EX ALCALDE DEL MUNICIPIO A
“Su verdadera obsesión era conmigo, pese a ser conocedor de que me encuentro felizmente casada”, dice la funcionaria en el escrito al que accedió El País.
La secretaria del exalcalde del Municipio A, Jorge Meroni, presentó una denuncia este lunes ante la Policía donde relató situaciones de acoso y abuso sexual que sufrió por parte del exdiputado frenteamplista.
El escrito, al que El País accedió por fuentes policiales, fue presentado en una unidad policial por el abogado Ignacio Durán, del estudio Donnangelo- Durán- Sasson en representación de la denunciante.
De acuerdo al relato, el vínculo se inició años atrás en el programa “Plan Juntos”, creado por el expresidente José Mujica, donde trabajaba la denunciante. Allí hubo un cambio de sus autoridades y asumió la esposa de Meroni, según indica la denuncia. Se trata de una dirigente de larga trayectoria en el MPP, que ocupó cargos en el Parlamento y en la Junta Departamental de Montevideo.
A partir de ahí, la funcionaria del “Plan Juntos” comenzó a vincularse con Meroni con relativa frecuencia. El dirigente emepepista iba a buscar a su esposa al “Plan Juntos” y la denunciante también terminaba su jornada. Los tres charlaban afuera algunos minutos, de acuerdo a la denuncia, en forma amigable.
La confianza entre la cónyuge de Meroni y la funcionaria creció con el tiempo. En abril de 2019, la esposa de Meroni invitó a la secretaria y a su esposo a militar en su agrupación política denominada “Negro Franco”, en el barrio Cerro. La intención de la agrupación era obtener adhesiones de cara a las elecciones nacionales.
Según supo El País de fuentes del caso, a partir de ese momento, el “acercamiento” de Meroni hacia la supuesta víctima era casi evidente. Era notorio, dicen las fuentes, que ya se podían vislumbrar algunos indicios de “marcada preferencia” del denunciado hacia la hoy denunciante.
En diciembre de 2019, transcurridas las elecciones, se generó una pausa de la militancia. Meses más tarde, los militantes del grupo “Negro Franco” comenzaron a reunirse para trabajar en la campaña para las elecciones municipales de 2020.
“Mi trabajo en el ‘Plan Juntos’ se complica debido al cambio de autoridades políticas (asumió el Partido Nacional en el gobierno en 2020), momento en que abandona su cargo la esposa del denunciado”, dice el escrito elaborado por el penalista Duran.
Poco después, también dimitió la secretaria, lo que la obligó a enfrentar un momento de incertidumbre laboral.
En julio de 2021, ante un aumento de la movilidad y el cese de algunas restricciones por parte del gobierno, se retomó la actividad política hacia las municipales. Y la denunciante regresó a su actividad militante y a la rutina en la agrupación “Negro Franco”. Ello implicó que volviera a tener un contacto diario con Meroni, quien se postulaba para alcalde del Municipio A de Montevideo.
“En ese marco fue que su relación conmigo se volvió algo obsesiva, manifestándose principalmente en el énfasis con que realizaba la división de los grupos de militancia, poniéndome siempre junto a él”, expresa la denuncia.
En forma paralela, otras fuentes destacaron que esa preferencia generó varios conflictos en el seno de la agrupación “Negro Franco”, ya que militantes tildaban a la denunciante de ser “la preferida” del “Negro” -apodo con que es conocido Meroni en la interna frentista-.
De larga trayectoria política dentro del MPP y en la coalición de izquierda, Meroni presidió la Mesa Departamental de Montevideo del Frente Amplio entre 2002 y 2005. En 2005 fue electo edil y llegó a presidir la Junta Departamental de Montevideo. En 2010 fue reelecto y en 2014 alcanzó su banca de diputado.
"El contacto físico"
En diciembre de 2020, la denunciante renunció al “Plan Juntos” y comenzó a trabajar como asesora en políticas sociales en el Municipio A, luego de que Meroni triunfara en las elecciones.
“A medida que pasaban los meses en este nuevo vínculo laboral, aumentó la confianza entre nosotros. El denunciado me manifestaba sentir mucha soledad, que nadie de su familia le prestaba mucha atención”, dice la denuncia.
