CASO ASTESIANO

El 21 de septiembre de este año, jerarcas de Identificación Civil detectaron que el ciudadano ruso Román K. intentaba tramitar la ciudadanía uruguaya utilizando partidas de nacimiento apócrifas. Tras avisar a la Policía, fue detenido.

Un jerarca de Identificación Civil, que ya indagaba sobre esta maniobra ilícita desde 2017 porque le llamó la atención la gran cantidad de rusos solicitando la ciudadanía uruguaya al amparo de dos leyes, interrogó bajo acta a Román K.

Para poder conocer detalles de la maniobra, la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati y su equipo solicitaron la colaboración de un diplomático de alto rango de la Embajada de Rusia en Uruguay.

En la audiencia, realizada el 27 de septiembre de este año, participaron Fossati, la fiscal adscripta Gloria Nicolini y dos oficiales de la Dirección General de Inteligencia Policial.

El diplomático analizó los documentos incautados por los jerarcas de Identificación Civil a Román K. Luego el funcionario ruso informó a Fossati y a sus colaboradores policiales dónde presumía que estaban las adulteraciones. En una de las partidas de nacimiento, dijo, se borró el nombre del padre ruso y se puso el de un uruguayo. Y agregó que el código QR impreso en el documento no llevaba a ningún sitio web de Rusia.

El diplomático sostuvo, además, que el papel de una segunda partida de nacimiento no era el original.

“El papel para las partidas de nacimientos en Rusia se encarga a una fábrica en forma muy especial. Y en él ya va incluido algunos datos impresos establecidos por el estado ruso. Yo tengo una cantidad exacta de esos documentos. No puedo perder ninguno. Si pierdo uno, termino en la cárcel”, explicó el diplomático en alusión a la importancia que le da Rusia a la documentación vinculada a ciudadanías.

Fossati agradeció la colaboración del diplomático ruso, quien también ofició de traductor. “Para la Fiscalía su presencia es una garantía en virtud de que ‘se ha complejizado’ la investigación y la mayoría de las personas involucradas son de nacionalidad rusa”, dijo la fiscal al diplomático.

Posteriormente, Fossati narró cómo se desarrolló la detención de Román K., el ciudadano ruso que se transformó en el primer detenido en un caso que tenía aristas insospechadas hasta ese momento para Fossati y su equipo.

Pensaron que estaban frente a una banda de falsificadores de origen ruso. Dos días más tarde se sorprendieron al enterarse que en el caso estaba involucrado el entonces jefe de la custodia de Presidencia de la República, Alejandro Astesiano.

Tras ordenar la detención de Román K., la fiscal Fossati solicitó en forma inmediata a la Dirección de Inteligencia que montara guardia en la puerta del hotel del ruso. Poco después, llegó al establecimiento una persona portando varias bolsas e intentó entrar en la habitación de Román K. Los policías de guardia le pidieron la identificación. El hombre se negó a darla. Luego se retiró del lugar, pero fue filmado. “La Policía lo identificó más tarde. Su nombre nos sorprendió porque estaba siendo investigado en otra carpeta”, explicó Fossati al diplomático en la audiencia.

En esa carpeta, dijo la fiscal, se indagaban falsificaciones de ciudadanías uruguayas de extranjeros con un modus operandi similar. Y agregó que en la habitación de Román K. los investigadores de Inteligencia Policial incautaron más documentación.

Durante la audiencia, la fiscal le pidió al diplomático que trajera documentos originales ubicados en el archivo de la embajada y le solicitó que los dejara por un breve tiempo en Policía Científica para cotejarlos con los del ruso detenido.

El diplomático expresó que no podía acceder a ese pedido porque violaría disposiciones internas de su país. Entonces se ofreció para ir hasta la oficina diplomática rusa y traer partidas de nacimiento originales para que los peritos de Policía Científica las analizaran y luego retornar con ellas a la sede consular. Fossati estuvo de acuerdo. El diplomático regresó a la Fiscalía con los documentos. Estos fueron cotejados con los presentados por Román K. El diplomático y los peritos policiales confirmaron que las partidas de nacimiento de Román habían sido adulteradas.

El hombre ruso que intentó llevarse los documentos de la habitación de su conciudadano Román K. era Alexey S., un gestor que vivía en una casona conocida como “el Castillito” en Playa Pascual (San José).

El 26 de septiembre de este año, Alexey S. fue formalizado junto con el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano y el escribano Álvaro F. Se les imputó un delito continuado de suposición de estado civil en reiteración real con delito de asociación para delinquir y tráfico de influencias.

Alexey S. se ocupaba de traer los clientes desde Rusia. Mientras que el escribano adulteraba documentos para que los rusos pudieran sacar la ciudadanía uruguaya mediante la inclusión en las partidas de nacimiento del nombre de un supuesto familiar uruguayo. Y Astesiano oficiaba de “facilitador” de los trámites por sus contactos en el Estado. Los tres enfrentan una medida de prisión preventiva hasta el 15 de marzo de 2023.