Tres personas fueron condenadas por el homicidio de un hombre mientras intentaban rapiñarlo. La maniobra había sido organizada por el cuñado de la víctima, quien pasó información sobre sus movimientos. Aunque sus defensas apelaron, un Tribunal confirmó la resolución y todos pasarán más de 20 años en prisión.

Uno de los condenados contactó a un hombre con el objetivo de organizar una rapiña, quien a su vez reclutó a un tercero. El que planificó la maniobra tenía conocimiento de que su cuñado —la víctima— solía manejar grandes sumas de dinero. También sabía que solía llevar un arma, debido a que ya lo habían intentado asaltar en varias oportunidades.

El plan era interceptarlo en la noche, cuando llegara a un campo familiar ubicado en Rivera. Se dirigieron hasta allí en una camioneta y esperaron su llegada portando armas de fuego.

Cuando los dos cómplices vieron llegar al cuñado de su socio lo amenazaron para que entregase su dinero y pertenencias, pero "salió todo mal", según dijo uno de ellos en su declaración ante la Justicia.

Para empezar, este no llegó solo, sino con su esposa, o sea la hermana de quien había pergeñado el golpe.

Además, los delincuentes recibieron resistencia y comenzó un intercambio de disparos entre los agresores y la víctima, quien cayó herida por uno de ellos.

Si bien se hicieron múltiples pericias y se recabaron indicios, nunca pudo confirmarse cuál de los atacantes efectuó el disparo mortal.

La esposa declaró no haber podido reconocer a los atacantes debido a la oscuridad en la que se encontraban.

Los agresores reclutados por su hermano confesaron, y dijeron haber acordado entre ellos tres que se iban a repartir el dinero en partes iguales. A pesar de haber admitido los hechos, dijeron "no saber" cuál efectuó el disparo que mató al hombre.

“Él (el cuñado) dijo que el hombre tenía plata. El acuerdo fue la plata, que íbamos a repartir entre los tres", fue la declaración de uno de ellos. "Fue una cosa que se fue a hacer y salió todo mal”, aseguró el otro.

El cuñado de la víctima logró huir del lugar. En su declaración ante la Justicia, su pareja contó que este llegó a su casa luego del atraco, le dijo haber hecho "una cagada" y le pidió que declare que habían estado toda la noche juntos.

"Me dijo que llevó a esas personas a asaltar al señor y que no era para matarlo pero que le habían dado un tiro. Pero él no sabía si el señor había muerto o estaba vivo", señaló.

El hombre pudo escapar hacia Brasil, pero finalmente fue detenido y extraditado a Uruguay, donde finalmente fue juzgado y condenado.

La sentencia de primera instancia fue dictada a fines de 2023 por el juez de Rivera Marcos Silveyra, quien condenó al organizador de la rapiña a 24 años de prisión, y a los otros dos a 22 años. En todos los casos el delito imputado fue homicidio muy especialmente agravado por la circunstancia de haberlo cometido para consumar otro delito.

Tanto la defensa del cuñado de la víctima como la de otro de los delincuentes apelaron la resolución, aunque el Tribunal Apelaciones Penal de 3^er Turno confirmó la sentencia inicial.

En el primer caso, la defensa del cuñado del hombre asesinado planteó que no se había reunido la prueba suficiente como para una condena. "El hecho de que conociera la costumbre del fallecido de andar con grandes sumas de dinero y portar un arma de fuego no puede valorarse como un indicio en su contra", aseguró, haciendo referencia a que esta información la sabía "mucha gente" y eso no lo identifica como el organizador de la maniobra.

Además, apuntó contra los otros partícipes del hecho por haber dado "versiones contradictorias" que al comienzo no lo vinculaban.

El Tribunal respondió a esto en un documento al que accedió El País, asegurando que "no hay prueba alguna de la existencia de algún fin que justificara una falsa acusación" en su contra.

Con respecto a la rutina de la víctima, se aseguró que "el hecho de que la conociera no es un aspecto que pueda dejarse pasar desapercibido en tanto que justamente esos detalles fueron los que trasmitió en un principio para saber dónde, cuándo y de qué forma llevar adelante el ataque".

Por otra parte, la defensa de otro de los delincuentes entendió "excesiva" la pena de 22 años de prisión, solicitando que se reduzca a menos de 20. También recibió la negativa a su apelación.

"(La pena) se adapta a las pautas para la determinación contemplando la gravedad del hecho y el análisis de la peligrosidad", aseguraron los jueces en su sentencia, manifestando la necesidad de "adecuar la sanción al caso concreto".