ANTE LA JUEZA
Ayer la jueza dio inicio al proceso penal contra el desertor de la Armada por un delito muy especialmente agravado en la modalidad de concurso para realizar otro delito.
"Quiero hablar. Fui yo". Con esas palabras el imputado por el triple asesinato de los infantes marinos confesó ayer ante la jueza penal Diovanet Olivera haber cometido los crímenes, según supo El País por fuentes que participaron de la audiencia.
Tras decir eso, el asesino, un joven de 26 años, desertor de la Armada Nacional, fue interrumpido por su abogada defensora de oficio quien les dijo que no era el momento procesal.
Ayer, la jueza penal Olivera hizo lugar a la solicitud de la fiscal especializada en Homicidios, Mirta Morales, y decretó el inicio del proceso penal contra el desertor por un delito muy especialmente agravado en la modalidad de concurso para realizar otro delito (el robo de las armas). También fueron señalados los dueños de casa. En su caso se les imputó un delito de encubrimiento. Los tres enfrentarán una prisión preventiva hasta el 3 noviembre de este año.
La joven de 25 años que había sido detenida y también se encontraba en la audiencia empezó a llorar después de escuchar el relato de la fiscal Mirta Morales y dijo: "Yo no tengo nada que ver, yo no los maté".
La jueza Olivera resolvió interrumpir la audiencia y dar espacio para que la joven hablara con su abogado en medio del cuarto intermedio y al regreso la misma se plegó a la posición de su defensora y permaneció en silencio.
La audiencia tuvo varias interrupciones, según dijeron fuentes, porque los protocolos de seguridad en la audiencia no funcionaron, tema que es ahora investigado.