"No podemos creer". La sensación de los vecinos de Casabó sigue siendo la misma que quedó en la madrugada del domingo, cuando muchos vieron como un hombre de 22 años mataba a su bebé de cinco meses arrojándola contra el piso. Algunos lo persiguieron y lograron detenerlo, reducirlo y luego entregarlo a la Policía. La niña fue trasladada al Hospital del Cerro pero ya sin vida. Este lunes, el joven fue imputado y deberá permanecer en prisión mientras el caso continúa.
La Fiscalía de Homicidios de 4to Turno, encabezada por Silvia Naupp, formalizó este lunes la investigación contra el hombre al que todos señalan como el asesino de la bebé, por homicidio especialmente agravado por el vínculo. Se estableció su prisión preventiva hasta el 11 mayo, aunque el plazo podrá renovarse en caso de que el equipo fiscal lo considere necesario para continuar con la investigación. Si bien se le realizó una pericia psiquiátrica, esta arrojó que es imputable.
Los hechos relatados por Naupp durante la audiencia estuvieron basados mayoritariamente en la declaración de vecinos del Pasaje de la Vía, a pocas cuadras de Camino Burdeos, que sobre 06:30 se despertaron escuchando gritos, aunque todavía no sabían lo que iban a presenciar pocos segundo más tarde.
Dentro de su casa, la pareja estaba discutiendo, tal como era habitual. Fue allí que, según la reconstrucción de los investigadores, el hombre entró al cuarto de la bebé, que dormía con su otro hijo de cuatro años y la golpeó. Luego la tomó en brazos y saltó desde el segundo piso de la vivienda hacia la vereda.
De vuelta un fuerte ruido. Un auto amortiguó la caída del hombre que, vistiendo únicamente ropa interior, seguía llevando a la bebé en brazos. Comenzó a correr. Para ese momento algunos vecinos de las casas más cercanas ya habían salido preocupados por los gritos y ruidos que no cesaban.
Al ver que el joven corría con su hija en brazos y escuchando los gritos de la madre que decía "me va a matar a mi hija", un grupo empezó a perseguirlo en dirección a Camino Burdeos. En el trayecto, vieron como él golpeaba a la bebé y arrojaba contra el piso, la volvía a cargar en brazos y otra vez la tiraba al suelo con más fuerza que antes.
En su intento de huida, el joven intentó meterse en una casa, aunque fue atrapado y lograron reducirlo, para luego entregarlo a la Policía. Según dijeron a El País vecinos del barrio, el padre de la bebé le habría dicho a uno de los testigos que "era una muñeca" y no su hija lo que había arrojado.
Si bien se le intentó tomar declaración el mismo domingo, no fue posible debido a que el detenido se encontraba "pasado de droga", según dijeron fuentes policiales a El País. La niña fue trasladada al Hospital del Cerro por su madre junto a vecinos pero falleció a los pocos minutos por los traumatismos.
Durante la audiencia de este lunes, el hombre escuchó atento cada palabra de la fiscal Naupp, y luego de ser imputado pidió la palabra. "En ningún momento le pegué a la bebé, que busquen a otra persona. No quiero que quede así", fueron sus palabras a pesar de que todos los testigos y las evidencias hasta el momento señalan lo contrario.
Lo que vieron los testigos
"Mató a mi hija", fue el grito que despertó a muchos de los vecinos, que al arrimarse a la vereda se encontraron con el padre de la bebé corriendo con ella en brazos, y a la madre descalza sin consuelo junto con su otro hijo de cuatro años, también descalzo.
Además de quienes persiguieron y atraparon al ahora imputado, estuvieron los que se quedaron conteniendo a la mujer y al niño. Una testigo los llevó a su casa y trancó la puerta para que pudieran sentirse resguardados, según relató la fiscal Naupp durante la audiencia. El niño temblaba y se encontraba muy nervioso, por lo que tuvo que ser atendido en el Hospital del Cerro a la vez que su hermana bebé, que falleció casi al momento.
Mientras se encontraban en la casa de su vecina, un hombre apareció con la bebé en brazos, "irreconocible" por los golpes según declaró su madre ante la Policía.
Muchos coincidieron en haber sentido de forma frecuente discusiones a los gritos, golpes y cosas romperse que provenían desde adentro de la casa de los involucrados. Si bien no existían denuncias previas por violencia doméstica, se presume que el hombre ejercía violencia contra su pareja y contra el niño.
"Nunca imaginé algo así"
Para el mediodía del lunes muchos de los vecinos seguían sin salir del impacto. "Nunca me imaginé algo así. Se comentaba que tenían una relación complicada pero yo jamás les vi una mala actitud", dijo a El País la trabajadora de un puesto a pocas cuadras de la casa de los involucrados. "Venían a comprar lo más bien ellos y los hijos, cuando nos dijeron lo que pasó no podíamos creer", agregó.
Algunos, por su relación con la familia de ambos prefirieron no declarar. Otros dijeron no haber tenido vínculo con ellos, ya que estaban viviendo en el barrio hace poco más de un año. Pero cuanto más cerca de la casa viven los vecinos, más son los testimonios sobre episodios de violencia que presenciaron o escucharon.
Una mujer, dueña de un almacén cercano a la vivienda del imputado y su pareja, dijo a El País haber sido una de las primeras en salir cuando escuchó los gritos esa madrugada. "Recuerdo esa escena y me dan escalofríos, fue algo espantoso. Una madrugada de terror", aseguró. Semanas atrás había tenido un problema con el hombre.
"Lo tuve que echar porque se me ponía en la puerta a consumir droga. Le dije que se vaya a otro lado", contó y agregó que también tuvo una pelea con él por haber maltratado a su pareja delante suyo. Son varios los que coinciden en haber visto en reiteradas oportunidades al hombre consumiendo.
Otra comerciante que abrió su negocio a las 08:00 tuvo que cerrar ni bien se enteró de lo sucedido. "Me quedé mal. Tuve que ir a acompañar a mi madre que también quedó nerviosa", contó a El País.
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