Policía asesinado en Marconi buscó defenderse con arma de reglamento, pero se "encasquilló" y no salió el tiro

La fiscal Naupp pidió al juez Álvarez que imputara a dos jóvenes, un hombre y una mujer, que participaron del crimen como coautores

Compartir esta noticia
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, participa de allanamiento en barrio Marconi
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, participa de allanamiento en barrio Marconi
Foto: Ministerio del Interior

El policía asesinado en el barrio Marconi, Carlos Umpiérrez, intentó defenderse de la agresión —de la que al menos participaron tres personas— con su arma de reglamento, pero según dijo la fiscal de Homicidios Andrea Naupp en una audiencia judicial, no logró hacerlo porque esta se "encasquilló". Es decir, no salieron los disparos. Este jueves imputaron a un hombre y a una mujer por el homicidio.

Aún no está claro si el disparo no salió debido a que, por los nervios, no le sacó el seguro correctamente o si el arma tuvo una falla mecánica.

Los imputados son un hombre y una mujer que son pareja. De acuerdo al relato que hizo Naupp, ella fue la encargada de concertar el encuentro —así surge de la información de los teléfonos— para comprarle al policía dos pares de championes. La víctima fue en su auto junto a su esposa, quien iba en el asiento del acompañante.

Cuando estaban por llegar al punto de encuentro, el imputado saludó a la víctima para marcarle que era él el comprador y cruzó la calle para ir a su encuentro. Allí es cuando apareció otro hombre, le apuntó con un arma, le pidió los championes y finalmente le dio tres disparos en el tórax que le causaron la muerte.

Otro hombre —distinto del imputado y del que ejecutó los disparos— fue por el lado del asiento del acompañante y le exigió a la mujer que se bajara del vehículo.

Hubo un testigo que declaró en Fiscalía que, unos minutos antes, había visto cómo había tres jóvenes en la calle que estaban "como esperando a alguien".

Luego del crimen, cuando los homicidas ya habían huido, un joven (todavía no se logró determinar si es uno de los prófugos que volvió al lugar o una cuarta persona) se acercó por la ventanilla del acompañante a la mujer y le sacó los celulares y el arma.

Los dos imputados fueron señalados por la Fiscalía de Homicidios de 4° Turno —que también componen Katia Nieves y Cecilia Cedreira— por la coautoría de un delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido después de otro delito (la rapiña) o para asegurar el resultado.

Mientras que el hombre imputado es responsabilizado por el hecho de haber estado en el lugar y haber participado en la emboscada de la víctima, la mujer es inculpada de haber concertado el encuentro. Pero además, hay versiones cruzadas sobre si estaba en las inmediaciones de los hechos.

Aunque la joven le dijo a su abogada defensora que no estaba allí, la fiscal Naupp contó que frente a los policías dijo que "manifestó que estaba en la proximidad", de hecho es una de las personas que declaró que el policía intentó defenderse pero no pudo. "O sea que tan alejada tampoco estaba, porque pudo apreciar eso", sostuvo Naupp.

A su vez, ella asumió haberse deshecho del teléfono a través del cual había concretado el encuentro. Además, la fiscal hizo énfasis en que el par de championes encargados eran talle 40 —como los del imputado— y 36 —como los de la imputada.

La discusión por la prisión preventiva

La fiscal Naupp y sus adscriptas pidieron que ambos imputados permanezcan presos hasta el 10 de diciembre, mientras ellas continúan la investigación. Afirmaron que, para culminar el caso, deben buscar más testigos, realizar pericias y atrapar a los otros dos involucrados. Que ellos estén en libertad, argumentó Naupp, podría entorpecer ese proceso o incluso podrían fugarse.

Aunque la defensora de oficio Florencia Perillo no se opuso respecto de la solicitud de prisión para el imputado, sí lo hizo para la imputada. Argumentó que ella no estaba en el lugar de los hechos y que, si bien se deberá probar en un eventual juicio oral su participación, no había riesgos para el proceso si ella esperaba el desarrollo de la causa en un arresto domiciliario.

En ese sentido, hizo especial hincapié en que la imputada es madre de un niño de tres años (el que tiene con el imputado) y que, a la luz de lo que dispone el Código de la Niñez y la Adolescencia, se podrían mitigar los riesgos para el proceso con el arresto domiciliario mientras ella está con su hijo.

Sin embargo, el juez Huberto Álvarez entendió que lo correcto es que, como pedía la Fiscalía, estuviera en prisión hasta, al menos, diciembre.

En la audiencia estuvieron presentes tres familiares de los imputados. La joven recibió mal la noticia de que sería encarcelada hasta diciembre, se mostró nerviosa y pidió por favor que le dieran la oportunidad de cuidar a su hijo. Familiares de ella también le suplicaron al juez. Finalmente, producto de cómo estaba la imputada, que llegó a tirarse al piso, debió intervenir la custodia policial que estaba en sala.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar