La jueza Viviana Galleto imputó por asociación para delinquir a un joven apodado “Mosquito”, a quien la Fiscalía de Homicidios de 3^o Turno vincula al cuádruple homicidio de Maracaná ocurrido a fines de mayo, en donde murió un niño de 11 años. Hacía semanas que el joven estaba requerido y finalmente fue detenido en un control vehicular aleatorio.

Semanas atrás un grupo de personas -al menos cinco- con dos armas en cada mano, se dirigieron hasta la puerta de la casa en Peatonal El Ombú (calle cerrada del barrio Maracaná) y arremetieron a disparos durante varios minutos. Los vecinos escucharon “abundantes tiros”, como si vinieran de una ametralladora, declararon.

En la casa, que funcionaba como una boca de drogas, había siete personas. Hubo cuatro fallecidos -de 40, 18, 16 y 11 años-, un herido grave -el dueño de casa, de 17 años- y dos hombres que resultaron ilesos. Las víctimas fatales recibieron entre seis y 11 tiros cada uno.

La fiscal adjunta Alana Eccher y la adscripta Paula Goyeni fundaron su solicitud en chats entre “Mosqui” o “Mosquito” y uno de los jóvenes que fue “cabeza de la masacre” y que sigue prófugo. Eso, además de los chats de WhatsApp quereveló El País el fin de semanaentre este joven prófugo y otro agendado como “Mano” (hermano), en donde se daba cuenta de cómo se planeó el cuádruple homicidio. En esos chats, uno de ellos habla de qué personas convocar para cometer el crimen y en la breve lista, estaba el ahora imputado.

La Fiscalía divulgó nuevos chats este martes en audiencia. Esta vez entre “Mosqui” y el dueño del celular –cabecilla que está prófugo– y temporalmente situados casi en paralelo a los del dueño del celular y “Mano”. Esto fue, menos de dos horas antes del cuádruple crimen.

-Dueño del celular: Meté a (otro de los prófugos) en la conversación

-Mosqui: ¿Pasó algo, bo, perro?

-Dueño del celular: Sí mosqui

(Videollamada cuyo contenido no fue registrado)

-Dueño del celular: Tenés que venir, así me hacés el dos que tenemos que hacer algo

-Mosqui: Ahora le mando buscar el fono y hablamos con el pariente

-Dueño del celular: Decile que vaya el enano también, los tres.

Los testigos vieron cinco personas en la escena del hecho, sin embargo, no nombraron con contundencia que Mosqui estuviera en el lugar.

Además, se utilizaron las cámaras de reconocimiento facial, las usadas en estadios de fútbol, para poder identificar al imputado en una foto en un restaurante en el que está sentado junto al joven prófugo ya mencionado.

A su vez, el celular del imputado fue ubicado por antenas en la zona del homicidio a la hora del crimen.

Aunque en esta oportunidad las fiscales pidieron su imputación por asociación para delinquir, afirmaron que seguirán investigando la posibilidad de que haya participado directamente del homicidio y eso, eventualmente, podría implicar un cambio de tipificación. Pese a que solicitaron que se lo encarcele preventivamente hasta diciembre, Galleto acogió el pedido de la defensa del imputado –llevada por Gisella Aguilar– y determinó que fuera hasta el mes de noviembre.

Hay otro joven que fue imputado en junio por la autoría del homicidio.