Redacción El País
El Senado concretará hoy el desafuero del senador del blanco Gustavo Penadés, solicitado por la fiscal de Delitos Sexuales, Alicia Ghione. Sin la inmunidad parlamentaria, la magistrada pretende imputarlo por los delitos de “retribución de actos eróticos y sexuales de cualquier tipo”, “sin perjuicio de su concurrencia con otras figuras penales, que dependen de los años en que ocurrieron los diversos hechos y de las leyes que se fueron legislando”.

Esta cita se desprende del informe de 84 páginas que la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores estudió ayer, al que accedió El País. Allí Ghione no descartó que la investigación penal “sumamente compleja” que encabeza deba ser derivada a la Fiscalía de Crimen Organizado, dependiendo del número de imputados que haya, que hasta ahora son dos.

Para varias fuentes parlamentarias consultadas por El País, con la vista fiscal “queda en evidencia un modus operandi similar en todos los casos” denunciados.

Según el escrito, Penadés tenía un intermediario que le facilitaba encuentros con menores de edad, a los que presuntamente explotaba sexualmente. Esa persona también agendaba reuniones para otros clientes, siendo esta la razón por la que no se descarta la existencia de una asociación para delinquir.

El documento da cuenta de una práctica que se extendió por varios años. Cuando no existían los servicios de mensajería instantánea, como los SMS o el WhatsApp, Penadés establecía -siempre según el escrito- los contactos directamente en las inmediaciones de Parque Batlle, como denunció la primera de las ocho víctimas que acudieron a la Justicia, Romina Celeste Papasso, militante del Partido Nacional.

Además, el legislador -se señala- levantaba a sus víctimas en la explanada del Palacio Legislativo o, más recientemente, “en una esquina cualquiera” o plazas públicas alejadas de las cámaras de seguridad.

Años después, con la llegada de los celulares, el contacto con las víctimas pasó a ser a través de servicios de mensajería. El profesor de Historia indagado por presuntamente haberle facilitado a Penadés el contacto con sus víctimas, en tanto, ya hacía algunos años que le posibilitaba encuentros con los menores, según el documento que envió la fiscal al Parlamento.

Por esta presunta maniobra, que podría involucrar a otros, Ghione solicitó el levantamiento del secreto bancario y la reserva tributaria para el docente, que trabaja para el Ministerio de Defensa. Esto permitiría cotejar si hubo transferencias monetarias de presuntos explotadores por sus servicios como reclutador de adolescentes. Ghione indicó que está aplicando la táctica de “seguimiento del dinero” para probar los delitos que se están investigando.

La complejidad del caso llega a tal punto que, según narró Ghione, el viernes pasado una de las víctimas que había declarado, de 15 años, contactó “muy asustado” a la Unidad de Víctimas luego de haber recibido amenazas a través de Instagram de un usuario que desconocía y que luego lo bloqueó.

De hecho, como esta red social era una de las que el docente solía utilizar para contactar a las víctimas, Ghione notificó a Meta -conglomerado estadounidense que incluye a Instagram- de la investigación que está llevando adelante.

A esto se suman otros hechos irregulares, como el asesinato de un joven de 17 años, que según algunas de las víctimas “había salido mucho con Penadés” y estaba dispuesto a denunciarlo. Si bien el homicidio no fue aclarado, y “podría ser por un tema de drogas”, Ghione aseguró que provocó que adolescentes dispuestos a dar testimonio “se asustaran” y finalmente no lo hicieran.

A Fiscalía también se han acercado otras cuatro víctimas que, por distintas razones, todavía no han dado su testimonio. Ghione señaló el “poder” del senador de la República y las “amenazas” que han recibido como posibles motivos de ello. Según la vista fiscal, de las 12 víctimas identificadas hasta ahora, varias tienen entre 14 y 17 años de edad. En casos más antiguos, incluso, las víctimas tenían “en su mayoría” entre 13 años y 14 años”. “En un caso ya antiguo, la víctima apenas era un niño en un cuadro de fútbol, que el propio Penadés organizaba, cuando aún era un adolescente, ya con su capacidad de liderazgo, que él mismo indicó tener. Las declaraciones de víctimas que han sufrido de la explotación sexual de Penadés a lo largo de los años nos demuestran que hace muchos años el hoy senador realiza los mismos hechos sexuales respecto de adolescentes”, apuntó Ghione, dando cuenta de por cuánto tiempo se extendieron las prácticas delictivas.

De todas formas, la fiscal a cargo del caso señaló a los legisladores que no brindaría “mayores detalles” de cómo fue sexualmente explotada cada víctima, “considerando que no debe ser el Parlamento el ámbito para divulgar las intimidades” de los menores.

Fuentes políticas de la oposición y del oficialismo coincidieron en que hay argumentos de peso para quitarle la inmunidad parlamentaria a Penadés, más allá de que él lo hubiera solicitado de antemano y que algunos correligionarios pretendieran que ni siquiera se tratara el asunto en la comisión parlamentaria especializada.

Ayer el Frente Amplio -que había rechazado la posibilidad de que el pedido de Ghione pasara directamente al plenario, sin tratarse en comisión- acordó que no se expediría públicamente sobre la fundamentación de la fiscal Ghione hasta no haber votado el desafuero. Algunas fuentes señalaron a El País, sin embargo, cuán “delicada” y hasta “muy dura” era la información dada a conocer a los legisladores, que es apenas una parte del trabajo realizado por la Fiscalía de Delitos Sexuales. Cuando inicie la sesión, pautada para las 9:30 de esta mañana, la oposición pedirá un cuarto intermedio de 30 minutos para informar al resto de la bancada sobre la vista fiscal.

Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

En la tarde de ayer, minutos después de que la comisión parlamentaria aprobara por unanimidad un informe aconsejando al pleno del Senado quitarle los fueros a Penadés, como él mismo había solicitado por escrito, el legislador dio a conocer su renuncia al Partido Nacional. Con ello también resignó a participar de ámbitos orgánicos como la Convencional Nacional, la Convención Departamental y la Comisión de Asuntos Internacionales.

El desencadenante de la dimisión fue una resolución adoptada por su propio partido, confiaron fuentes nacionalistas a El País. Es que desde que se conoció la primera denuncia, la incomodidades y las diferencias dentro del partido crecieron, llevando incluso a que Penadés se tomara licencia por tiempo indeterminado cuando al principio no pensaba hacerlo.

Al término de la sesión de la Comisión de Constitución, la dirigencia nacionalista encabezada por el presidente Pablo Iturralde resolvió remitir los antecedentes del caso a su Comisión de Ética, para que evaluara la situación. El día anterior, el Directorio había determinado que esperaría al pronunciamiento parlamentario y que consultaría a su Comisión de Asuntos Políticos para determinar si correspondía o no dar este paso, que finalmente dio.