: “Me encargaba de hacer changuitas para la mujer policía y otros vecinos. Le limpié un terreno que compró. Ella me dio un cable todo podrido. Luego dijo que yo le robé”.
El hombre recordó otro episodio. “Yo pedí un auto a mi amigo y fui hasta la ‘boca’ a comprar droga. Vi que frente a la casa de la mujer policía había un auto. Me bajé y me agarraron dos policías y me golpearon. Logré zafar y huí corriendo por la ‘boca’ y luego por los patios. En otra ocasión ella me disparó cerca de mis pies”, relató.
García afirmó que el día del incidente se acercó a la mujer policía para pedirle disculpas porque la había insultado días anteriores.
La agente se molestó al verlo. “La policía estaba a dos metros. Extrajo un arma y me pegó un tiro en los testículos. Las piernas se me aflojaron y caí de espaldas al suelo”, expresó.
La agente le dijo, según su relato: “¿Te gusta relajarme? Vas a morir hijo de puta. Yo entro por una puerta y salgo por otra”.
Según “el Feo”, la mujer policía le tiró otros siete tiros en la zona abdominal. “Ella tenía todo planeado. La vi caminar hasta el portón y volver con un arma herrumbrada, La dejó caer y la colocó debajo de mi cuerpo con un pie”, señaló García.
Agregó que varios vecinos salieron de sus casas y estaban mirando. “El arma no tiene las huellas dactilares de nadie. Como había gente mirando ella no pudo ponerla en mi mano”, relató la víctima.
Luego de ser internado y recibir una intervención quirúrgica para extirparle un riñón, “el Feo” enfrenta lesiones graves de por vida. “No puedo caminar. Debo usar pañales porque no siento cuando defeco u orino. Y deberé usar una sonda hasta que me muera. Tampoco voy a poder tener relaciones sexuales”, aseguró.
Ruben García, padre de la víctima, quiere que se haga Justicia. “Pretendo que ella vaya presa por lo que hizo a mi hijo”, afirmó.
Si la agente es condenada por la Justicia Penal, la familia de García presentará un reclamo por daños y perjuicios contra el Ministerio del Interior, según supo El País.
Investigación
Según consta en el expediente, la Jefatura de San José emitió un informe sobre el incidente ocurrido el 27 de febrero de 2021, el que fue calificado como tentativa de homicidio. El documento, que fue enviado a la Dirección de Inteligencia Policial contiene la extracción de dos celulares que poseía la agente policial y un relato de los hechos.
El 9 de marzo de 2021, la Dirección de Inteligencia Policial dispuso la realización de un sumario administrativo a la agente que pertenece a la Jefatura de Policía de Canelones en comisión en dicha unidad de investigación.
La resolución fue firmada por el encargado de Despacho de la Dirección General de Inteligencia Policial, comisario mayor Gabriel Lima.
La vida de una policía en un barrio periférico
Frente a donde vivía la agente Julia (nombre ficticio), hay un campo que era utilizado por los dueños de una de las “bocas” para esconder armas y estupefacientes. “Como soy policía, molestaba a los traficantes”, relató la agente. Con el correr del tiempo, los delincuentes comenzaron a amenazar a los vecinos, dijo. Y agregó que por lo menos ocho de ellos malvendieron sus viviendas y se fueron.
La agente sostuvo que decidió quedarse. Y añadió que enseguida empezó a sufrir amenazas cuando salía o llegaba del trabajo. Al principio, explicó, “un hombre -conocido como ‘el Feo’- con antecedentes penales, empezó a hacerme la vida imposible”, afirmó.