A partir de ahí, la relación entre Meroni y la secretaria comenzó a cambiar. “Esa preocupación y dedicación que yo le brindaba por su bienestar personal y emocional, lo hizo volverse dependiente de mí hasta un nivel verdaderamente tóxico y abrumador, que rápidamente se volvió irrespetuoso. (Realizaba) gestos y actitudes absolutamente fuera de lugar hacia mí, que en su momento pensé que podía llegar a tolerar y hasta creía poder manejar”, expresa la denunciante. Y agrega: “Al principio la situación la manejaba de manera relativamente sencilla; bastaba con el simple hecho de enviarle emojis de corazones por Whatsapp, decirle que él era el mejor, elevándole su autoestima. Hacía eso para que nos dejara trabajar tranquilas a mí y a mi compañera”, sostiene la denuncia firmada por Durán.
Para evitar quedarse a solas con Meroni, la denunciante pedía ayuda a su colega. “Ella conocía sus actitudes. Entonces buscaba alguna excusa laboral para estar presente junto a mí y yo hasta la acompañaba al baño para evitar estar un tiempo a solas con él”.
En ese momento se corrió el rumor entre los funcionarios del Municipio A que ambas funcionarias eran “suyas” (de Meroni) y, por lo tanto, intocables, “expresión dicha por el mismo (denunciado) a viva voz como si fuese nuestro dueño, cosa que nos generó gran molestia e indignación”.
A partir de ese momento, Meroni comenzó -según la denunciante- a hacer “desagradables referencias a mi cuerpo. Su verdadera obsesión era conmigo, pese a ser conocedor de que me encuentro felizmente casada”. El escrito reseña que, luego de las referencias al cuerpo de la secretaria, el denunciante utilizaba una estrategia de seducción basada en “la lástima”, después seguía con frases como que “la vida es una sola” y “tu marido no sirve para nada”.
El acoso fue creciendo, según el escrito. “Tu c... es solo mío y solo yo lo puedo tocar; mañana andá con el pantalón blanco con rayas negras que me encanta... Y con colalés me muero”, le dijo a la denunciante en una ocasión según el escrito.
Al verse rechazado, Meroni se frustraba e insultaba, agrega la denuncia. Poco después regresaba el acoso. Y pasó al contacto físico, según consta en la denuncia.
“Me tocaba la cola, se acercaba indebida, inapropiada e innecesariamente hacia mí, me saludaba con un beso que buscaba aproximarse lo más posible a mi boca y ante mi negativa con movimiento de cara, llegué a tener que soportar lengüetazos en la oreja y en cuello”, se indica. Y por último se agrega en el escrito que “dichos episodios se daban dentro del Municipio”.
Exalcalde renunció al MPP y evalúa demandar a denunciante
El 29 de junio el Movimiento de Participación Popular (MPP) le solicitó al entonces alcalde del Municipio A, Jorge Meroni -quien pertenece al sector- que renuncie a su cargo después de haber recibido una denuncia de acoso sexual por parte de una de sus secretarias. Además de dimitir a su puesto como alcalde, Meroni también decidió desvincularse del MPP pese a que eso no fue solicitado expresamente por el sector.
Según supo El País, la denuncia por acoso fue presentada a mediados del mes pasado ante la Comisión de Ética del MPP y allí “se dio espacio para presentar pruebas” a las partes además de entrevistar a “las personas involucradas”.
Y, a pesar de que no hubo una decisión judicial ni un fallo de ningún tipo en contra de Meroni, desde el MPP consideraron que “ya había elementos suficientes” como para pedirle la renuncia. “Se llegó a la conclusión de que pudo haber existido una situación de acoso hacia una de sus secretarias y en función de eso la dirección del MPP entendió que debía dar un paso al costado de su responsabilidad institucional”, dijo una fuente.
El 30 de junio se reunió el Consejo Municipal del Municipio A y allí acudió Meroni a entregar su renuncia. Al presentarse ante el Consejo Municipal, Meroni dijo que piensa tomar acciones judiciales en contra de la mujer que asegura haber sido acosada por él.